¡La mafia japonesa, más conocida como Yakuza, oculta muchos secretos y misterios!
Es una gran red organizada de crímenes, asesinatos, y entre otro tipo de delitos.
Pero, ¿Acaso puede llegar a surgir un extraño tipo de romance en esta oscura organiza...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esa era la ocasión especial en la cual varios grupos yakuza estaban reunidos para conocer a los nuevos miembros y el resurgimiento del grupo Karasuno.
Las damas caminaban de un lado a otro con su respectivo atuendo y maquillaje, sirviendo a los pedidos de quienes estaban en el lugar.
Fue entonces cuando Miu se acerco a Sawamura para saludar. Del modo mas formal posible hizo una reverencia y se quedo frente a el.
— Gracias por asistir — le dijo Sawamura. Un hombre de cabello castaño y barba se acerco para saludar, desde su posición notaba que era un tipo mas bien sensible.
Seguido de este apareció Sugawara y le mostro una sonrisa amplia de cordialidad, si querían que fuera parte del equipo, necesitaban ganarse su confianza y ellos al ser los representantes del grupo en ausencia de Ukai y Takeda debían encargarse de eso.
Los de primero se fijaban en las Geishas frente a ellos, Hinata se sentia totalmente avergonzado, casi igual de nervioso que Yamaguchi, Kageyama estaba teniendo una charla privada con el lider de Aoba Johsai. Y Tsukishima parecía importarle poco la atención de su acompañante.
Por otro lado, Tanaka y Nishinoya se sentían mas que honrados por la presencia de las mujeres en el lugar. Ennoshita agradecía a los presentes junto a Kinoshita y Narita. Realmente el hecho de que varios grupos estuvieran allí les daba alivio.
La mirada dorada de Tsukishima recayó sobre la figura delicada y femenina de Yamamoto, quiza si la ayudaba ella los ayudaria luego, lo primero era saber como hacer eso.
Se veía tan distinta con aquel monton de maquillaje y ropajes, era casi irreconocible. Poso sus labios en la copa con bebida y luego el contenido corrió por su garganta dejando una sensación amarga.
Dos voces llamaron su atención y de inmediato soltó un suspiro entre molesto y cansado, sus adorados senpais Bokuto y Kuroo lo invitaban a la mesa dónde estaban.
Con la fuerte mirada autoritaria de Daichi sobre el no vio mas opción que ir con ellos.
— Lentes, ¿Que tal? — Saludo Bokuto dándole un golpe en la espalda.
— Buena reunión, hace un tiempo no veia Geishas en una de estas —miro a su alrededor cautivado por la decoración y la ternura y formalidad que demlstraban las mujeres.
— Les dejaria todas con gusto — bromeó ganandose la rosa de los dos.
— Lograste que ella participara en el entretenimiento, quiza le interesa el grupo — El de cabellos blancos elogio aquel acto.
— Entonces eso es algo bueno para nosotros, no lo vi así— se rasco la nuca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
