Querida Romina:
Han encontrado tu carta de suicidio.
Pedías perdón por haberte ido,
y decías amar a tu madre,
y, también decías,
amarme a mí,
decías que siempre me amaste,
y que no tuviste el valor de decírmelo.
¿Por qué nunca me lo dijiste?
He pensado desde ese día,
y,
¿Qué tal si lo nuestro nunca fue, pero estába a punto de serlo?
¿qué tal si lo nuestro no inicia aquí, sino allá, donde tú estás?
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Lejos.
PoetryLlévame lejos, tan lejos que ya no pueda ver a nadie. Llévame lejos, a otro lugar. A otro planeta. A otro universo.