Quédate conmigo #Scarletwidow

Parte 2

Wanda impulsada por el deseo se vuelve a inclinar y besa el cuello de la pelirroja justo por debajo del lóbulo de su oreja. Natasha con los ojos cerrados muerde su labio tratando de contenerse, encontrándolo casi imposible.

La sokoviana vuelve y besa ahora justo sobre su pulso pasando y rozando la punta de su lengua húmeda, dándole una ligera mordida con sus dientes.

El cuerpo de Natasha arde y un escalofrío la recorre de pies a cabeza guiándola a la locura.

Wanda se separa para contemplar el rostro frente a ella, repasando sus parpados cerrados, sus largas pestañas, sus mejillas ruborizadas, su nariz, las pequeñas arrugas de su frente, la linea de su mandíbula, su barbilla, centrandose en su boca.

Con un dedo toca el borde de sus labios, trazandola, dibujando una leve línea, esa boca elegida entre todas por ella, sin comprender como coinsidiria con la suya.

Piensa que es lo mas hermoso que haya visto.

Perfecta.

Etérea.

Su pecho está calido, lleno, algo que no sentia hace mucho tiempo.

Por primera vez Natasha reacciona y abre sus párpados. Se miran, de cerca se miran, y cada vez más cerca. Sus respiraciones pesadas van y vienen a centímetros de sus labios.

Ojos verdes y cristalinos la miran con adoración, con amor .

Dos pares de ojos transmitiendo se todo sin palabras, sintiendo la misma sintonia, los mismos sentimientos.

Ahora es Natasha quien enreda sus dedos entre el pelo castaño de Wanda atrayéndola hacia ella y planta sus labios en un beso cálido, suave al principio, rompiendo al fin la tensión contenida.

Pero luego, como si necesitara de más, se apoya contra la castaña y la besa con ansiedad tornadose intenso y desesperado por sentir el contacto que tanto le hacía falta.

Wanda sulta un gemido, que lleva directo al borde a Natasha. Anciosa abre su boca y remarca su lengua por el labio inferir de wanda insitandola a que la deje entrar.

El beso es feroz y apasionado, estrella la espalda de Wanda a la pared de tras en un sonido sordo, sus manos inquietas empiezan a vagar por el cuerpo de la menor, acariciando y apretando todo a su paso, queriendo rosar cada milimetro del suave cuerpo.

Sus lenguas calientes y húmedas se azoraban entre sí, llevándolas a un juego sincronizado que parecían haber practicado hace bastante y que se sabían ahora de memoria, advirtiendo cada paso, cada jugada que daría la otra conviertiendose en una misma, deleitándose del sabor dulce de sus lenguas.

Sus labios eran la combinación perfecta y en ese pasillo solo se lograban distinguir pequeños ruidos húmedos y suspiros silenciados.

Entregadas, sus piernas temblaban y se apegan con la promesa de no soltarse nunca más.

Natasha se estaba volviendo loca, Wanda la estaba volviendo loca, no había anda que negar, le encantaba.

Un desenfrenado deseo esta floreciendo en su cuerpo creando su clima y desbordando calor.
Sus pulmones piden oxígeno pero ninguna quería despegarse Y antes de separarse Natasha atrapa entre sus dientes el labio inferior de Wanda y tira un poco de él.

Se separaron para tomar aire; sus pulmones ardian, sus respiraciones estaban agitadas y sus miradas llenas de pasión.

Unieron sus frentes y una sonrisa escapo de ambos labios. Rodeandose una a la otra en un abrazo de forma particular.

Única.

Ninguna imaginandose cuanto tiempo habian esperado por eso.

-¿Qué estamos haciendo?- Solto Natasha como un jadeo, controlando su respiración.

- Lo que debimos hacer hace mucho tiempo Nat- dijo ampliando su sonrisa y tomando la cara de Natasha entre sus manos, acariciando tiernamente sus mejillas con su dedo pulgar, tranquilizando la.

- No te quiero hacer daño Wanda- dijo con miedo. Mostrando sus inseguridades.

-shhh, no me harás daño, confio en ti Natasha.

Natasha sentia miedo, no por ella, sentia miedo de que no fuera suficiente para wanda, de creer que no pueda con sus sentimientos, nunca lo habia hecho, todo esto era nuevo.

Había llegado sin avisar una sensacion tan extraña solo cuando estaba con Wanda. Estas emociones, que la aterraban, sin saber como controlar, tan desconocidas para ella.

Pero por una vez se permitiria experimentar y dejarse llevar.

Habia sufrido en la Habitacion Roja, dónde le habían dicho que el amor era para niños, que era debilidad y hasta el punto de convemserla.

Borraron cualquier ratro de humanidad, le hicieron creer que no tenia sentimiento y que asi debia de ser, y despues de todo esto siempre sintio que no merecia nada.

Ellos habian creado un moustro, una persona sin alma y ella no se lo perdonaba. Por muchos años se había sentido vacia, sin felicidad, sin tristeza, su mente corría y corria, pero nunca puedo sentir nada.

No era nada.

Le habian quitado su propio amor.

Y ahora con Wanda se sintio diferente, ya no sentia el mismo peso por su libro rojo, sentia que habia sido liberada de algo que la habia retubido por tantos años.

Si wanda la quería, ella debio hacer algo bien y merecerlo. Madam B le había mentido, ella tenia sentimientos y se merecia ser amada y sabia que con la unica persona que se permitiria hacer y experimentar lo que era sentir, entre todo el universo seria con wanda, con aquellos ojos que la llebaban a la calma, la llenaban de esperanza.

Se habia enamorado sin darse cuenta.

¿Como? No lo sabe, no sabe realmete si así se siente el amor, pero estaba dispuesta a no ocultarse más, a aprender y entregarse completamente a Wanda.

La pequeña bruja la habia conquistado.

-Quedate conmigo Wanda- dijo Natasha viendo directamente a esos ojos grandes y redondos. Derramando una pequeña lágrima, recorriendo hasta su mejilla.

-Siempre Nat- contesto asintiendo, con los ojos llorosos llenos de amor, no se separaría de la mayor, ella merecia ser amada.

Y Wanda la amaba demaciado.

Se acerco y preciono sus labios con los de la peliroja.

Sellando así una promesa.

Borrando cualquier recuerdo tormentoso , como una cura, calmado cualquier dolor de ambas almas rotas.

Por fin despues de tanto sufrimiento, podia sentirse con vida, segura en los brazos de alguien mas, las dos mujeres habían pasado por cosas diferentes, pero habian sufrido a su manera.

Y ahora ya no era asi, ahora, era correspodida, termino queriendola como a nadie. Encontrandolo todo. Su alma gemela, y no podia estar mas que feliz, protegida.

En paz y enamorada.