¡La mafia japonesa, más conocida como Yakuza, oculta muchos secretos y misterios!
Es una gran red organizada de crímenes, asesinatos, y entre otro tipo de delitos.
Pero, ¿Acaso puede llegar a surgir un extraño tipo de romance en esta oscura organiza...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su atuendo aquella mañana era uno mas turístico y relajado, pero al ver a Tsukishima usando traje y corbata no pudo evitar reír y mandarlo a su cuarto a cambiarse, cuando este regreso lo tomo por los hombros y lo miro a los ojos.
— Muéstrame tu expresión de ira — con extrañeza por aquel pedido junto un poco el espacio entre sus cejas sin que el resto de su rostro cambiara mucho.
— ¿Así? — luego volvió a su expresión común y ella suspiro.
— ¿Y la de tristeza? — una vez mas el frunció el ceño y ella se rasco la cabeza — ¿Puedes mostrarme la expresión mas feliz que tengas? No importa si debes recordar algo para tenerla.
Los labios del rubio se surcaron en una sonrisa sarcástica mientras fruncía el ceño, una expresión totalmente aterradora ante la mirada de cualquiera, la mas baja le dio unas cuantas palmadas en el hombro y negó con la cabeza casi fingiendo tristeza.
— ¿Puedo saber por qué me pidió eso? — Tsukishima acomodo sus lentes y luego miro a su jefa que tenia la misma expresión de lastima combinada con terror.
— L-lo decía porque se supone que vamos a ir a una zona turística por un asunto importante, pero parece que no puedes fingir felicidad sin que parezca que le acabas de sacar las entrañas a alguien, así que solo finge que eres ese tipo de persona a la que no le gusta salir pero que acompaña a alguien porque se lo pidió — explico y se dio la vuelta para dirigirse a un espejo y acomodar su ropa.
— Bueno, no sera difícil de fingir, básicamente es eso exactamente lo que voy a hacer, ahora le pregunto, ¿De que se trata ese asunto importante de hoy? — Apoyo su cuerpo contra una de las paredes del cuarto — ¿Debería llevar un arma?
— Por supuesto que deberías, debo cobrar algunos prestamos de hace unos años y entregar mercancía a un cliente, pero esta vez debe verse como un intercambio común pues el lugar al que vamos esta lleno de civiles, pero nunca se sabe que puede pasar a puertas cerradas, ya le di una segunda oportunidad de pagarme, así que si no me paga esta vez, tendré que ponerme un poco agresiva — abrió su equipaje y saco una gorra negra para cubrirse del sol y le lanzo otra a Tsukishima — Hasta que lleguemos a ese sitio tu y yo somos simples turistas, un par de jóvenes nipones que vinieron a conocer el lugar aprovechando la época de descuentos.
— Entendido — asintió y se puso la gorra, tomo su bolso y lo dejo sobre la cama, saco de este una pistola un poco pequeña y reviso si tenia munición suficiente — ¿Cree que pueda camuflar bien esta arma con este atuendo?
— En esta ocasión yo llevare la pistola, sera mejor para ti una daga oculta pero que puedas tomar rápido, tienes un atuendo sencillo así que es mas fácil que vean tu arma, así que hagamos un intercambio —De su bolso de mano saco una daga y la extendió hacia el rubio, quien la tomo y le entrego a ella la pistola — Si ya esta todo listo, entonces vamonos.
