CAPÍTULO 1 - AMANTE

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¡Necesito más dinero, el que me diste este mes fue muy poco!

Los gritos de aquella mujer podían oírse por toda la oficina, sin embargo, los trabajadores continuaban en sus escritorios bastante tranquilos, habituados a tan escandaloso comportamiento, aquella escena era de lo más normal para ellos, cada mes la esposa del jefe venía demandando por más dinero y siempre obteniendo el mismo resultado, ni un Baht más.

Era algo tan común que no importaba lo fuerte que la mujer gritara, ellos seguirían en lo suyo como si nada pasara, nadie podría tildarles de insensibles, al inicio de aquel matrimonio pensaron que su jefe era un cruel tirano y tacaño con su dulce esposa, aquello cambio al notar que la esposa solo era de apariencia dulce. Algunos suspiros de pesar se mezclaron con aquella escandalosa voz.


Te dije que eso es todo— La tenue respuesta apenas fue oída por la alterada mujer — ¿Quién te manda a gastarte el dinero en una sola tarde?— Preguntó agotado de la misma rutina todos los meses. La paciencia de todo hombre tiene un límite y la suya estaba por terminarse— Ahora vete, tengo una junta importante. — Dijo Luke sin siquiera mirarla, tan solo escuchó un fuerte grito agudo junto a un portazo, a veces se preguntaba como su puerta aguantaba esos golpes cada mes que su esposa venía a exigirle dinero para sus caprichos, no entendía como 30.000 dólares al mes, le parecía poco, hace mucho que quería divorciarse, pero si lo hacía ella se quedaría con la mitad de todo su imperio y eso no se lo iba a permitir. Su mano derecha apretaba fuertemente el puente de su nariz, como método para controlar la rabia que le recorría.

*TOC-TOC*

El peculiar sonido en la puerta era algo que solo su mejor amigo Ohm lo hacía, como era de esperarse entró sin esperar a la confirmación.

Parece que ya se fue la fiera…— afirmo mientras se sentaba frente al mayor con una gran sonrisa, dejando una carpeta en su escritorio — es la lista de los pasantes, escoge al que quieras.

Como era costumbre en su empresa, cada año escogían a un pasante de primer semestre para trabajar en ella como convenio con la universidad de la que se había graduado.

Lo veré después— resopló— no tengo ganas después de esos gritos…— Luke, revolvió un poco sus negros cabellos, después de oír a su amigo reír con una gran carcajada — ¿De qué te ríes? —Cuestionó enfurruñado.

De ti hermano — Ohm se encogió de hombros — ya te he dicho que si no quieres dejarla… — hizo una pausa dramática, tentando a la reacción de su amigo — al menos consíguete a alguien para que te quite todo ese estrés…

Revisaré los perfiles y te enviaré el nombre para que redactes el contrato — Soltó ignorando las palabras de Ohm, el cual solo negó con la cabeza y salió del despacho.

Luke se había estado planteando ejecutar la loca idea de su mejor amigo, tener una amante, desde que se había casado hace dos años, su esposa y él rara vez tenían relaciones sexuales es más rara vez se dirigían la palabra, las muestras de afecto eran extrañas y ni que decir cómo vivían, Luke se quedaba la mayoría del tiempo en cualquiera de sus hoteles con tal de no ver a su esposa, así que la descabellada idea de su amigo, no parecía tan mala, pero por alguna razón ninguna mujer le atraía. Busco en bares y aplicaciones de citas, hasta contrató unas cuantas prostitutas, ninguna era su tipo. A decir verdad, le daba pena hablar de eso con su amigo por lo que siempre evadía el tema.

~~~~~~~~~~~~~~

Ya casi era la hora de salida, y lo que menos quería, era ir a su casa a escuchar de nuevo los reclamos de su esposa, había escuchado de una nueva cafetería cerca así que se dispuso a ir hasta dicho lugar para probar que delicias ofrecía.

Al llegar a dicha cafetería, parqueo su lujoso auto frente a esta y entró al lugar, el cual no estaba tan mal, tenía un estilo muy elegante, pero sobre todo estaba tranquilo, algo que Luke realmente necesitaba “Tranquilidad".

Se sentó en una de las mesas más alejadas, sonrió levemente al observar la carta en la mesa, miró el menú para ver que ordenaría, no pasó ni un minuto cuando uno de los meseros se acercó.

Buenas noches — la formal voz captó su atención sin embargo sus ojos continuaban fijos en la carta — gracias por venir a nuestra cafetería ¿Puedo tomar su orden? — preguntó el mesero con mucha alegría y entusiasmo, algo que a Luke obviamente le irritaba, cómo alguien podía estar tan feliz?.

Quiero un cappuccino y una porción de pastel de chocolate — Luke ni siquiera alzó su mirada, se limitó a sacar su celular para observar sus redes sociales, observando que su esposa estaba de fiesta con sus amigas, como siempre.

Enseguida señor — Nat se alejó de aquella mesa lo más rápido posible, por alguna razón atender a aquel cliente lo había puesto nervioso, era tan guapo y su voz casi lo hizo gemir al momento de oír su orden, sentía que lo había visto antes, aunque no sabía dónde. Pasó la orden al cocinero y en cuestión de minutos la orden estaba lista. Tomó un gran respiro, caminó con seguridad, procurando que sus piernas no tropezaran hasta la mesa, al llegar colocó con cuidado el pedido en ella. — Que disfrute su comida — hablo con la misma emoción de antes.

Por alguna razón Luke alzó su mirada para agradecerle al chico por su amabilidad, pero al rato de observar esos hermosos y negros ojos no pudo decir palabra alguna, era el chico más perfecto que en su vida había visto y vaya que había visto muchos que andaban tras él. Se limitó a sentir con la cabeza en forma de agradecimiento, casi tira el celular de su mano al ver la resplandeciente sonrisa de aquel chico. Su corazón latía a mil por hora, no pudo despegar su mirada del chico por casi una hora, lo veía ir y venir por toda la cafetería con esa preciosa sonrisa.

No sabía que era lo que pasaba, pero necesitaba conocerlo

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No sabía que era lo que pasaba, pero necesitaba conocerlo. Alzó su mano para pedir la cuenta, a lo cual el pequeño muchacho se acercó con una libreta y la puso en la mesa. Luke, ni siquiera se fijó en el precio, solo puso su tarjeta de crédito con una nota extra que en un arrebato escribió.

Nat ni siquiera se dio cuenta de aquel papel adicional, solo al momento de ir a la caja para pasar la tarjeta, vio como la pequeña nota caía a sus pies.

“Llámame loco, pero necesito saber cómo te llamas… por favor, concédeme el honor de saber tu nombre."

Las manos de Nat comenzaron a temblar de emoción, miró por encima de su hombro hacia la mesa donde se encontraba el guapo cliente, en su loca vida se hubiera imaginado que aquel hombre hiciera eso para saber solo su nombre, con las manos sudorosas y temblorosas garabateo rápidamente en una servilleta, evitando que sus compañeros vieran su descaro; con mucha valentía después de haber cobrado, fue hasta la mesa para colocar de nuevo la libreta y alejarse casi corriendo.

Luke al ver como se iba, soltó un suspiro admitiendo su derrota, de seguro lo había asustado, pero al igual que Nat se sorprendió al ver una notita junto a su tarjeta de crédito.

“Si quiere saberlo, espere a que termine mi turno, salgo a las 8 por la puerta de la calle Londres.”

Al ver la nota buscó con su mirada al chico, notando que él también lo estaba mirando, con un giño en el ojo se levantó y fue hasta su auto para parquear justo en la calle indicada.

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Justo a las 8 de la noche, el exitoso empresario se encontraba dentro de su auto a la espera de aquel joven, vio como todos los empleados de la cafetería salían uno por uno, y casi al final estaba aquel pequeño muchacho, presuroso salió del auto a su encuentro, observó como su rostro sonreía de oreja a oreja.

Antes de que diga algo…— el más pequeño lo freno colocando su mano en el pecho ajeno — quiero decir que yo no soy un cualquiera …— Su voz tuvo un pequeño quiebre — no sé qué está pensando, pero… yo... — Nat se perdió en sus palabras cuando noto que el hombre de traje negro lo observaba fijamente.

Luke no sabía que le estaba pasando, era la primera vez en su vida que alguien le causaba esas sensaciones — No estoy pensando nada malo…— su voz enronquecida estremeció al menor — me presento soy Luke Voyage…  perdona si te he causado una mala impresión… no soy de las personas que hacen esto, pero tu…— con valentía se acercó lentamente hasta tocar la suave y esponjosa mejilla del menor mientras que un frío escalofrío recorrió su cuerpo — eres el chico más perfecto y hermoso que he visto en toda mi vida…

El pequeño abrió sus ojos en señal de sorpresa, aquel hombre lo estaba tocando y le estaba diciendo todas esas palabras tan dulces —M-mi... mi nombre es Nat.. — tartamudeo suavemente fijando su mirada en el piso. —

Nat… maravilloso nombre para un ser tan hermoso como tu — Algo en aquel empresario hizo que su cuerpo abrazara al ajeno para tenerlo más cerca, observó como el pequeño alzaba su mirada, no supo que lo impulso, lo siguiente que sintió fueron los labios ajenos contra los suyos, iniciando un ferviente beso, sus ojos de inmediato se cerraron dejándose llevar por el deseo.

 —— Nat… maravilloso nombre para un ser tan hermoso como tu — Algo en aquel empresario hizo que su cuerpo abrazara al ajeno para tenerlo más cerca, observó como el pequeño alzaba su mirada, no supo que lo impulso, lo siguiente que sintió fueron lo...

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No supo cuánto tiempo estuvo besándolo, pero al notar como se separaba lentamente, sonrió satisfecho — Sé que esto sonará loco…, pero acompáñame esta noche.




"Mi dulce amante"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora