Una charla agradable

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Un día, un día había pasado después de aquel accidente.

A Beth la llevaron en ambulancia al hospital más cercano, dónde le curaron el brazo. Pues el sangrado ya había parado. Unas enfermeras la limpiaron. Despertó después de la anestesia que le habían puesto. Más o menos a las cuatro de la tarde de Mónaco. Al principio estaba alterada, pero ver ahí a Tony bien la hizo tranquilizarse y evitar que la máquina a la cual estaba conectada se alterara.

Algo que jamás se imaginó fue que Tony la abrazara, y que le diera las gracias. Aunque también la regalará por haberse metido.
Después se fue y la dejó en manos de los mejores doctores. La checaron y la dieron de alta esa misma tarde. Por lo que Natalie, por orden de Stark, fue por la maleta de ella al hotel. Se la dejo y salió de su habitación para que se cambiara a gusto.
Beth escogió lo más cómodo que traía, unos pantalones elegante negros sueltos, una blusa blanca y una chaqueta negra con unos tenis negros de tela.
Apenas salía pudo oír a lo lejos las voces de diferentes personas. No entendía bien lo que decían, pero suponía que estaban ahí por Tony y que eran reporteros.
Fabián llegó a su lado. Tomándola del brazo para que así él pudiera llevarla y no se detuvieran. Aunque a lo lejos Stark quería ser le que lo hiciera, pero no podía ya que Happy sería el que lo ayudaría a salir a él.
Pasaron por la sala de espera. Donde muchas personas se levantaron y fueron directamente a ellos, o en específicos a la pobre chica que acababa de salir. Mas no se le acercaron mucho por el canadiense -nacionalidad de su acompañante-, que momentos antes los había amenazado con una demanda por acoso.
No habló para nadie. Solo salió y se montó al auto de Happy junto con Tony. Pues los otros dos se irían a parte.

Ya tranquila, disfrutando de la comodidad de su asiento en el avión de Tony, se puso a ver las noticias mientras volaban en las nubes bajo las luces del sol que anunciaban la tarde

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Ya tranquila, disfrutando de la comodidad de su asiento en el avión de Tony, se puso a ver las noticias mientras volaban en las nubes bajo las luces del sol que anunciaban la tarde.
En la televisión se hayaba el senador al cual Tony había sacado de sus casillas. Hablando, obviamente, malas cosas sobre su jefe.

- Silencio -dijo una voz bien conocida tras de ella. La pantalla se colocó en mute. Debería darme una medalla -se fue al asiento delante de ella-, siendo honestos -dejando un plato en la mesa que los separaba, luego los utensilios y al final sentándose.

— ¿Qué es? —dijo tratando de ocultar su sonrisa al pensar que él lo había hecho para ella. Aunque también enojada por haberle echado la culpa en la Grand Prix.

— Esto es... —le quitó la tapa— es tu comida.

— Tengo una duda, ¿lo hiciste tú?

— Sí. ¿Dónde crees que estuve tres horas? —ella río.

Ella sabía que algo andaba mal.— Tony... ¿quieres decirme que pasa?

— No quiero ir a casa. Ya no. Hay que cancelar mi cumpleaños y te invito a... estamos en Europa, a Venecia. El Chiprianiss ¿sí? ¿Lo recuerdas?

— Sí.

— Es un gran, gran lugar para tener... buena salud.

— Me encantaría... Pero no es tiempo, hay muchos problemas.

— Piénsalo, puede ser una buena idea.

— Yo creo que...

— Y podríamos...

— Al ser la directora general me van a necesitar.

— Como directora tienes todo el derecho a... permisos.

— ¿Sí?

— Un retiro corporativo.

— Yo...

— ¿Retiro?

— Solo...

— Es que...

— Solo tú y yo.

— Apenas empiezo.

— Solo digo para recargar baterías y... pensar en soluciones.

— No todos funcionamos con baterías Tony —le dedicó una sonrisa. La cual fue respondida con una sonrisa más corta—. Y con respecto a... no querer regresar a casa... Solo regresarías al lugar en el vives. Porque la verdadera casa, familia, como quiera decirnos, somos todos los que han estado a a tú lado. Los que estarán para tí siempre. Y ayudarte en los momentos en los que pienses que ya no puedes. Estarán ahí en felicidad y tristeza. Y esos somos Happy, Pepper y yo. Puede que a veces nos saques de quicio con las ideas que tienes, pero siempre te apoyaremos. Ahora todos somos familia. Y jamás te dejaremos caer —se levantó—. Tony ven —él lo hizo.

Beth le regaló un abrazo lleno de amor, sinceridad, ternura, lleno de demasiadas cosas. Abrazo que recibió él con gran satisfacción, ya que en verdad lo necesitaba. Se quedaron así unos momentos. Disfrutando de la compañía del otro. Pensando cada uno en diferentes cosas.

— ¿Te puedo preguntar algo? —Tony rompió el silencio, pero no el abrazo.

— Sí.

— Es sobre Fabián... ¿te parece atractivo?

Eso la descolocó.— Pues te diré... el hombre es guapo si. Ni quién lo niegue. Hasta Manolo me llamó para. Regalarme del porque no se lo había mostrado.

— ¿Manolo?

— Cuando fuimos a Washington. Pepper me llevó a una estética...

— Por cierto el cambio te quedó bien —ella sonrió.

— Gracias... Como decía, él me atendió. Nos hicimos amigos. Hablamos por videollamadas. Me ayudó a comprar ropa con ayuda de Pepper cuando me diste el puesto de directora general de Stark Industries.

— Ya, ¿es su amigo? ¿el que me estaba coqueteando cuando lo de los papeles y eso?

— Sí... —se quedó en silencio—, pero volviendo al otro tema... Fabián es guapo, pero no es mi tipo. Es lindo, atento pero no. No lo veo como otra cosa que no sea un buen amigo.

Antes de que Tony pudiera hablar su celular sonó. Ambos se separaron no queriendo hacerlo.

— Atiende. Yo iré a mi pequeño cuarto a comer para que no tengas ruido —tomó su plato y salió.

Antes de comer tomo una de las pastillas que el doctor le había dado para el dolor. Y luego comenzó a comer. Acabando lo dejó en su mesita de noche. Quería salir, pero no sabía sí Tony ya había acabado. Por lo que mejor se quedó sentada en su cama, recargada en la pared, leyendo un libro. Pero a los minutos cayó dormida.

Afuera Tony tocaba para poder entrar. Pero nadie le contestaba. Dió otro golpe y la puerta se abrió. Revelando a Beth dormida. Se metió a su cuarto y retiró el plato de la mesita para que no se cayera. Luego tapó a la chica y se salió de ahí haciendo el menor ruido posible.

Pero jamás se paró a pensar que tal vez Beth se había despertado con los golpes. Y lo observó todo ese tiempo demasiado tranquila.
















He vuelto.
¿Cómo están mi gente?

Me recordó a la canción.

Pero bueno. Gracias por leer. Este capítulo. Y los anteriores. Se los agradezco. Los amo.

Hoy no tengo noticias. Bueno tal vez que suba dos historias pronto. Pero solo eso.

Nos leemos al rato.

Y recuerden que cuando quieran hablar conmigo pueden hacerlo.

Los amo.

³ 𝖂𝖎𝖑𝖑    ||    𝖙𝖔𝖓𝖞 𝖘𝖙𝖆𝖗𝖐     (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora