Broken heart || H.S

Capítulo 16: Segunda cita II

Y aquí estábamos haciendo fila para poder entrar al circo, la mañana había sido tranquila, luego de desayunar habíamos simplemente salido a caminar por la ciudad para luego almorzar, comimos helados y disfrutamos de la tarde visitando un montón de lugares. Eran casi las siete cuando nos decidimos venir por entradas para el circo, ella había dicho que le gustaban estas cosas así que aproveche el hecho de que había un circo en la ciudad. Las puertas fueron abiertas media hora después de habernos puesto en la fila, no estábamos ni tan adelante ni tan atrás, la gente avanzaba

entregandole las entradas al que suponía ser el guardia, llegó nuestro turno y el guardia hizo lo mismo que con el resto, seguimos avanzando y tomé a Faith de la mano para que no nos separaramos. Antes de entrar a la carpa del circo nos dirigimos a los puestos de comida, compramos una caja grande de palomitas y algodón de azúcar para Faith además de dos bebidas, tomamos todo y caminamos hacia la entrada, otro guardia nos indicó entrar por el pasillo derecho y eso fue lo que hicimos, caminamos alrededor de cinco minutos y pudimos encontrar la entrada final que daba a las butacas colocadas frente al escenario.

"No me habías dicho que era de hielo" dijo Faith abriendo sus ojos levemente.

"Creo que lo olvidé" sonreí al ver la emoción reflejada en su rostro.

Nos acomodamos en la cuarta fila, ni tan abajo ni tan arriba y justo de frente al escenario, la gente seguía y seguía entrando, algunos por el pasillo del medio y otros por el más lejano. Yo en cierto modo nunca fui tan fan de los circos, prefería ir al parque antes he venir a uno pero al ver la expresión de felicidad en el rostro de Faith supe que no había sido mala idea, al fin y al cabo serían unas cuantas horas y raramente me sentía bien si ella lo estaba.

"Creo que ya va a empezar" susurró al ver que la gente ya no entraba.

Las luces fueron apagadas y una música comenzó a sonar a través de los parlantes, luces de fiesta fueron encendidas reflejando un montón de colores y figuras por todos lados mientras un hombre daba la bienvenida al circo. Faith me miro sonriente y tomó mi mano para darle un leve apretón, el hombre terminó de dar indicaciones sobre las vías de salida y todo eso, las luces fueron apagadas completamente por segunda vez y se podían oír algunos ruidos provenientes del escenario, segundos después dos focos amarillos casi blancos fueron encendidos apuntando hacia la pista de hielo, un grupo de mujeres con trajes rojos brillantes salieron de entre las cortinas para patinar, tenían sonrisas anchas y se deslizaban por el hielo con rapidez, un grupo de hombres vestidos con trajes y corbatas brillantes también salieron de entre el telón uniéndose a la presentación de las mujeres, se movían de un lado a otro bailando por sobre el hielo haciendo una presentación prácticamente perfecta. El segundo acto fue el de una mujer que se colgaba de un aro sujeto al techo, ella se movía sin temor, se colgaba de brazos, pies e incluso del cuello dando vueltas repetidamente; mire a Faith y divise su rostro iluminado por el reflejo de las luces que apuntaban al escenario, sus ojos tenían un brillo que no había visto antes, una de sus manos sostenía el algodón de azúcar mientras que la otra sacaba pequeñas bolitas de el para luego llevarlo a su boca sonriente, sonreí para mis adentros, parecía una niña pequeña en todos sus aspectos, curiosa, pura, inocente, asombrada y feliz, quizás era una felicidad momentánea o quizás no, quizás mañana pueda intentar el suicidio nuevamente o quizás no, nadie sabía sobre eso pero si sabía que ella estaba siendo feliz, experimentando la felicidad en su estado más puro, estaba consiguiendo lo que tanto había esperado.

Cuando llegó el momento en que una pareja de payasos salió las risas explotaron por el lugar, jugaban con luces, sonidos, gestos y toda esa clase de cosas, a media presentación un payaso salió del escenario saltando por las rejas de seguridad hacia el público, imitó a un par de personas y luego siguió caminando entre los asientos, al momento de voltearse fijo su mirada en nosotros y sonrio, se apresuró para llegar a nuestro lado y yo me gire para mirar a Faith, ella estaba boquiabierta mirándome y preguntándose lo mismo, si ese payaso realmente estaba caminando hacia nosotros; cuando llegó a nuestro lado se sentó sobre el regazo de Faith luciendo de manera graciosa como una pareja enamorada, los grandes focos ahora apuntaban en nuestra dirección y yo sólo reía, el payaso tomó un mechón de Faith y lo enrollo en su dedo para luego coquetearle de una manera extraña, ella era literalmente un tomate, su rostro estaba rojo y no hacía más que tratar de taparse el rostro para reír, el payaso se fue luego de unas cuantas burlas más y Faith me miro para luego contagiarme una carcajada. Los actos pasaron, algunos eran sólo de dos patinadores y otros eran en grupo, un hombre también salió al escenario a hacer magia, hacia aparecer y desaparecer cosas, era realmente alucinante, también hicieron una representación de la película de la bella y la bestia con las tazas y todos los personajes. Habían pasado ya casi tres horas cuando entraron todos los artistas al escenario para despedirse con una reverencia, todos aplaudimos hasta que volvieron a desaparecer por el telón pero esta vez para no volver a salir. Esperamos a que toda la gente saliera de a montones por los pasillos de salida, mientras lo hacíamos le lance una de las palomitas que quedaban en la caja a Faith, ella me miró y cogió unas cuantas para tirarmelas encima, seguimos así hasta que un guardia vino a pedirnos que salieramos ya que éramos los últimos y el circo debía cerrar, miramos a nuestro alrededor y efectivamente éramos los únicos, le sonreimos al guardia y salimos de allí, una vez fuera vi la hora en mi celular, eran las diez y media de la noche, estaba oscuro pero yo aún quería llevarla a un último lugar; el camino era largo pero no demasiado, conduje hasta el estacionamiento subterráneo frente al parque, una vez estacionados ambos bajamos y caminamos hacia la superficie, nuestras manos se volvieron a juntar, yo siempre tomaba la iniciativa pero tampoco parecía como si a ella le molestara y eso me hacía sentir un poco más confiado, llevaba más de un mes desde que la conocía y me sentía bien a su lado, demasiado bien y eso me asustaba un poco, ella se estaba volviendo en el centro de mi atención y maldición, me gustaba el hecho de necesitarla, de quererla conmigo.