Sólo cinco días [XiuHan / LuMin]

Día dos 3/4

Lu Han pasa horas sin dormir, observando a MinSeok respirando de forma monótona. Había sido sincero al decir que no sabía por qué estaba ayudándole así. Sólo sabe que al verlo en el agua al igual que al verlo a punto de tirarse por el balcón, se movió sin pensarlo dos veces. Es más, pensando en él colgó a Kristal, algo que en otras circunstancias jamás hubiera hecho. No tiene dudas que durante la mañana ella va a llamarlo, o peor, su padre va a llamarlo.

Lu Han suspira y mira una vez más a MinSeok ¿Qué es lo tiene? Se pregunta ¿Qué es lo que tiene que hace que haga cosas que no haría normalmente? Algo fuerte pasa en él. Su corazón pega un fuerte tirón. No lo entiende. Pero sabe algo al menos, no puede permitir que MinSeok logre su objetivo. Lu Han habló muy en serio cuando le ofreció trabajo, y cuando le dijo que ahora contaba con él.

De hecho, a Lu Han le fue muy difícil escuchar la historia de MinSeok. En un momento, había sido aplastado por las ganas de salir de allí y encontrar al idiota que había hecho aquello a MinSeok y molerlo a golpes, rasgarlo, hacerle todo el daño posible. Jura que hasta había derramado unas lágrimas de rabia. Había tenido que apretar sus manos y cerrar los ojos para contenerse.

En algún punto de las horas siguientes, los pensamientos de Lu Han fueron apagándose hasta quedarse dormido. Despierta sobresaltado, con la suave luz del amanecer entrando por la ventana. Su corazón late desesperado y el pulso se le dispara, pero al mirar la cama y ver a MinSeok, el pulso recupera su ritmo normal.

Lu Han baja las piernas de la silla y se pone de pie. Ha sido mala idea dormir allí, ahora tiene los músculos agarrotados. Estira su cuerpo y le echa una mirada más a MinSeook, quien sigue profundamente dormido. Sin embargo, no se atreve a dejarlo a solo. Mira la ventana, sintiéndose nervioso. Camina hasta la puerta y rápidamente va hasta su habitación, toma su teléfono que había dejado allí. Está lleno de llamadas. Las ignora todas y llama sólo a una persona mientras hace su camino de regreso a la habitación de MinSeok, calmándose otra vez al verlo durmiendo pacíficamente. La persona al otro lado de la línea responde de inmediato.

—Lu Han, amigo —Responde ChanYeol. De fondo se escuchan autos y voces de gente—. Estoy yendo a ese hermoso Starbucks a dos calles. Sí, te compraré un café. Necesitas café Starbucks para enfrentar la firma del contrato en unas horas.

Lu Han sonríe. ChanYeol lo conoce y sabe que no bajaría ni pediría servicio a la habitación. Cuando él está nervioso, lo mejor es el café de una cadena. Le infunda valor y calma sus nervios. Una maña, pero lo hace sentir mejor.

—Lo sé. Oye, trae uno extra —Lu Han mira MinSeok y se pregunta qué tipo de café puede llegar a gustarle—, uno negro ¿Puedes?

ChanYeol no le da una respuesta por unos breves segundos. Lu Han hasta cree que ha detenido sus pasos en la calle. Sin embargo, parece recomponerse rápido.

— ¿No lo has invitado a cerrar el trato en tu habitación, verdad? —Pregunta preocupado su amigo— No creo que se tome algo así a gusto. Y menos un café de Starbucks.

Lu Han se ríe.

—Claro que no, tonto. Además, un hombre así sería el último en invitar —Lu Han apenas es consciente de lo acaba de decir, pero cuando lo dice, mira a MinSeok, a quien sí ha invitado. Una idea descabellada pasa por su cabeza. Traga, su pulso acelerándose otra vez—. Es para mí nuevo asistente. —Logra decir.

— ¿Nuevo asistente? Lu Han ¿De qué hablas? ¿He sido despedido acaso?

Lu Han observa que MinSeok empieza a removerse, despertando.

—Cuando vengas, te lo presento. Tú sólo compra ese café extra. —Y corta la llamada. La reunión de es importante, pero aún así, decide dejar su teléfono en modo silencio aunque puedan llamarle por algo de importancia. Pero se niega a escuchar llamadas extras de Kristal o su padre. Guarda su teléfono en su pantalón, poniendo toda su atención en MinSeok quien está abriendo los ojos y está mirándolo a él.