Encuentro.

2.8K 368 15
                                    

7.55 pm
5 minutos más y la castaña podrá irse a su casa.
Pero el sabor amargo que tenia en su boca no se podía ir aún.
Le dolia ser así con mi hermana, pero si no lo era su esposo iba a continuar siendo el miserable que ya era.

"Préstame dinero, lo necesito para la escuela de mi hijo".

"No tengo".

"Tu siempre tienes".

"Gaste todo en la pastelería que voy a poner". Mentí.

"¿y que voy a hacer?"

"Habla con el padre,  pídele dinero... estas en tu derecho ".

—_____ antes que te vayas trapea la entrada.- le pidió su jefe sacándola de sus pensamientos.

—Si.- contesto.
Una parte de ella estaba emocionada.
Hoy al fin iba a ser su último día en este lugar.

—Hola.- escuchó una voz cuando su mirada se detuvo viendo unas botas muy características.
Alzó la mirada y se encontró con el ser que más admiraba su sobrino.
Oikawa Tooru.
El chico la recorrió de pies a cabeza con la mirada y luego le sonrió coquetamente.
Si no fuera porque ya era una mujer adulta, seguramente su corazón hubiera dejado de latir.

—TontoKawa para de verla así. - habló su acompañante.

—_____ ya te puedes ir.- hablo su jefe sacandola del trance en el que estaba.— Yo me encargo.

—si.- murmuró e hizo  una reverencia. —Disculpen las molestias.

Guardo sus cosas y acomodó lo último que quedaba.
Una lagrima nostalgica corrió por su mejilla estaba apunto de irse.
Vio con determinación todo el lugar, ya que aquí pasó demasiados años de su vida para poder hacer su propia cafetería.
Cada hora extra que trabajo al fin iba a valer la pena.
Una vez ya cambiada salió del establecimiento por la puerta trasera y apenas camino un par de cuadras se volvió a encontrar con los chicos de antes.

— Yuhoo!- saluda Oikawa con la mano y la chica sonrió sonrojada. —¿No es algo tarde?

— No.- lo miró sonrojada.—Además no es como que sea débil o tonta,  me se defender.- su acompañante se rio al ver la cara de su amigo.
Mala forma de ligar. —¿Me puedo tomar una foto contigo?

—¡Claro!- sonrió a la idea e Iwaizumi tomó la foto. —Gracias. -hizo una reverencia al ver la foto en su celular.
Sin duda su sobrino se iba a volver loco cuando la viera.

—Fue un gusto volverlos a ver Iwaizumi y Oikawa. - dijo comenzando a caminar y dejando a ambos chicos con la boca abierta.

Tal vez nos volvamos a ver (Oikawa Tooru y Tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora