Especial

1.1K 92 214
                                    

Primavera, la estación favorita de muchas personas debido a la frescura del ambiente y el hermoso paisaje.

— Giyuu, ¿Qué te parece?

Los pétalos de los cerezos florecen y los pétalos que se mecen con suavidad por el viento caen haciendo ver un hermoso paisaje que no tiene comparación, esos mismos adornan las calles de un bello color rosa y blanco.

— Déjalo, es su segundo primer día en el Instituto,

Las personas murmuraban mientras caminaban, otras reían unos juntos a otros, alegres de haberse encontrado una vez más, un año más.

— Vamos Giyuu, responde, Tierra a Giyuu, ¿en que mundo estás? — Un joven chico de cabellos color durazno caminaba de espaldas frente al azabache agitando su mano frente al rostro de este mismo tratando de captar su atención. — Es inútil.

— ¿Qué quieres que responda? — Él finalmente reaccionó ante el llamado de su amigo.

— ¿Qué estabas pensando, Giyuu? — Le cuestionó su mejor amiga, una chica de cabellos negros, ojos verdes y una dulce sonrisa tan amable.

Suspiro un tanto cansado, estos últimos días habían sido demasiado duros para él, dormía demasiado tarde, a veces no lo hacía, llegaba tarde del trabajo a medio tiempo que había logrado conseguir o ayudaba a su madre con su hermano recién nacido, todo eso lo llevaba cargando sobre sus hombros.

— No pensaba en nada, solo estoy cansado, nada más.

— Bueno, será mejor que quites esa cara de pocos amigos, ya casi llegamos al Instituto, Sabito y yo te dejaremos en la entrada de primer año y nos iremos.

— Está bien, Makomo.

— Vamos, sube esos ánimos, solo irás a primer año nuevamente, no tienes que sentirte mal, estoy segura de que esta vez nada podrá contigo. — Ella tomó por el brazo al más alto haciendo que este se acercara un poco más a su altura. — Confiamos en que te irá bien, cualquier cosa que tu necesites, confía en nosotros.

— ¿Lo que sea? — Él mantenía su expresión seria, de pocos amigos.

— Lo que sea, Giyuu, sabes que te apoyamos, tenemos años de conocernos y se que hay confianza para pedirnos lo que sea.

Y él sabia que esto era así, esos dos chicos se conocían desde que tenían memoria, vivían lo suficientemente cerca como para acudir en ayuda del otro en cualquier momento, eran como hermanos de otra madre, y no es que no quisiera a sus verdaderos hermanos, la mayor de ellos, Tsutako tenía ya 23 años y trabajaba como sub gerente de una tienda de ropa en el Centro Comercial Local; su hermano más pequeño de a penas un par de meses de haber nacido, Tomioka Giichi.

— Por cierto, ¿han escuchado sobre el nuevo estudiante? — La chica soltó el brazo del azabache para que este pudiera caminar sin dificultad. — Es un poco extraño.

— Makomo, todos los de primer año son nuevos estudiantes. — Respondió el chico de la cicatriz en su mejilla.

— No seas tonto, me refiero a ese chico, al que le llaman "El estudiante especial" de primer año.

Era como si todos los que le rodeaban se hubieran puesto de acuerdo en platicar sobre ese mismo tema, los murmullos al ser escuchados con atención hablaban sobre ese chico "especial".

— Tal vez es bueno en artes. — Dijo Makomo tratando de descifrar a que se referían los maestros con aquel comunicado que se les envió por correo unos días atrás.

— Tal vez es un prodigio en música, ¿se imaginan tener a alguien así en nuestro instituto?

— ¿Tú que piensas, Giyuu? — Ambos chicos voltearon a ver a su amigo quien se encontraba mirándolos con indiferencia a ambos como si aquel tema no le importara en lo absoluto.

I'm here [ GiyuuTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora