Capitulo 4.Un rato agradable, aunque no por mucho...

1.6K 201 80
                                    

Las dos humanas llegaron a la biblioteca. Era un edificio inmensos con cientos de libros y unos cuantos carteles que tenían frases escritas como "la lectura te salva de problemas" o "silencio lectores o sufrían las consecuencias".

—Vaya que hermoso lugar. Me sorprende que aquí si haya cultura, eso me gusta. Hay cientos de libros en este enorme lugar—miraba a los alrededores, quería curiosear cada uno de los libros, se sentía como cuando era pequeña y su madre la llevaba a la biblioteca cerca de su casa para que no se distrayera en "vicios malos".

—No hay tiempo para eso, hay que buscar a Amity—se separó de ella y comenzó a gritar con impaciencia el nombre de su amiga.

—Luz silencio que este no es un sitio para hacer eso—hablaba en voz baja pero fue ignorada por los gritos de su hija. Vió como un empleado se acercaba a ellas dos, se veía molesto.

—Shh señorita guarde silencio. Este no es un lugar para levantar la voz. Si no van a leer nada favor de retirarse que aquí hay gente que si quiere adquirir y reforzar sus conocimientos.

—Ah Lo siento—dijo apenada. El encargado no muy conforme se fue por alguien había tirado una pila de libros y debía reprenderlo—entonces hay que buscar en los pasillos.

—Está bien pero no vayas corriendo, no quieres que nos echen de aquí.

—Esta bien iremos con calma y en silencio.

Estuvieron buscándola por varios minutos. La señora Noceda se preguntaba como sería esa misteriosa amiga del que todos hablaba. Estaba sumida en sus pensamientos cuando oyó gritar y correr a su hija en direccion a alguien, todo lo opuesto a lo que debía hacer. Trató de ir lo más callado y rápido que pudo pero se cansó mucho. Alcanzó a ver como una joven de cabellera verde se encontraba acomodando unos libros sin darse cuenta de lo que le esperaba.

—¡Amity Holaaa!—fue directo a darle un abrazo a la pobre chica que no le dió tiempo para reaccionar.

—Luz espera—se detuvo jadeando por lo rápido que corrió-no hagas eso—vió aquella tierna escena, Luz estaba muy contenta por haberla encontrado mientras la otra chica se encontraba roja como un tomate posiblemente por la falta de aire de ese abrazo—mija será mejor que la sueltes creo que no está respirando correctamente.

—Ah Lo siento—se soltó de ella viendo como intentaba calmarse.

—¿Q-qué haces aquí Luz?—trataba de mirarla pero no podía por la vergüenza que sentía—creí que estarías en la casa búho y que te vería mañana en la escuela.

—Así iba a ser pero llegó mi mamá Camila y le estoy dando un tour por el lugar. Entonces me encontré con Gus y Willow y me dijeron que estabas aquí. Por eso vine.

—¡TU MADRE! oh por el titan que le digo...—comenzaba a balbucear nerviosa. Una mano se acercó y se posó en su hombro tranquilizadola.

—¿Estas bien pequeña? te noto tensa—la estaba mirando con dulzura y eso le hizo recordar a Luz poniéndola aún peor.

—Err si, si estoy bien, de maravilla jajaja...m-mucho gusto, soy Amity Blight compañera de Luz. Estudio en la pista de abominables aunque necesito mejorar por eso vengo aqui todas las tardes—el temor no se iba de ella y ahora temblaba mucho dejando caer cada libro que tomaba.

—Cariño ¿Estas segura que no te pasa nada? Yo puedo revisar tu salud. Soy enfermera en mi mundo y se cuando alguien no está bien.

—N-no se preocupe estoy bien gracias—soltó una risita nerviosa y se apartó de ella.

—Por cierto Willow me dijo que estabas aquí por tu clase de abominables.

—¿Quien yo?...s-si como siempre Luz—dijo nerviosa— hace un momento estaba leyendo como hacer que hagan más cosas.

—Eso es increíble, no por nada eres una alumna ejemplar.

—Aa si, ¿si lo soy?—se ruborizó por el cumplido.

—¿Podrías enseñarle a mi madre omo lo haces?—puso su cara con ojos de cachorro incomodandola más.

—¿Hacer? ¿hacer qué..? Ah el abominable, esta bien. Abominable aparece—alzó sus manos y una masa viscosa morada salió.

—Asombroso veo que has mejorado desde aquel duelo de magia que tuvimos hace tiempo.

—Aaah ¡¿que es esa cosa?!—apuntaba temerosa al ser de morado que estaba inerte detrás de Amity.

—Tranquila mamá es inofensivo ¿verdad Amity?.

—S-si. Ahora les mostraré lo que alguien de mi pista puede hacer—quería impresionar a las dos de sus habilidades—abominable has lo que hemos estado practicando.

El abominable forma un corazón con sus manos avergonzando a su creadora y alegrando a las otras dos.

—Noo eso no, abominable malo era otra cosa—le gritó apenada ya que aun lo estaba practicando.

—Yo creo que es lindo lo que hizo tu abominable—lanzó una mirada coqueta sin notarlo—cada día me sorprendes más Amity.

—¿Ah si?—se ruborizó aun más—g-gracias, es para alguien especial...

Camila se fijó en el comportamiento extraño de la brujita que se encontraba charlando con su hija. Luz parecía no darse cuenta pero ella tenía sospechas de motivo de su manera de ser pero decidió callarlo.

—Tienes un talento sorprendente con esta cosa—dijo más tranquila después de ver que no era un peligro.

—G-gracias señora—respondió aún inquieta.

—Dime Camila por favor pequeña Amity—esbozó una sonrisa.

Mientras tanto en un lugar de la biblioteca los chicos estaban espiando toda la platica que tenían aquellas tres para poder hacer la nota que la dama Búho quería.

—Al fin llegamos si no fuera por ALGUIEN que quería comer ya estaríamos desde antes...—miró a King molesto mientras se frotaba su barriga llena.

—No es mi culpa que me llegara ese olor tan delicioso a pastelitos—babeó al recordar el exquisito sabor que tenían.

—Concéntrese sino Eda nos va a matar si no le hacemos este favor.

Estuvieron una hora en la biblioteca hasta que owlbert fue a buscar el encargo de Eda.

—Bueno nos vamos a casa que se hace tarde.

—Adiós cuídate.. quiero decir cuídense mucho.

—Fue un placer conocerte pequeña y cuidado al irte a casa.

—Igualmente y no se preocupe por mi, estaré bien-sonrió a tal gesto de amabilidad. Ahora ya sabía porque Luz era de esa manera, estaba muy agradecida por ello.

Camila y Luz le dieron una última sonrisa a Amity y se dirigieron a la casa Búho. Platicában de todas las cosas que habían vivido hoy. Al llegar solo estaba hooty quien estaba contando sus historias locas que tenía pero hicieron caso omiso y fueron a la cocina que tenían algo de hambre. Afortunadamente había pan con mermelada y un poco de jugo de naranja. Se sentaron a comer juntas después de tanto tiempo sin verse.

—¿Entonces que opinas de mis amigos?

—Se ve que te quieren mucho y eso me hace muy feliz. Sobre todo esa niña Amity, te aprecia demasiado mija-tomó un poco de su jugo.

—¿Entonces me quedaré?.

—Ya veremos mañana tengo cosas que pensar, ha sido un largo día.

Estaban cenando tranquilamente cuando escucharon a King gritar desesperadamente. Ambas fueron a la sala donde estaba y lo encontraron debajo del sillón.

—King ¿Que pasó?—habló angustiada.

—Es Eda, su maldición... ha aparecido otra vez—gritó aterrado al recordarlo.

Un encuentro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora