Apariencias. [TRUENO]

CAPÍTULO 5

Narra Oriana:

Mientras Pedro en la cocina nos prepara algo para comer el ambiente en el comedor se vuelve algo incómodo.

- Ehh... bueno... y... ¿vos sos de España?- dice mateo mirándome, sé que está intentando hacer que no sea tan incómodo para ninguno de los dos.

- Sí, vine aquí con mi padre cuando era pequeña - mientras hablo bajo la mirada a mis manos y comienzo a jugar con mis dedos en un intento de calmarme- Mis padres se separaron cuando aún estábamos en España y hoy en día no sé nada de mi madre... - suspiro, lo miro y fuerzo una sonrisa, no quiero que me vea débil.

- Tiene que ser duro, lo siento... - su mano se mueve hasta mi hombro y sonríe mientras me aguanta la mirada. Al cabo de los segundos, Pedro irrumpe en la sala con los sándwiches alejándonos de aquel momento en un abrir y cerrar de ojos.

Mientras comemos Mateo pone alguno de sus nuevos temas que están por salir, antes de ponerlos me ha hecho jurar que no diría nada de ellos.

Al terminar parte del trabajo me despido de Mateo y vuelvo a mi casa, al llegar como de costumbre mi padre no está.

Voy a mi habitación con la intención de cambiarme, cuando me encuentro en ropa interior me acerco al espejo colgado de la pared. Tengo la piel algo pálida con alguna peca, mi pelo castaño cae por mis hombros creando alguna onda.

Sinceramente no me siento a gusto pero en este momento lo ignoro, salgo de mis cavilaciones y me pongo una camiseta enorme y cómoda para después sentarme en el escritorio y terminar la tarea.

Escucho una especie de alarma lejana sonar, es mi móvil, al parecer me quedé dormida. Rápidamente me levanto y me preparó para salir, hoy me toca ir en bus así que me doy prisa para llegar a la parada. Una vez en la parada me relajo y me doy cuenta que con las prisas ni siquiera he desayunado.

Llega el bus, subo, me siento en el primer sitio vacío que veo y me pongo los cascos. Al poco un chico con un gorro, mascarilla y con algunas cosas más que cubren su rostro se sienta a mi lado. No me da tiempo a reaccionar cuando él dice:

- Pelotuda no digas nada, hoy me he escapado de mi guardaespaldas así que solo puedo ir en bus y como me reconozcan sabes lo que va a pasar - Por la voz sé que es Mateo, simplemente me río.
- Pareces idiota así - susurro mientras me sigo riendo.