LOVE & DEATH「Tsukishima Kei x OC/Lectora」Haikyuu!!

4; C U A T R O

Entraron al cuarto, amplio y bastante extenso, de techos altos y una decoración sin duda alguna expectacular.

— Oh, hoy fue un buen día ¿No crees Tsukishima? — la pelinegra lo agarro del brazo para apoyarse en el y se quito los tacones, lanzandolos a un rincon del cuarto y luego de eso fue su chaqueta.

— Por supuesto — respondió poniendo su abrigo y el de Miu en un perchero. Aún tenía la misma curiosidad de cuando estaba en el orfanato.

— Vamos sueltalo con confianza. ¿Qué quieres preguntarme? — se sentó en un mueble que estaba junto al gran ventanal del cuarto.

— ¿Esta segura de que puedo preguntarle, señorita? — juntó sus manos inclinandose un poco hacia el frente.

— Por supuesto, hoy me viste matar a un hombre, ¿Por qué razón no podrías preguntarme algo? — un rostro risueño y una risa traviesa acompañaron sus palabras.

— ¿Cual es su experiencia con ese orfanato, y su relación con los niños? — la pelinegra no pudo evitar soltar una risa y luego miro por la ventana.

— Entonces era eso... Bueno, cuando empecé a tener un poco de dinero con esto  de la mafia, ese orfanato fue de las primeras cosas que hice crecer... Creo que es mas un motivo personal profundo que ni yo entiendo... Y con los niños, bueno, solo intento darles una buena infancia... Pero no es tan simple, cuando crezcan quiero poder seguir guiandolos... Tampoco es como si todo en ese lugar pudiera ser alegre... Depende de que decidan en algunos años, es complicado. Pero no es nada en especial, pero debo admitir que les tengo un gran cariño — se levanto del sofa soltando un suspiro y se encamino a sus maletas que estaban sobre la cama para buscar ropa limpia — ¿Podria pedirte que fueras a tu cuarto mientras tomo una ducha?

— Claro, me retiraré. — Asintió con la cabeza, sintiendo como su curiosidad finalmente se dispersaba, habia sido un poco complicado entender sus palabras. Hizo una reverencia y salio de la habitación para dorogirse a la suya que estaba justo a un lado.

De igual forma también decidió tomar una ducha rapida, para estar fresco y bien descansado para el dia de mañana. Especialmente ya que irían a una zona de caracter turístico. La simple idea de ir a un lago le cansaba. Y ahora pensar en los turistas lo hacia aun peor.

Luego de su ducha cuando se estaba secando el cabello recibió un mensaje de Miu. Pidiendole que regresara al cuarto. De inmediato tomo sus cosas y dejo un poco organizado el cuarto para ir hacia ella.

Cuando abrió la puerta tuvo que reaccionar con rapidez y detener una patada que iba a su rostro.

— De verdad tienes buenos reflejos — dijo cruzandose de brazos aun con su pierna en el aire entre la mano de Tsukishima.

— Usted parece ser bastante elástica, ¿Le gustan las artes marciales? Tiene una muy buena movilidad — La halago bajando con cuidado su pie para que pudiera tener un mejor equilibrio.

— ¡Claro! Es uno de mis pasatiempos y a si me mantengo en forma, ya que estamos conociendonos, ¿Que hay de ti? — sirvió dos copas de Vodka y le extendió una al rubio.

— Practico un deporte, voleibol, en realidad todos en Karasuno jugamos Voleibol — dio un sorbo de su copa y saboreo el liquido que pronto bajo por su garganta.

— ¿Es un tipo de requisito? Si decido ser consejera tambien tendré que jugar? — bromeo con una sonrisa divertida sentandose en el mismo sofá de hace un rato.

— Quiza podria comentarselo a Daichi-san — compartieron aquella risa y se mantuvo de pie, solo hasta que ella le hablo.

— No creas que estando de pie vas a crecer mas, vamos, siéntate, no seas tan tímido larguirucho — Tsukishima avergonzado por ese apodo se sentó en el otro borde del sofá.

— Entonces... Mañana vamos al Lago Baikal, ¿Alguna razón especial? — fijo su mirada un momento en el paisaje nocturno del otro lado de la ventana.

— Negocios, y por supuesto turismo, mas que todo turismo — ella sonrio y de un trago termino su bebida — Tsukishima, hablando en serio... Puede que en este momento parezca muy amigable y ese tipo de cosas, pero sigo siendo tu superior... Asi que, no me importa que tengas confianza y te sientas cómodo conmigo, puedes hablar cuando te parezca mejor, pero aun asi, no excedas mis limites... Me gusta llevarme bien con los subordinados — apoyó sus brazos en el respaldo del sofá luego de hablar y soltó un suspiro.

— Si, señorita Miu, entiendo a que se refiere — asintio suavemente y cambio su postura a una mas tranquila y comoda.

— ¿Cual es tu tatuaje de Yakuza? — la de ojos verdes esmeralda subió sus pies al sofá y espero por una respuesta.

— Una espada rodeada de serpientes blancas — esta vez el terlino su trago y dejo la copa sobre la bandeja en la mesa.

— El conocimiento y poder junto a la buena suerte y la inmortalidad — asientio agareandose el mentón — Son unos bastante buenos.

— ¿Cuales son los suyos? Si puedo preguntar, claro — movió sus manos temiendo haber preguntado algo que no debía.

— Un pez Koi rojo — aquella platica realmente le parecía agradable y entretenida. Ese rubio no era tan malo como se veía.

— Fuerza, valentia, esfuerzo y masculinidad... ¿Tambien esa ultima parte? — ella asintió y luego cerro sus ojos un momento.

— las personas me respetan de igual forma que lo harían con un hombre. Ya sean de alto o bajo rango, y eso me gusta, no me molesta considerarme un poco masculina de vez en cuando — se estiro en la posición que estaba y luego bostezo — creo que seria una buena idea ir a dormir y descansar. Mañana sera un dia un poco movido.

— Concuerdo... Voy a irme, descanse, señorita Miu — el rubio se levanto y se despidió de aquella forma para volcer a su dormitorio, el voaje en avión y el cambio en el horario lo tenian bastante cansado, por lo que se quedo dormido rápido.

Y por otro lado, Miu no podia pegar el ojo con tranquilidad, aunque estaba cansada no deseaba dormir en su totalidad por sus pesadillas constantes.

— Ah... Sera una noche larga... — se tapo la cara con las sabanas y trato de dormir.

Lamento la inactividad y tardanza.