Un poco más

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Al escuchar el alarido de Mic Sensei, todos gritaron de alegría y fue fácil entender que había otro permiso solicitado, invitándolo a compartir con nosotros se acercó a mí y me dio su regalo el cual era una taza mágica que luego averiguaría su diseño y una batería en miniatura para mi estante, era jodidamente perfecto para la decoración de mi pieza, luego de "agradecerle" y sin desaprovechar más tiempo nos dirigimos con los profesores a comer los bocadillos, había una gran variedad y estaba bastante bien en cuanto a sabor y presentación, se notaba el esfuerzo en conjunto que hicieron y por todo eso estaba muy agradecido.

Entre charla, bromas y muchos comentarios estúpidos el tiempo paso bastante rápido, como lo suponíamos por este día ya no tendríamos clases, luego de organizarnos decidimos hacer una pausa y volver a nuestras habitaciones para cambiarnos y traer los trajes de baño correspondientes, yo aprovecharía y dejaría la gran cantidad de regalos que recibí. Para lo cual necesitaba ayuda y antes de poder pedirle a pelos de mierda o pikachu su ayuda, Deku se acercó a mí y se ofreció a cargar las cosas conmigo hasta mi habitación, cosa que no tarde en aceptar.

Entre breves comentarios y un ambiente muy agradable nos dirigíamos tranquilamente hasta mi pieza. Al llegar a la misma abrí la puerta y entre, esperaba que Deku haga lo mismo y solo se quedó en la puerta mirando desde ahí.

— ¿Acaso no vas a entrar?— Pregunte algo nervioso, no entendía su reacción.

—Sí-si solo que me sorprende que me permitas entrar. Además es la primera vez que entro y pues quiero admirar cada detalle —decía algo sonrojado y con timidez avanzaba a la habitación mirando todo a su paso.

—No es la gran cosa, además no será la única vez que vengas—Pronuncie sonriendo de lado y cerrando la puerta con seguro, no es que vaya a hacer algo, solo no quieren que los interrumpan.

Deku por su parte solo pudo bajar con extrema torpeza las bolsas, se sentía tan avergonzado que sus acciones eran mecánicas ya que su cabeza era un lio.

Bakugo lo miro y fue a ayudarlo, entre pequeñas bromas sin sentido dejaron todos los regalos con el mayor orden posible, ya de pie sin dudar tanto se acercó a él, quedando ambos bastante cerca, la distancia era muy corta y eso sonrojó de sobre manera a Deku, pero no se apartó es más mantuvo la mirada fija en esos ojos rojos que lo miraban intensamente.

— ¿Por qué los ayudaste? No merecían tanta información, aunque me sorprendió que supieras tanto nerd.

La cara del pecoso se podía comparar con el color del tomate, realmente no se esperaba ese comentario por parte de su compañero.

—E-e-es que ellos realmente querían hacer algo lindo y querían que por sobre todo te guste, solo que lo que planeaban no funcionaria, al principio solo me dedicaba a mirar pero luego ya no pude y comencé a organizarlo todo, pero los regalos si fue algo aparte pero no podía dejar que te den cualquier cosa ad—continuaba su murmullo y Bakugo solo disfrutaba verlo, hasta que lo callo con algo simple.

—Solo falto un detalle para que todo me agrade.

Eso sorprendió al pecoso que lo miro asombrado.

—No puede ser posible, todo lo calcule basado en tus gustos y no hubo nada fuera de lugar— Lo dijo agarrando su mentón haciendo ese gesto tierno cuando comienza a pensar.

—Tu regalo—soltó sin más.

Deku solo pudo abrir los ojos y de una manera inexplicable aumentar su sonrojo.

—Yo-yo, lo siento pero quería dártelo a solas—cada palabra salía con inseguridad y nerviosismo, a la vez que jugaba con sus manos y evitaba mirar a Bakugo.

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