Cap. 8 Helado

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Narra Simón

Habíamos llegado a un parque muy lindo que ví en una de nuestras salidas por la ciudad, íbamos uno al lado del otro sin hablar y me desesperaba ese silencio.

—Mira, un puesto de helado por allá, ¿Te gustaría uno? —me preguntó con una sonrisa, una de esas que siempre me hacían el día feliz pero que hoy solo me martiriza.

—Ángela creo que tenemos cosas más importantes que tratar que un helado además de que no creo que estés aquí solo para probar helados.

—Simón solo quiero amenizar el ambiente tan tenso que hemos creado, se supone que terminamos bien y no quiero que ahorita estemos como desconocidos —me dedico una mirada suplicante que dudo mucho suplicara un helado.

—No es caballeroso de mi parte pero ve tú y te espero en aquella banca cerca de la fuente, entre menos personas interactúen conmigo ahora mejor —me rendí y no espere respuesta alguna solo camine en dirección a la banca señalada.

Camine con mi cabeza agachada ya que no quería que la gente viera mi cara de mierda que traía y tampoco quería que algún fan me reconociera creo que mi aspecto de hoy sería el menos grato para conocerme o pedirme una simple foto además que tampoco tenía muchas ganas de ver a las personas pasar.
Cuando estaba ya cerca de la banca ví unos botines y unas piernas blancas por lo que supuse una mujer estaba sentada donde yo le dije a Ángela que la esperaría y como no había una banca más cercana decidí esperarla ahí y ya después ir a otra para no incomodar a la chica.

—¿Puedo sentarme aquí en lo que mi amiga llega? Es que le dije que la esperaría aquí en lo que ella iba por un par de helados —hable con la mirada baja, claramente no estaba de buen humor.

—Me pasa exactamente lo mismo así que sientate —respondio la chica con una voz apenas audible pero imposible no reconocerla, en ese momento levante mi mirada y fue ahí donde mi expresión cambio.

Nathalia estaba sentada con una sonrisa y vestía un lindo vestido blanco con rayas vino.

—Nathalia que sorpresa —sonreí después de todo lo que ya había pasado en el día.

—Lo mismo digo Simón, ¿Qué haces por aquí y solo? —pregunto al mismo tiempo que se paraba y me saludaba de beso en la mejilla.

—Bueno vine con una amiga a platicar y no sabes como me alegra haberte encontrado —solte sin pensar y creo que Nathalia tampoco lo esperaba pues su cara expresaba sorpresa.

—Nath te traje de vainilla —antes de que ella contestara un chico que se me hacia conocido, alto más o menos de mi estatura llegó con un par de helados.

—Oh gracias Ramiro —le respondió ella con una pequeña sonrisa y a la vez un poco incómoda. —Am Simón él es Ramiro un amigo y bueno Ramiro él es Simón, igual un amigo —nos presento.

—Un gusto —me dijo él amablemente.

—Igualmente, aunque me intriga pensar que te he visto en alguna parte —dije algo dudoso.

—Tú te pareces mucho a un integrante de una banda que escucha mucho Nath —me dijo él y causo una sonrisa en mi al saber que la mayoría de amigos de Nath sabían de Morat por ella.

—Si te refieres a Morat pues si es un integrante de ellos, lo conocí el día del concierto gracias a que Saak me llevo a camerinos por su manager de ellos —respondio Nathalia y sonreí al recordar la primera vez que la ví.

—Oooh que genial que Nath los pudo conocer —se limito a decir con una media sonrisa.

—Y si lo que Villamil me dijo en la mañana es cierto pues creo que dónde has visto a Ramiro es en el vídeo de su remix de me rehúso —solto y me sorprendió mucho ver qué Nathalia estaba aquí con su ex novio que Villa dijo que ella decía que ya nada que ver y que no pensaramos mal pero casualmente salieron el mismo día que se estrenó y por alguna razón esto era raro para mí.

Destinados (Nathmon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora