Final.

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Antes de comenzar solo quiero aclarar que en toda la historia intente plasmar mi punto de vista acerca de un Kacchan maduro, por que el tiene buen manejo de palabras pero al no ser tan sociable lo tachan directamente como que salió de su personalidad y esto pasa cuando tiene mucha conversación o expresa mucho sentimiento. Para mi este niño solo necesita a una persona de su confianza y se suelta, es así que hice todo lo posible por dejarlo a raya de su típica personalidad gruñona y antisocial con la madura y un poco más expresiva.

Con esto aclarado, les invito a continuar con este final en el cual tuve demasiada inspiración.

¡Disfrútenlo!

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Para nadie de la clase 1A paso desapercibida la marca que traían sus compañeros en los labios, primeramente todos pensaron que fue una pelea, normal en ambos, pero al ver a Midoriya más radiante que nunca sumando la sonrisa que no desaparecía de su rostro era obvio que algo paso y una disputa negativa no fue, por su parte Bakugo lo disimulaba más con su típico carácter pero de igual manera había algo diferente en él. En un acuerdo silencioso prefirieron dejar por esta vez las bromas y/o comentarios ya que no querían poner a Bakugo en una situación incómoda y que explote todo, mantenerlo "tranquilo" cómo se comporta ahora es mejor, ya mañana se aguantan. Los profesores también optaron por hacer como que nada paso, tampoco les sorprendía esto ya que siempre hubo una tensión entre ambos jóvenes pero nunca fue del todo negativa, mejor dicho era más que obvio lo que sucedía.

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La tarde en la piscina con todos fue bastante divertida, a pesar de que para Bakugo no hubo demasiado movimiento, todavía le cuesta ser "sociable" con muchas personas, así que solo estuvo a raya y soltó uno que otro comentario, luego se la paso mirando pero realmente no veía solo pensaba en una cosa, el regalo de Deku.

Recibió la invitación y tenía que aprovechar el lugar, ya estaba seguro que quería tenerlo como pareja aun sabiendo todos los problemas que esto pueda acarrear, poco o nada le importaba.

No había dudas de que quería tener a Deku solamente para él por eso tenía que elegir el momento adecuado y es que las palabras ya la tenía. Solo necesitaba tener el lugar porque quería que fuera algo especial, algo tierno e íntimo ya que conoce a Deku y esta clase de cosas lo llenan.

Ya totalmente solo en la tranquilidad de su cuarto se encontraba frustrado, se había encerrado en el baño dándole vueltas al asunto, hasta que se quedó quieto y se miraba en el espejo, mojo su rostro tres veces a la par que descartaba posibles escenarios que consideraba cliché, en síntesis el parque de atracciones lo era pero estamos hablando de Katsuki Bakugo el no cae en recursos muy gastados, tenía que ser algo que nunca fue utilizado para una propuesta de noviazgo, al menos que no haya escuchado. Miraba su rostro en el espejo, su reflejo le daba la vista a un chico pensativo... Hasta que sonrió de lado, joder, era un puto genio. Con el pecho inflado de orgullo podía decir que encontró su escenario, ahora sólo era cuestión de ultimar detalles y hacer la mejor propuesta a ese nerd de cabello rizado que hacía su vida algo fuera de contexto. A su lado sentía que fluía y que el tiempo no le importaba si estaba con él. Más le sorprendía lo cursi y sentimental que se volvió, cosa que según sus planes jamás sucedería.

Y así durante la semana en sus tiempos libres ultimó detalles, estaba todo preparado. El no salía de ese parque sin Deku rendido ante él y como su novio, porque si no fracaso como Bakugo.

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