Prólogo

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Si se le pregunta a la población mágica de Europa, que nombres las escuelas mágicas conocen del continente Americano, la mayoría nombrará las escuelas de Ilvermorny y Castelobruxo. Sin embargo existe otra escuela de magia, tan antigua y desconocida que es considerada como una simple leyenda.

Se dice que al fin del mundo, cerca de la gran cordillera de los Andes, se esconde un majestuoso castillo protegido por una fortaleza natural de montañas y una gran nubosidad. que confunden y alejan a los seres no mágicos. Dicho castillo fue construido por un grupo de magos, dos Mapuches, una bruja española y un mago proveniente del Tahuantinsuyo. Que viendo el aumento de la población mágica en el territorio decidieron fundar un colegio que enseñara y protegiera a todo niño o adolescente que naciera con magia.

Illari Callañaupa, indígena Quechua, plantó en el jardín principal un Molle, un árbol grande y hermoso que era considerado sagrado para su pueblo. Dicho árbol fue hechizado con magia ancestral para que sus hojas se tornaran de color dorado y que en ellas estén escritas el nombre de cada mago o bruja nacidos en los territorios de Perú, Bolivia, Argentina y Chile, los cuales al cumplir 11 años recibirían una carta para poder asistir al colegio.

Cuenta la leyenda que en este colegio se formaban a fuertes Guerreros, ágiles e inteligentes magos y/o brujas que contaban con amplios conocimientos de hechizos, con un buen estado físico y una gran unión a la madre naturaleza. Del mismo modo, se cuenta que los estudiantes graduados de este colegio pasaban a formar parte de un grupo de élite que se encargaba de proteger a la comunidad mágica de los no-mags y de los "Calcu", magos que mal utilizan la magia con el fin de dañar a otros.

Por años esta leyenda se fue olvidando, sin embargo esto cambiaría en el año 1976 cuando Albus Dumbledore, con el fin de buscar apoyo para derrotar a Voldemort y su séquito de mortifagos, llega luego de años de investigación a Chile para encontrarse con Hector Maripillan, director en ese entonces del Colegio Huapi Paihuen.

Un desastre de proporciones gigantescasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora