Cap 3

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Hacer el amor con Harry Styles no había sido muy inteligente. La había pillado por sorpresa, no esperaba encontrarlo en el hotel en el que se hospedaba. Tenía la guardia baja y se sentía emocionada, ansiosa y algo más, su corazón estaba confuso. Ahora él era más fuerte de lo que recordaba si pretenderlo le había roto el corazón y había sentido su ira cuando habían hecho el amor. Pero también se había mostrado cariñoso y entregado a pesar de la latente ferocidad que había percibido en el.

El error había sido cometido y ahora Jade era incapaz de negarle un beso. Había pensado a menudo en aquella noche que habían pasado juntos tratando de dejar de lado sus sentimientos y culpando a la falta de afecto por la que estaba pasando en ese momento. Pero lo cierto era que Harry Styles era un hombre inolvidable, guapo y apasionado.... Había estado enamorada del muchacho y los sentimientos habían vuelto a surgir incluso a pesar de que ya no era a persona cariñosa y dulce que una vez había conocido.

Había conseguido destrozar aquella parte de Harry Styles y sabia que tener una aventura con el solo podría causarle más dolor.

Jade

Harry rozo sus labios con los míos su boca era firme y decidida. Su olor transmitía masculinidad y nos entregamos al beso, como si cayéramos a un precipicio y no hubiera esperanza de salvación. La caída me destrozaría pero me negaba a disfrutar otra vez a la pasión de sus labios. Me atrajo aun más hacia el, metiendo las manos en los bolcillos traeros de mi vaquero. Su masculinidad se hizo presente, me entusiasme al saber que con tan solo un beso lograba excitarlo de esa manera.

-Todavía sabes a fresas- murmuro, haciendo el beso más intenso y frotándose en la unión de mis muslos.

- Oh!- gemí en sus labios. Harry gruño dándome a conocer como mi placer lo afectaba. Paso su lengua por mi labio inferior lo que me hizo abrir a boca, a lo que soltó un gruñido de placer. Temblorosa, gemí de nuevo en un extraño estado de excitación. Con las rodillas separo mis piernas acercándose todavía más. Apenas podía respirar y en lo único que pensaba era en estar desnuda junto a él otra vez. Rindiendo mi cuerpo que parecía decidido a hacer lo que el quisiera por mucho que intentara resistirme. Harry siguió besándome, por el cuello hasta pasar a los hombros. Hundió sus labios en mi clavícula y luego más abajo, hasta que mis pezones quedaron duros de excitación. Me había entregado a él una sola vez y parecía que cada célula, cada nervio, cada centímetro de mi cuerpo estaba marcado por el recuerdo, con una marca imborrable que permanecería en mi para siempre.

- Levas demasiada ropa puesta - con destreza me quito el jersey, me desabrocho el sujetador, con sus ojos puestos en la prenda antes de desacere de ella. Mi espalda se arqueo, mostrando mi deseo. Harry recorrió con la boca mis pechos primero uno y luego otro, humedeciéndolos luego soplo en mi piel lo que hizo que me estremeciera y soltara un gruñido de desesperación.

-Oh, Harry- dije sin ni siquiera reconocer mi propia voz, lo tome del pelo para sujetarlo cerca mío. El deslizo su lengua por uno de mis endurecidos pezones, haciéndome sentir mojada y caliente. Me retorcí de placer y cuando el se separo para mirarme a los ojos me derretí en aquella verde y penetrante mirada, estaba llena de sensualidad.

- Deseo tenerte esta noche - dijo él con la voz más ronca de lo común - A mi manera.

Estaba demasiado aturdida para saber a qué se refería. Creo que era una afirmación o ¿una petición?, pero eso no me importo en cuanto sus labios rozaron los míos. "A mi manera" ¿eso no podría ser bueno? o ¿sí?

-Que significa eso exactamente- susurre un poco distraída. Me había tomado por las nalgas atrayéndome a su erección notablemente creciente. Mis senos quedaron aplastados en su pecho, que subía y bajaba muy rápido.

- Como te dije, sin ataduras, sin remordimientos y sin compromisos.- su mirada paso de cálida y hambrienta a fría. Aquello de ­Sin ataduras me intrigaba más que nada en el mundo. Mientras que a los remordimientos yo ya los tenia, así que ¿qué importa uno más? ¿Y los compromisos? Yo y e no estábamos destinados a estar juntos. Y eso yo y el ya lo sabíamos.

Agarro mi mano y me dirijo a dormitorio, con la idea de volver a hacer el amor. La luz de la luna llenada el dormitorio. Algo pareció llamar su atención, era mi foto con un famoso futbolista, Louis Tomlinson, en la foto el salía con su brazo por encima de mi hombro y ambos sonreíamos a la cámara. La foto estaba enmarcada, colocada en el lado derecho de mi cómoda justo al lado de la foto de mi madre, mis hermanas y yo. Aparto la mirada rápidamente de la foto. Se paro justo enfrente de la cama y se giro para mirarme.

-Quitaste los zapatos nena- obedecí dejando mis pies descalzos al frio suelo. Harry deslizo sus manos por mis vaqueros hasta llegar a mi cintura, bajo a cremallera y los dejo caer lentamente junto a mis bregas. Rápidamente sus manos volvieron a acariciar mi piel recorriendo cada centímetro. Me estremecí y respire hondo tratando de calmar mis nervios.

-¿Recuerdas esto Jade?- El acaricio mis mas íntimos rincones con un solo dedo sin dejar de verme a los ojos. Estaba tan caliente por todas partes. Volvió a besarme en los labios, primero suavemente, luego con más intensidad, mientras rítmicamente seguía acariciándome con su dedo.

Gemí de placer y Harry callo de rodias frente a mí. Sustituyo su dedo por su lengua. Intente moverme pero me sujeto de las caderas. Siguió acariciándome una y otra vez hasta que me oyó gritar, soltó mis caderas dejándome moverme, entre rápidos e intensos jadeos. Estaba agonizando de pación. Mi cabeza se echó hacia atrás una leve capa de sudor cubría mi cuerpo, alcance el orgasmo entre gemidos y suspiros.

Harry se levanto y me beso apasionadamente, sujetándome de la cabeza y introduciendo su lengua en mi boca, en un muy sensual juego de lenguas. Su boca arrematando a la mía.

-Harry- murmure entrecortada debido a mi agitada respiración- Ha estado muy bien - añadí mirándolo con timidez.

-¿Muy bien?- pregunto el vanidoso.

- Increíble, inolvidable. No quiero que se te suba a la cabeza.

- Muy tarde.- Reí y el sonrió. Drásticamente cambio su expresión a una seria. Se quito los zapatos, ya que todavía seguía vestido.

-Quítame la ropa Jade- me beso y yo obedecí. Le quite la camisa y le bese todo el pecho, a lo que el soltó un gemido y me atrajo hacia él.

-Necesito penetrarte- susurro en mi oído. Le desabroche los pantalones y se los quiete. Me empujo suavemente para que me tumbara en la cama, pero yo tenía otros planes. Coloque mi mano en su erección. - O puede que todavía no. - añadió dándose cuenta de mis actos.

-Sin ataduras ¿Recuerdas?

-Sí. Me alegro de que tu también tengas buena memoria.- dijo mientras empezaba a mover mi mano. Me agarro por las caderas y me beso, mientras mi mano se seguía moviendo en su longitud. Me arrodille frente a él, Harry me miro y coloco sus manos en mi cabeza mientras yo lo introducía en mi boca. Me detuvo con la mano y me tumbo en a cama. Lo rodee con mis brazos y al parecer esa fue toda la invitación que necesito.

-No juegas limpio.

-¿No es más divertido así?- me sonrió y se coloco sobre mí.

-Jade, los juegos no están más que empezando.- me hizo separar las piernas y se introdujo en mi lentamente, tomándose su tiempo y observando mi expresión de placer. Un pequeño gemido salió de mis labios. Después de la primera embestida, perdimos el control. Su cuerpo se ajustaba perfectamente al mío y mis deseos aumentaron todavía más. Arque mi espalda y gemido tras gemido salía de mi boca. Llego al clímax junto a mí. Me agite con fuerza, suspire y me relaje en la cama.

-Tu tampoco juegas limpio- susurre. Se tumbo de espalda a la cama. Luego se giro hacia mí y me sonrió.

-Lo sé, cariño, es mi mayor virtud.- dijo con cierto tono de maldad. Lo ignore y me incorpore.

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La venganza del millonario. [En Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora