03

45 2 0
                                    

Al día siguiente baje a la estancia principal de la casa detallando que el sol de la mañana daba un aspecto más amplio a la mansión, ahora podía divisar los cuadros de gran tamaño colgados en las paredes. De camino al comedor principal halle un niño rubio sentado a la cabeza de la mesa vestido con un polo negro y cuello de camisa blanca. Su postura era apoyar su mejilla en la mano y con la otra urgaba por medio del tenedor su comida. Subió sus ojos hacia mi advirtiendo mi llegada

-¿tengo que llamarte prima?

Pronuncio la pregunta dibujando una débil sonrisa, apartó el plato un poco para apoyar sus codos. Se mantuvo observandome con sus ojos azules juntando sus manos a la altura de su mentón.

-no tienes por que hacerlo

Sonrió bajo la cabeza para sacudir algo en su ante brazo para volver a mirarme está vez a los ojos con un sutil interés

-será morgan entonces-retire una de las silla lejanas a él, sentandome- leí por dias la carta que le llegó a baba desde hace un mes.

Sus ojos grises me mostraban una versión más joven de la señora Bellows a pesar de ser un niño

-la exageración de como te describía era para no dejar de pensar en ti

Alce las cejas dejando caer la respiración, mire el vaso de cristal a un costado reflejando la silueta de él

-seguro se esforzo mucho en la carta para dejarte asi-tome una tostada del plato cercano a mi-la Sra. Bellows me hablo sobre tu permanencía...

-acaso dijo ¿indefinida?-sonrió levemente tomando del vaso con zumo de naranja-realmente será hasta que a mi padre se le cure la demencia, está internado en un sanatorio fuera del pueblo desde hace dos años. Sinceramente dudo de su recuperación.

Su actitud despreocupada al mencionar su padre impresionaba pero no morderia tal anzuelo

-dime meg, el morgan suena formal

Sus ojos recorrían mi cara, bajo la mirada dejando salir una risa un brillo en ellos me hizo esperar 

-vi que tenías ayer un pircigs en tu oreja izquierda, a baba no le gustará nada

Y ahí estaba su artimaña, sería interesante predecir a este niño

-¿dime que no le gusta?

Sonreí mordiendo la tostada cubierta de mermelada sin quitarle la vista, los pasos de la señora Bellows se podrían escuchar hasta en Londres si eras bueno memorizando su ritmo.

-veo que ya estás aquí Morgan. Ten-extendió un par de papeles junto a un sobre amarillo-son tus horarios en el Instituto de Forks, casillero y todas esas cosas. Tendrías que ir a recogerlo por tú cuenta normalmente pero hice que los enviarán. Toma el desayuno y podrás llegar temprano.

-¿ir hoy al Instituto? Crei...

- Morgan deberás adaptarte lo más rápido a Forks para eso no debe haber ningún día de descanso

Revise las hojas que tenían marcadas el orden de las clases con sus edificios, suspire dejándolas a un lado del plato. No debía decirle lo absurdo que sonaba eso.

Me dirigí escaleras arriba para tomar la chaqueta amarilla del perchero detrás de la puerta arregle como pude mi cabello negro en el espejo que devolvía mi apariencia alta y atuendo poco colorido vaqueros negros junto a una camisa de rayas, busque las botas planas negras para bajar de nuevo a la entrada. Arthur subía las escaleras parecía ser obligado a buscarme.

-baba te espera en el garaje.

Camine hasta allá abrochando los botones de la chaqueta, acomode mi bolso para ver a la señora Bellows salir a encontrarme, detrás de ella un jeep wagonner del 86's tono rojo en buen estado aparcaba dentro. Las llaves volaron por los aires atajandolo.

-esto te llevará. No lo choques el primer día.

Me dejó sola en ese sitio contemplando mi nueva carroza

-muy bien después del almuerzo supervisare que mi esposo cocine bien las metanfetaminas.

---

Entrando al aparcamiento del Instituto vi varios alumnos caminando a la entrada otros apoyandose en sus carros mientras hablaban. Estacione lejos de la entrada apague la calefacción, salí al frío exterior para avanzar entre los demás a la tortura de asistir un miércoles a la preparatoria.

Revise los papeles de nuevo para guiarme entre los pasillos al edificio 3. Todos de repente se giraban a verme, suponía que no era común ver una cara nueva entre ellos, los ignore siguiendo las indicaciones del papel.

Las clases siguieron una tras otra sin parar, entraba sin hacerme notar para salir de la misma forma. Los profesores firmaban mis hojas indiferentes de mi llegada, en los pasillos aun estando llenos de gente no gritaban o escuchabas risas en ellas era estar en otro lugar menos en un sitio llenos de adolecentes hormonales.

A la hora del almuerzo salí fuera junto a una lata de refresco frío, una completa locura hacerlo en al intemperie helido. Di tragos largos a la bebida hasta acabarla, las lágrimas por la presión de la gas nublo mi visión, arrugue la lata cerrando mi puño arrojandola a los pies para irme al edificio 4 antes de sonar la campana

-oye el basurero está en aquella esquina-me gire al escuchar una voz femenina un tanto aguda, una chica de cabello cobrizos de tez pálida señalaba la lata en sus pies.

El viento movio sus rizos tan sólo un poco para dejarle ver su rostro por completo tenía cierto rasgos familiares que me hicieron detallarla por más tiempo, sus ojos marrones no se despegaban de los míos a la espera que hiciera lo que pedía

-si lo veo y ¿qué?-lleve mis manos a los bolsillos-no molestes

Le di la espalda, su voz no la volví a escuchar mire de reojo para verla recoger la basura, sonreí de lado sacudiendo la cabeza. En este mundo podía existir gente un tanto inocentes que no sobrevivirian en un mundo como este.

---

No demore mi salida del Instituto para dirigirme a un servicio de comida en muchos sentidos era mejor que irme directo a casa donde existia la sensación de estar presa dentro de una jaula. La vía principal se hayaba sin demasiados autos a la vista como solia ser en otros lugares la desolación que deambulaba dentro del Instituto también se arrastraba fuera. Intente sintonizar una radio cercana que me avisará de algo que no estaba enterada

"Los días lluviosos no paran por aquí

Asi es dickson y lo atipico de hoy: comer cuentos trágicos narrados por ranas andantes 

Los nuevos bipedos de hoy, que cazan de noche a niños con granos.

Y asi termina otro dia mas aqui en forks, hasta la siguiente radiofrecuencia público...

El sonido de la estática inundó el carro

...Fin de la transmisión...

La voz por computadora salio por instantes para despues la estatica continuo. pare en un semáforo apagando el sonido.

Huyendo /Seth Clearwater/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora