♪ ʟᴏꜱᴛ ♫

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¿Cómo las cosas podían cambiar tanto, tan rápidamente?

Hace tan solo unas semanas Jungkook pensaba que lo tenía absolutamente todo.

A sus veintitrés años, estaba por acabar su carrera en enfermería con muy buenas notas, sus padres siempre le decían lo orgullosos que estaban de él por ser un hijo tan bueno e inteligente y sus dos hermanos menores decían que querían ser como él.

Él siempre daba lo mejor de sí mismo para ser la viva imagen del hijo perfecto, ayudaba en todo lo que podía en la casa o resolvía las dudas que sus hermanos tenían de sus tareas, aunque se sintiera desmayar por el sueño que lo perseguía tras largas horas de estudio.

Nunca le llamó la atención el fumar y solo una vez en su corta vida había tomado, pero le disgustó demasiado el sabor amargo de aquel simple trago, por ello no lo volvió a hacer.

Sus padres lo presumían cada que tenían oportunidad, cada logro que él hacía su madre lo contaba en las reuniones de amigas y su padre con sus compañeros de trabajo y aunque lo hacía sentir avergonzado al escuchar tantos elogios, no podía evitar tener cierta emoción por escuchar las palabras con las que lo elogiaban.

No tenía más que dos amigos, Jimin y Taehyung, pero solo esos le bastaban y no pudo desear mejores amigos, se sentían felices si él era feliz y si él estaba triste por cualquier razón ellos le sacaban una sonrisa o simplemente le regalaban todos los abrazos que él quisiera y le hacían mimos hasta que se sentía mejor.

Pero aunque su vida estaba llena de esos felices momentos y parecía que el camino en el que él andaba lo iba llevar directo al éxito y a un final feliz como en los cuentos que leía de pequeño, todo cambió en un instante.

Se sintió totalmente perdido en este nuevo camino, no sabe cómo salió de su ruta, no sabe cómo es que fue a parar en medio de ese desierto que lo sofocaba en estos momentos.
Su ojos no alcanzaban a encontrar el nuevo rumbo a tomar o tal vez era sólo que los mantenía fuertemente cerrados con miedo a lo que podría encontrarse.

Si tan solo hubiera mantenido su secreto. Si tan solo no hubiera sido tan ingenuo al pensar que su familia en serio lo entendería.

Sabía lo homofóbico que era un país como Corea del Sur y claro que también sabía que su familia compartía esos pensamientos al igual que la mayoría, por ello sus amigos se ocultaban su relación frente a sus padres para no crearle problemas.

Muchas veces escucho a su padre quejarse al ver a dos hombres o dos mujeres de la mano o "demasiado cerca", su madre aunque nunca lo expreso en voz alta, hacia muecas de desagrado cuando se encontraban con una situasion asi y sus hermanos le llegaron a contar una historia donde ellos y su grupo de amigos dejaron de hablar con una chica que admitio ser lesbiana.

Pero alguien podían culparlo de pensar que ese grande amor que le profesaba su familia bastaría para que lo comprendieran y lo siguieran apoyando cuando les confesó que le gustaban los hombres.

Todo pasó el día que reunió el valor suficiente para confesarse a aquel chico alto y con lindos hoyuelos del que se había enamorado desde que entró a la facultad, sufrió su primer rechazo amoroso, y no porque aquel chico lo hubiera tratado mal, al contrario se portó bien y las palabras que usó fueron muy amables, pero eso no evitó que su corazón se rompiera y entrará llorando a su casa.

Su madre y hermanos eran los únicos que se encontraba en ese momento. Cuando sus ojos vieron a su mamá y observaron la forma preocupada en que lo miró y el suave tono de voz que usó para preguntarle qué es lo que le pasaba, lo hicieron confesarle todo.

Él creyó que su madre lo abrazaría y le diría que todo iba a estar bien, al igual que siempre hacía cuando tenía alguna pesadilla de pequeño, pero al levantar la mirada cuando ya no tenía más que decir solo pudo ver enojo llenar la cara de su madre e inmediatamente después sintió la fuerte palmada en su rostro.

Lᴏꜱᴛ | ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora