Jung Hoseok cree fervientemente no encajar con las normas de la sociedad, ya que es un joven omega que sueña con ser más que un buen esposo para un alfa.
Quiere demostrar que los omegas también son fuertes, a pesar de tener solo diecisiete años.
E...
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Yoongi sabía que sería difícil llegar a la escuela al día siguiente después de todo el alboroto del día anterior y los rumores, sabía que probablemente sus compañeros le mirarían al caminar por los pasillos o que cuchichearian a sus espaldas.
Pero no imaginó que tanto.
Desde el primer momento que puso un pie dentro del colegio todas las miradas estaban clavadas en su persona, incluso mientras buscaba algunos libros dentro de su casillero. Estaba nervioso, joder que si, pero intentaba disimularlo para que su mentira no se cayera en el primer día.
Así que trató de sobrellevar las clases lo más tranquilo que podía, ignorando la persistente mirada de todo el salón sobre su cuerpo a pesar de que él se sentaba en una de las mesas del fondo, ¿cómo por qué preferían girarse para chismosear sobre él en vez de mirar al profesor de enfrente como la gente normal?
Nunca lo sabría.
Pero trató de ignorarlo con la mayor serenidad que poseía, así que se mantuvo cabizbajo y calladito durante las clases, evitando el contacto con cualquiera de las personas que parecían querer acercarse a su persona. Y todo había salido demasiado bien hasta que llegó la hora del receso.
El timbre había sonado hacia más de tres minutos, él seguía sentado sobre su asiento con el cuerpo tenso y la mirada gacha, podía sentir la mirada escrutadora de todos sus compañeros sobre él, casi parecían ansiosos de ver que era lo que haría o el próximo movimiento que realizaría.
Con un suspiro pesado guardó sus cosas dentro de la mochila, se levantó de su pupitre y caminó fuera del salón con toda la rapidez que sus cortas piernas le permitían. Igual los pasillos fueron una tortura, todos parecían querer destapar sus más oscuros secretos con la mirada y Yoongi se sentía tan abrumado que las piernas le temblaban.
Para cuando sus pies tocaron el pasto del jardín delantero se permitió respirar hondo, su pecho hinchándose al retener el aire dentro de su caja torácica y sus manos apretándose en puños a cada lado de sus muslos.
Casi corrió cuando vió a Taehyung y Seokjin sentados en su mesa habitual, por un momento tropezando por la rapidez pero no le importó hasta que llegó con ellos, lanzándose a los brazos del alfa sin aviso y haciéndose chiquito para que el cuerpo de Taehyung le protegiera de las miradas de todo el mundo.
"¿Hyung? ¿Pasó algo? ¿Le hicieron algo?" la voz desesperada de Taehyung sonó cerca de su oído pero Yoongi negó sin apartar el rostro del pecho del más alto.
El peliazul se limitó a tratar de tranquilizarse, su lobo gimoteaba abrumado dentro de su pecho gracias al estrés al que Yoongi estaba siendo sometido. Se sentía cansado y asustado, acechado por los otros que buscaban descubrir el secreto que guardaba dentro de su corazón.
