el cambio

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pov Viveck

no podía creer lo que estaba pasando, corrí al baño y moje mi rostro para verificar que no era un sueño, efectivamente no estaba soñando, lo cual era bastante obvio pues en los sueños nunca estas tan consiente, ni son tan detallados, pero aun así lo intente, pues necesitaba aferrarme a la realidad que yo anteriormente conocía, me coloque en posición fetal e intente analizar lo que estaba pasando, esperando a que algo cambiara mire nuevamente en el espejo y solo me tope nuevamente con el reflejo de la chica, mi mente estaba en blanco pero lo único que podía hacer era seguir analizando la situación en la que me encontraba, gesticule algunas palabras y como había pasado anterior mente en vez de mi voz normal mi garganta emitió la voz de una chica, comenzaba a preocuparme cada vez más por mi estado, así que lleve mi mano hacia mi pecho, al inicio me tranquilice un poco pues no había mucho que tocar, pero recordando a como era antes sí que había diferencia, me puse de pie rápida mente y comencé a observar con cuidado y meticulosa mente las nuevas facciones de mi rostro, acercándome al espejo pude ver que mis ojos habían pasado de un café con toques miel a un color rojizo brillante como el rubí, también mi cabello paso de ser de un café oscuro a un color blanco como la nieve, mi nariz se había vuelto más respingada y final mente todas las otras facciones de mi rostro se habían vuelto más finas y delgadas. También empecé a analizar el contacto que había tenido con mi hermano, pues él me había reconocido de esta manera como si el yo hombre nunca hubiera existido, salí corriendo hacia mi cuarto y comencé a observar alrededor y aunque algunas cosas como los posters que tenía y el descanso de mi cama seguían exactamente igual, cosas como mi ropa, mis cobertores, mis zapatos, y algunos muebles así como prácticamente todo lo demás había cambiado, mis paredes anteriormente de un color gris opaco ahora eran de un color gris casi blanco, con algunas flores de cerezo rosas y grandes que adornaban, mi mesa de noche ya no era color azabache ahora era un negro contrastante con las paredes y la lámpara de madera sobre ella ahora era una lámpara con toques de candelabro que la hacían parecer de oro, mis cobertores de color rojo con toques negros ahora eran de un color rosa con negro que combinaban con la habitación y así una infinidad de detalles, después de pensarlo un rato me resigne a ponerme la falda que aun sostenía entre mi mano pasaron unos segundos hasta que me decidí a bajar con la esperanza de que alguno de mis padres se diera cuenta de que algo raro estaba pasando, decidí actuar normal para ver si ellos se daban cuenta por si solos como se supone que debería ser.

Baje muy nervioso e incómodo por la falda pues nunca antes la había usado y salude a mi mama intentando hacerlo de la manera más normal posible, y como si fuera lo más normal del mundo o como si ella estuviera acostumbrada a hacerlo diario ella dijo, buenos días hija.

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Estoy intentando publicar una actualización diaria, más cortas pero diaria, re escribí el capítulo uno por si gustan pasar y leerlo de nuevo y aquí continúan las aventuras de nuestra querída amiga. Nos vemos

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