Disculpa...- ella volteo y al verme sus ojos se hicieron grandes y tiro sin querer una pequeña libreta que tenía en la manos, yo la recogí y se la di en las manos, toque sus suaves manos, se sintió una pequeña electricidad. Gracias- dijo ella con una pequeña voz, muy linda para ser verdad, no hay de que- dije sonriendo y ahí fue cuando ella hablo -¿Ocupabas mi ayuda?- dijo, Eh si, quería saber...la hora, ¿la tienes? Es que olvide mi teléfono, ella tomo su teléfono - un cuarto para las 11- dijo sonriendo y vi su muy bonita sonrisa. Gracias, y ahora ¿puedo saber tu nombre?- ella volteo hacia mi - lo siento, tengo que entrar a clase pero otro día podemos hablar, si quieres- dijo un poco apresurada y caminando hacia su salón -esta bien, pero sólo quiero saber tu nombre- dije caminando junto a ella, -mi nombre es Ariadna...- dijo antes de entrar al salón.
Yo me quede ahí sólo, pero feliz sabía su nombre y era hermoso, luego reflexione sobre lo que dije, ¿la hora? ¿Estas idiota Alexander?.
Narra Ariadna:
¿Qué demonios paso?- dijo mi amiga Alicia con la boca bien abierta- ese chico le pregunto su nombre y la hora- de seguro quiere algo contigo nena- siguió Clarisa mi otra amiga. Yo sólo estaba como en shock, ese chico era ridículamente guapo y me hablo a mi...
Ten cuidado, esos simios del tercer año sólo quieren sexo o a alguien para divertirse un rato- dijo Alicia, -¡chicas! Sólo me pregunto la hora, no es nada, ustedes exageran, la maestra no tarda en llegar y tenemos que terminar- dije cansada.
Pasaron los días y no volví a hablar con el, me desanime, tal vez se olvido de mi o sólo es un ilusión mía.
Termine mi examen y salí del salón a esperar a mis amigas hasta que terminarán su examen, entonces vi que un grupo chicos iban caminando, todos eran atractivos pero uno resaltaba y si era el, el chico que me hablo aquella vez, se miraba aún más guapo este día, el chico volteo y me vio eh hicimos contacto visual como de costumbre, escuche que le dijo algo a sus compañeros y el se acerco hacia mi mientras los demás chicos se iban siguiendo su camino.
-Hey hola, tu me debes una charla, pequeña...-
