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〄 | ❲ 𝐭𝐚𝐠𝐬 ❳*: xicheng¹, asian titans²,
xianxia³, parallel world⁴.
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〄 | ❲ 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐩𝐭𝐢𝐨𝐧 ❳*
Jiang Cheng estaba decidido a morir a cambio de la vi...
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—En el mar azul, dónde brilla tu luz—
Una voz femenina llegó a sus oídos, como el de las sirenas.
—Miedo no debes tener para poder volver—
Jiang Cheng sintió calidez por todo su cuerpo con solo escuchar esa voz. Extasiado, cerró sus ojos con tranquilidad.
— Con tu sangre azul se muestra tu eterna virtud. El camino hallarás si solo las estrellas están —
La sirena siguió cantando con su melodiosa voz. Una tersa mano acarició el rostro de Jiang Cheng, su corazón tembló abrumado. El toque de la mujer estaba lleno de afecto y delicadeza. Ante el ligero temblor, la sirena se rió con suavidad.
Declaró la hermosa voz y hubo un ligero de labios en la frente de Jiang Cheng. — Dulces sueños, mi príncipe.
El calor que lo rodeaba empezó a desvanecerse y las manos que acariciaban su cara se alejaron, dejando una fuerte sensación de abandono. Jiang Cheng intentó extender sus manos hacia la sirena, pero todo fue en vano, su cuerpo no respondía a sus órdenes.
— Espera...— susurró Jiang Cheng
El calor se alejó por completo de él y el frío lo recibió con los brazos abiertos.
— Espera... Por favor, no me dejes. —
Sin embargo, parecía que aquella mujer no podía escuchar sus súplicas.
De repente, una voz parecida a la de un niño gritó en su tímpano: — ¡Mamá!
Jiang Cheng despertó agitado. Trató de sentarse y tosió varias veces para recuperar el aliento. Sus manos tocaron su cuello, la piel húmeda lo hizo volver en sí.
Desorientado, intentó reflexionar sobre el sueño de hace unos instantes.
La canción la conocía a la perfección. La escuchaba desde que tenía la edad suficiente para recordar eventos importantes. Siempre era lo mismo: ella cantaba la canción y después de eso le diría que lo ama para luego despedirse. No importa lo que Jiang Cheng hiciera, nunca podía hacer que la hermosa voz estuviera más tiempo con él.
Quería saber su nombre, conocer su rostro y preguntarle: ¿Por qué sentía tanto dolor cuando se alejaba?
Los latidos de su corazón lo hicieron jadear; su creciente angustia no se apaciguaba y le robaba el aliento
Justo como en esa noche, aquella en la cual perdió su hogar bajo la secta Wen.
Olvidó por un momento a la cálida sirena y palmeó su pecho.
Jiang Cheng... Nunca olvides quién eres.
Yu ZiYuan, la temible araña violeta, sonó tan fuerte en aquel momento. Tan fuerte que por un segundo Jiang Cheng pensó que regresaría con vida.
