𝙻𝚘𝚗𝚍𝚘𝚗

181 18 6
                                    

Si hay algo que tiene la vida es que está plagada de cambios. El cambio es una constante en la existencia de cada persona, y sin embargo le tenemos mucho miedo.

Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron. Al llegar toque la puerta, me abrió Gemma. Venía un poco agitada, me preguntó si estaba bien, le dije que sí. Subí a la habitación de Harry, él estaba escuchando música. Me quería relajar, pensar en todo lo que había pasado. Avancé y me tiré en la cama. Harry no me dijo nada, solo se sacó los audífonos, se acostó a mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro, yo cerré los ojos. Me iba a ir de Holmes Chapel, iba a dejar el pueblo que me vio crecer, no sabía qué hacer ni cómo reaccionar. En mi pequeño pueblo me sentía cómoda, para mi no había necesidad de irse. Ni siquiera sabía los motivos de porqué nos íbamos, pero en ese momento no me importaba, quería correr, me sentía desesperada.

-Diana, ¿estás bien?.- me preguntó Harry, abrí los ojos para poder mirarlo

-Sí.- musité, lancé un suspiro, no sabía como decirle.

-Tengo que decirte algo.- exclamó mientras se paraba, se veía muy emocionado.

-Claro, dime.- me senté en la cama para poder prestarle atención.

-Louis también se presentará en The X factor.- dijo muy alegre. Lo que me faltaba.

-Eso es genial.- fue lo único que se me ocurrió decir, mi mente estaba en otro lado. Harry iba a hablar nuevamente pero Gemma abrió la puerta para decirnos que ya estaba lista la cena. Los tres bajamos a comer, Robin estaba cenando con nosotros, ese día Gemma había cocinado spaghetti con salsa, muy buenos la verdad. Anne se estaba encargando de enseñarle a cocinar a los dos, decía que saber eso le ayudaría para toda la vida. Harry también comentó lo de Louis en la cena, a Anne le había encantado, a ella le caía muy bien Louis.

Luego de la cena Gemma y Harry me fueron a dejar, iba a enfrentarme a mis padres, ellos me lo dirían ahora. Me di cuenta él porque no quería irme, era Harry, no quería separarme de él. No quería despedirme de Harry y él lo notó.

-¿Estas segura que todo está bien?.- me preguntó mientras me agarraba la mano dando una caricia.

-Si, nos vemos mañana.- le dije mientra le daba un beso en la mejilla, me despedí de Gemma y entré. Nada está bien, pero prefería decirle mañana.

Apenas entré me encontré con mis padres tomándose un café, estaban esperándome. Mi padre se paró automáticamente, se le veía nervioso. No quería alejarme de Harry, no quería cambiar mi realidad. No sabía que en el futuro, iba a cambiar de ambiente más seguido de lo que quisiera, pero eso es otro tema.

-Diana, quiero hablar contigo, es algo muy importante.- exclamó mientras me indicaba que tomará asiento a su lado. Caminé hacia la mesa y me senté.

-Prométeme que no te enojarás, es difícil para todos.- dijo mi madre, agarrándome la mano.

-No lo haré, ¿qué pasa?.- insistí, ellos me miraban, mi padre tomó un gran respiro antes de hablar.

-Hace un mes, postulé a un trabajo en una gran firmas de abogados, me aceptaron.- contó. Por lo menos ahora sabía los motivos de porqué nos íbamos, en mi interior me alegraba por él.

-Mi nuevo trabajo está en Londres, nos mudaremos allá.- prosiguió. Que me lo dijera me había dolido aún más que cuando lo escuché a escondidas.

-¿Porque no me lo habías dicho antes?.- le reproche.

-No sabia cómo, se que amas estar aquí.- dijo mi padre mientras me tomaba la mano.

-Por eso mismo deberías haberme dicho antes, sabes que me iba a costar despedirme.- enfaticé. No me dijeron nada.

-¿Cuándo nos iremos?.- les pregunté mientras me paraba.

𝐇𝐎𝐌𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora