Capitulo 5: YEGUAS DEL DEMONIO

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CASSANDRA

9:55 am

El revoltijo de emociones de ayer iniciando con lo que sentí en el sauce hasta lo que paso en mi cabaña me dejaron exhausta tanto que hasta me dormí con mi vestido "medieval" eso es lo que dijeron las chicas cuando decidieron que era hora de darme un cambio de look el día de mi cumpleaños, ahora tengo 14 según la apariencia que decidieron los dioses, que ¿cómo lo sé? fácil, el soplón de Apolo lo confeso un día que estuvo de visita; Hazel y Piper cambiaron casi todo mi armario solo dejaron unos cuantos vestidos a pedido mío pues me sentía cómoda con ellos, según ellas me vestía como en la época medieval, y lo dedujeron después de una exhaustiva investigación en la biblioteca de la cabaña de Atenea y una de los pocos libros que habían en la de Afrodita, que para colmo mostraba uno de mis vestidos en la sección "Época de las cruzadas", fueron corriendo con el libro en mano como evidencia hasta mí y sin pedirme permiso se deshicieron de mi ropa y la intercambiaron por nueva. Después de estar rodando en la cama por quince minutos, decidí bañarme, sin ánimos me metí en la ducha, deje que el agua helada recorriera mi cuerpo, el frío relajaba mi mente, y el agua se llevaba todo rastro de los malos recuerdos.

10: 45 am

Tarde más de lo esperado en el baño, me vestí con la ropa que deje preparada (una falda larga de pliegues amarilla y una blusa blanca con el logo del campamento mestizo) Vi la hora en el reloj de la mesa de noche, todavía era temprano aliste mi maleta, un pequeño bolso con expansión indetectable que puedo usar de lado color azul, con un Bauleo todo lo necesario estaba empacado, tome mi suéter de lana, y el pabellón me espera.

11:30 am

La comida fue deliciosa, Jason se despidió de mí con un asentimiento de cabeza y se fue de la mesa, a pesar de ser mi medio hermano, es frío y distante, desde lo sucedido con los hijos de la guerra, me creyó un peligro, no negare que me dolió su rechazo, pero como dije no me arrepiento de haberlos puesto en su lugar, Percy a diferencia de él, al ver la reticencia con la que me trataba, fue llenando poco a poco ese pequeño vacío, aunque él me diga seguido hermanita, todavía no me atrevo a llamarle por ese término, Hazel y Piper, me pidieron que me cuidara, La Rue y sus idiormanos* me desearon mucha suerte (que me matara una dracaenae).

12:00 pm

Ya es hora mi primera misión real acaba de iniciar, Leo y Di Angelo se me unieron en la colina del campamento con los boletos de avión. Argos nos lleva hacia el aeropuerto he de admitir que sus ojos me causan algo de incomodidad es como si viera hasta el mínimo movimiento, al otro lado de la furgoneta escuchaba como el esqueleto andante refunfuñaba sobre aviones malditos y que Zeus nos fulminaría.

— Llamitas, no se tu pero creo que será divertido ver como Zeus lanza un rayo gigantesco sobre el asiento en donde se sentará el esqueleto andante ¿No crees? – dije con burla.

Tenía ganas de molestar al hijo de mi queridísimo tío Hades, tal vez y así se va el mal humor y el desagradable sabor de boca que dejo la humillación de ayer, Di Angelo no se tomó muy bien que digamos el apodo, pues sus ojos se pusieron más negros con algo de furia y un destello de algo que no logro percibir completamente, tampoco es que sea un haz al leer emociones, Leo tampoco paso por alto su nuevo mote, antes de que enunciara palabra alguna le dije:

— Si tú me seguirás diciendo princesa, y te vuelvo a repetir que no tengo ese título, no veo porque no ponerle un apodo a mi amigo, y como manejas el fuego pues tu sabes solo se me ocurrió – dije encogida de hombros algo incomoda y nerviosa

CASSANDRA || Semidioses en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora