Mi chica mala~ {Chat Noir y Tú}

Cap1: La llegada de esa Chica.

Narrador omnisciente:

Una Chica Discutía con su Madre, Mientras que su hermano Mayor solo miraba.

— _____ Será mejor mudarse a París, estando allí ya no viajaré tanto.

— Lo mismo dijiste cuando vinimos a Estados Unidos, y sin dudas viajas más que antes.

— Hija, Allí estarás mejor podrías hacer nuevos amigos.

— Mamá, no quiero tener que estar de lugar en lugar.

— ____ Deja de discutir, estoy seguro de que está va a ser la última vez...

— Uriel, es encerio?, Te quieres mudar teniendo ya una vida aquí?.

— Ni que tuviera muchos amigos, todos son unos interesados.

Suspiro rendida, aunque discutiera y discutiera, se iban a mudar igual.

— Bien, Nos mudaremos a la ciudad del amor, que bueno...

Comentó sarcástica.

— Prepara tus cosas, nos vamos en una semana.

Subió las escaleras, entró a su cuarto y comenzo a guardar sus cosas a regañadientes, no quería mudarse, no quería tener que volver a soportar el bullyng por ser "La nueva".

Una semana después

05:00am
La pelinegra despierta sin razón aparente, como todas las Noches, en unas horas irían al aeropuerto, se levantó de la cama, se dirigió al baño, se lavó la cara, para luego dirigirse a la puerta de su cuarto, salir de esté, y dirigirse a las escaleras, pero...

— Hola ____~

Dijo una voz ronca, a lo cual ella reaccionó soltando una patada y una bofetada a quien la había asustado.

— Auch! Casi me arrancas un ojo con tus uñas!.

— Jodete por pelotudo! Te dije mil y un veces que no me asustés Uriel!.

— Bueno pero no sé enoje Doña, solo fue un susto inocente.

— Ufff Si, re inocente, Me volvés asustar y te empujo por las escaleras, corta.

— Entendido Jefa.

— Y...que carajos haces despierto a esta hora?.

— Instinto De hermano may9r.

— Andate a la miércoles, boludo.

— Y ahora por qué te despertaste?.

— Nosé, Sin ninguna razón como siempre...

Comentó mientras bajaba las escaleras en dirección a la cocina, y su hermano la seguía.
Tomo una manzana, para luego comenzar a comerla mientras se sentaba sobre el mostrador, su hermano se sentó en una silla, mientras la observa.

— Que me mirás ?.

— La cara de Mono que tenés.

— Uy como si vos fueras la cosa más hermosa del mundo.

— De echo si lo soy.

— Dejá de decír Boludeces que sos igual de extraterrestre que yo.

— Por lo menos yo tengo ambos ojos del mismo color.

— Y eso que tiene que ver?, Mis ojos me hacen más interesante.

Le respondió con una sonrisa ladina en su rostro.

— Te odió.

— que lindo es ser correspondido.

Soltó una pequeña risa.