Capítulo 8 💓

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Zenka apretaba las manos en puños, el pequeño hombre frente a el era valiente, aunque lo habían lastimado el siguió adelante solo.

—¿Cuanto tiempo tienes? —

—Tres meces y una semana —  al fin lo vio sonreír, se había dado cuenta de eso, cuando tocaba su vientre un poco abultado sonreía.

—¿Has ido al Doctor? — 

—Una vez... No puedo ir continuamente, — Con la tarjeta de salud que se le había entregado ahí, pudo ir, pero no podía ir siempre, solo cuando fuera necesario.

—Y... Tu ... El padre del pequeño...¿ Aun lo quieres?— sin necesidad de pensarlo dos veces, Lester negó.

—Creí que lo amaba, tal y como el me había echo creer a mi también, pero no era la persona que yo pensaba, No tengo ningún sentimiento hacia el, amor ni odio,  es el padre de mi hijo, aunque no merezca ser llamado así... Está comprometido, siempre lo estuvo y yo no lo sabía, Lo conocí hace un año, solo fuimos novios dos meces, creí en sus mentiras y cuando lo necesité. Me abandonó, fue lo mejor, si era alguien completamente diferente al que creí conocer, me gusta la idea de no tenerlo mas en mi vida. — Lester tenia la mirada clavada en el piso, mientras zenka la tenía en el hombre frente a el.

— Me da gusto saber que ya lo has superado, por la confianza Grac....— todo el ambiente agradable que habia en esa amplía habitación se rompió cuando la puerta de la oficina se abrió y azomaron unos cabellos castaños, Zenka lo miró aguantandose las ganas de tirarlo por la ventana.

— ¿¡¡Porqué interrumpes!!?— ni siquiera ocultó un poco su descontento, los otros dos hombres sabían que estaba molesto, se notaba en el tono de voz y no les gustó a ninguno de los dos.

—Jefe, perdón. No sabía que estaban ocupados pero es urgente, los socios. Reunión urgente — habló rápido pero hizo un esfuerzo para que le entendieran lo que estaba tratando de decir.
Zenka no sabía lo que habia pasado, pero esperaba que fuera realmente importante, de lo contrario estaba dispuesto a lanzar a su amigo, pero no iba a lanzarlo por la ventana de su oficina. Eso no. Iva lanzarlo desde el techo de su oficina, y tomando en cuenta que su oficina estaba en el último piso del edificio más grande del país, sería una caída no muy agradable.
Se giró y encaró al hombre que parecía nervioso y ansioso.

—Regresa a casa ahora, iré a dejarte — si era cierto que habían problemas, entonces la reunión tardaría cierto tiempo y no quería que Lester regresara solo, no iba a dejarlo solo ahí también, tomó su saco, y las llaves.

—No, esta bien, gracias. Pero se estarían retrasando por mi, yo puedo ir solo, es temprano aún, nada me pasará, cuanto antes mejor— los dos hombres lo vieron indecisos, pero después de que el teléfono de Mike sonara casi enloqueciendolos por tanta urgencia en la voz de su asistente, decidieron que por esta ocasión le tomarían la palabra al hombre mas joven.

Cuando Lester vio desaparecer a los dos automóviles se dispuso a caminar despacio y tranquilo para disfrutar el dia, Algunas calles eran mas solitarias que otras, pero eso lo hacia más tranquilo.

—Bebé... Conocí a una persona... y me gusta mucho,  es un hombre muy bueno, amable, también es muy guapo... Me hubieran gustado enamorarme de alguien como el, pero todo esta hecho, te amo sin importar el tipo de persona que sea tu padre, disfrutaré estar junto a Zenka, nunca lo e llamado por su nombre, el es mi jefe,  y cuando nazcas nos iremos a vivir solos, pero por ahora disfrutaré el momento — mientras Lester caminaba acariciando su vientre, un hombre de ojos negros lo observaba le vio pasar cuando regresaba de estar con sus amigos, pensó que cuando lo volviera a ver, estaría cambiado, después de verlo salir corriendo cuando lo abofeteó, preguntó por el con su único amigo, pero le dijo que su familia lo rechazaron, por la misma razón que el lo hizo, era muy joven para ser padre. Tenía 22 años, no estaba preparado y menos con el.
Jack tenía una prometida hermosa, no podría perderlo todo, sus padres no se lo perdonarían, seguramente no lo apoyarían.

Estaba como solía estarlo, con una sonrisa, deslumbrante, sus ojos llenos de vida, bajó la vista a su vientre, y había crecido un poco, no pudo evitar verlo y pesar que ahí crecía su hijo "Quiero escucharlo llamarme papá" eso fue lo que su amigo dijo cuando se enteró que el sería padre.
Acompañó a su amigo cuando remodelaron una habitación para su hijo, los ayudó a transportar y acomodar la cuna, sillones, juguetes, ropa, muebles que los futuros padres compraron juntos, y sin poder evitarlo también pensó que esa pareja feliz podrían aver sido el y el pequeño Lester.

Se subió al auto y condujo lento, siguiéndolo y observándolo.

Lester pasó por una heladería, todo se veía delicioso, seguramente sabría igual o mejor, ya tenía dinero suficiente para comer a gusto, recibía una buena paga y no gastaba en comida porque cierto rubio siempre lo llevaba a comer o enviaba a un sonriente castaño para hacerlo cuando el no podía y nunca le dejaban pagar, pero no podía gastar mucho dinero como para alquilar otro departamento... No sabía cuando dejaría de trabajar y necesitaba tener suficiente dinero para cuando nazca su hijo. El no tener familia ni amigos como para dejarles al bebé y el empezará a trabajar le complicaba todo.

Entró y vio todo maravillado, era un paraíso, después de cinco minutos viendo los sabores diferentes y de no poder decidirse por cual terminó comprando un helado bomba de casi 10 sabores con chocolate, galletas, dulces, maní y una cereza adornando la gigantesca montaña.

El hombre en el auto sonrió para si mismo, el pequeño siempre fue un glotón, cuando lo llevaba a comer, su acompañante no pedía nada, pero con la mirada suplicaba comer de todo, siempre fue un hombre pequeño pero su apetito era el de dos hombres grandes juntos.
Lo vio disfrutar del enorme helado que llevaba.

Lester estaba llegando a casa y con cada pasó que daba tenia la sensación de que lo estaban observando, lo sintió desde que pasó por una cafetería pero no le dio mayor importancia y disfrutó su pequeña merienda, al llegar a casa se apresuró a cerrar la puerta con seguro, se acercó sigilosamente a la ventana viendo por todas partes, bueno, lo mas que su escondite se lo permitió, si alguien lo estaba siguiendo, seguramente era paranoia suya y la falta de llegar acompañado por un hombre rubio y de ojos verdes le estaba afectando, trató de convencerse a si mismo.

 

'Amor 2×1,   (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora