Kali

Capitulo 1 Los recuerdos de Kaz.

-Kazte corre hacia su hermana en medio del prado y le da un fuerte abrazo sonriendo. 
Kazte grita fuertemente, a la vez que alegremente como normalmente no hace con sus amigos.
Luni!.
Lune abre los brazos de la forma más tierna que hay y acepta el abrazo de su hermana.

¿Como esta mi pequeña favorita?. Dice Luna, sonriendo al ver a Kazte una vez más mientras la abraza.

Oye ya soy mayor, tengo 17 años como para que me llames pequeña.-Refunfuña entre dientes, mirándola.
Bueno, bueno tranquila - Lune toca tiernamente la punta de la nariz a su hermana, después prosigue diciendo ¿Y como estás?. 

Bien, con ganas de ver a madre otra vez, debe de estar débil. -Responde Kaz.

Pues vamos. -Lune se agacha para que Kaz suba en sus hombros, y delicadamente Kaz lo hace.

Pero... tienes cuidado que Blanck no nos descubra ¿Verdad?. -Dice algo preocupada mientras se sube a sus hombros.

Sí, ella esta en su entrenamiento tranqui. -Dice mientras la lleva a ver a su madre.

-Horas después de estar con la madre, sentadas al lado de un árbol.

Oye... mama esta muy mal, ¿Tú crees que será verdad eso que dice Blanck? De que la energía negra  es mala y que mama se transformara en una bestia... No sera verdad, ¿No?. -Dice Kazte mirando a su hermana, con una mirada preocupada.

No, cielo, todo esto son exageraciones, mama no puede controlarla, pero cualquier con dos dedos de frente, sí. -Responde su hermana, con ternura.

Kaz mira al cielo.

Hermana se me hace tarde, debo volver a la posada, o cerraran las puertas. -Se levanta rápidamente y se va corriendo, despidiéndose.
Los días pasaron así como dos años, a escondidas de su hermana Blanck, no solo veían a su madre, la que todos trataban como una peste o perjudicada, si no que también Lune estaba aprendiendo a controlar la energía oscura, y con ello le daba pequeñas clases a su hermana, moderadas, para que cuando fuese adulta ella pudiese elegir que combinar con sus armas, sin embargo a los oídos de los conocidos de su hermana llegaron las noticias, de que tanto como una como la otra entraban y salían del pueblo.
No segura de que fuesen o no rumores, la hermana mando unos espías a encargarse de saber si esto era real o no.