una mañana desastrosa

30 1 0
                                    

Pov Viveck

Mi mente se encontraba dando vueltas por la situación en la que me encontraba, me sentía muy mareada y confundida, pues mi madre la persona que me había criado, no podía recordarme, me sentía pesada, triste, y no sabía que hacer, así que por lo mareada que me encontraba decidí tomar rápidamente asiento.
Frente a mi, se encontraba mi padre tomando su desayuno, también decidí saludarlo a el, pero cada vez hiba perdiendo más y más la esperanza, empezaba a darle tantas vueltas al asunto que comenzaba a formularme locas ideas y pensamientos vagos tales como, tal vez el sueño había sido mi vida como un hombre, también que había muerto al dormir y mi mente había sido llevada a otra realidad, que un Dios estaba jugando una especie de broma, que toda mi vida era una simulación y había un error en la realidad que me había transformado, entre otras, pero todas estas ideas eran ridículas y poco realistas.
Después de saludar a mi padre, tardo unos segundos en responder, pues estaba muy centrado en la noticias que emitían en televisión. Me miro de reojo y al igual que había hecho mi madre dijo con total normalidad, Buenos días hija ¿dormiste bien? Mi humor ahora estaba por los suelos, pues nadie de mi familia si quiera tenía una pequeña sorpresa o reacción por ver a su hijo que ahora era una hija.
Me sentía muy mal, pero también tenía hambre, pues la noche anterior no había tomado ni un vaso de leche antes de irme a dormir, tome un pan tostado con mermelada y me levanté dispuesto o dispuesta a irme a encerrar a mi habitación. Al levantarme mi madre pregunto ¿a donde te diriges? Quería quedarme en mi cuarto a llorar todo el día o algo parecido, pero también tenía que tomar en cuenta que mis padres no sabían ni mostraban señal alguna de tener idea de lo que estaba pasando, para ellos esto era una mañana de un lunes normal, solo con una diferencia, que hoy, justamente hoy entraba a la preparatoria, así que por instinto contesté, solamente voy a ver que todo este en órden con mi maleta y mis herramientas escolares (la preparatoria a la que voy a asistir, es más bien como un internado, ya que los estudiantes permanecen en dormitorios asignados al inició del año y solo vuelven a sus casas para las vacaciones). después de decir esto subí inmediatamente a mi habitación.
Cerré con seguro la puerta, lleve mi mano hacía mi frente intentando mantener la calma, si nadie me recordaba, no me quedaría otra opción más que asistir a la escuela de esta forma, las opciones se estaban agotando, pues las únicas personas que conozco además de mis familiares que saben a que preparatoria voy a asistir son mis dos mejores amigos, Carlos y América, ya que al ser una escuela prestigiosa solamente nosotros tres logramos entrar, de las 10 personas aspirantes que había en mi anterior salón de clases, solamente pasamos el examen de admisión con todos los requisitos Carlos, América y yo, así que dadá la situación, si alguno de ellos no me reconocía, tendría que aprender a vivir con esta nueva condición.
Y casi como si yo los estuviera llamando, ambos que la noche anterior habían prometido pasar por mi para ir todos juntos a la estación de tren, en ese instante llamaron al timbre.

Autor

Solamente dejó este mensaje para saludarlos y decirles que lo espero en el capítulo de mañana.

Los Caprichos De Una Diosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora