tres

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Después de aquel suceso sentí algo de culpa durante un rato, aunque quitaba todo rastro de ella escuchando el cd, (que era el objeto que me traía esa culpabilidad en primer lugar, así que no era lógico), pero las canciones eran tan buenas que me mantenían bien. El álbum en general era bueno, tanto que lo escuchaba todo el día, todos los días, una y otra vez. Hasta que me harté de él y lo odié. Actualmente ya no puedo ni verlo.

Y no volví a saber de Luke hasta que terminaron las vacaciones. Ahora que lo pienso, pudo ser más interesante que él regresara a mi dirección para llevar acabo alguna malévola clase de venganza, o que yo mágicamente tomara conciencia del acto rebelde y estúpido que cometí en su contra y en contra del lugar en el que trabaja, para así disculparme y tal vez hasta pagar mi deuda con él. Incluso comienzo a creer que hacer todo aquello me habría evitado tener una vida fastidiosamente llena de Luke Hemmings, pero no fue así.

A principios de Enero tuve que regresar al mundo real, ahora ¿cómo es el mundo real para Jane? Quisiera decir que es cool, que no tengo ningún problema del cuál necesito quejarme desesperadamente cada cinco minutos, que tengo muchos amigos y que todas las personas creen que yo soy genial tal y como mi vida lo es, es por eso pelean entre ellos a la hora del almuerzo para poder tomar asiento junto a mí. Pero estaría contando una grande y gorda mentira, la verdad aquí es que no sólo soy una asaltante de tiendas de música que comete muchos actos impulsivos, o una inadaptada social, también me llaman asesina, y la cosa con ello es que nadie tiene ni la menor idea de lo que sucedió.

Tomando todo esto en cuenta, como es de costumbre mi regreso a clases fue infernal. Era yo, enferma y cansada de que el ochenta por ciento de que las personas que frecuento en ese establecimiento tengan unas actitudes estresantes y personalidades sin chiste. Y si a eso agregamos más gente que no me conoce llamándome por apodos ofensivos y fuera de lugar en los pasillos, no es algo agradable.
Quisiera que Ana estuviera aquí, la vida sería fácil, estar en la escuela sería mi actividad favorita y podría comer ese helado de fresas con crema que no pruebo desde que ella murió.

En fin.

Todo era como siempre, excepto por Hemmings, quien no dejaba de verme en esas clases que compartíamos juntos. Su casillero parecía estar más cerca del mío que la última vez, aunque no era así. Y cada que pasaba a lado mío, me dejaba impregnada con su nuevo perfume que olía genial. Comenzó a sentarse junto a mi en la clase de literatura, y no dijo absolutamente nada hasta que ocurrió esa estúpida oportunidad cliché de trabajar en un proyecto muy importante con tu compañero de a lado. Y ahí es donde terminó de comenzar todo.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2020 ⏰

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