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Sienna

—¿Conclusión?— pregunta mi maestra, la Sra. Spencer. Mira alrededor del salón, inspeccionando cada mano elevada y su dueño, hasta que se detiene. En mí.—De Luca. Sorpréndanos—.

Muevo mi mesa plegable hacia fuera y me levanto; manteniendo mi mejor postura y expresión en blanco.

—Todas las pruebas presentadas por el estado indican que la víctima fue apuñalada, 10 veces, a sangre fría. Estaba embarazada de 14 semanas, por lo que al ser apuñalada en el estómago repetidas veces se da a entender un mensaje. No solo se querían deshacer de ella, si no del bebé. El arma homicida, una navaja husky, fue dejada en la escena, sin ninguna huella digital.—Digo lentamente con tranquilidad y buena oratoria.— El presunto asesino, su exnovio, cuenta con una coartada corroborada por 10 personas. Las pruebas no indican su culpabilidad; por lo que, Mike Ivers, es inocente.

Tomo aire lentamente mientras el aula se queda en completo silencio por lo que parecen 2.6 segundos, creo, para luego llenarse de aplausos y silbidos. Mis ojos se mueven al frente del salón, conectando con los de mi maestra. Me mira directamente, con su expresión en blanco, haciendo que mi corazón retumbe en mi pecho por la espera. Lentamente, la comisura de su boca se levanta solo un poco, casi imperceptible mara muchos. No para mi, sin embargo. Cierro los ojos e inhalo profundamente.

Esto es.
Esto. Jodidamente. Es.

Estos momentos, por muy cortos que sean, son los que hacen que todo el derretimiento de cerebro auto impuesto, noches sin sueño, estrés y ganas de matar a todos, valgan la pena.

—Es bueno tenerla de vuelta, De Luca—. Dice la Sra. Spencer.

~

Fuera del edificio de leyes, paro un momento, dejando que la energía del primer día me consuma. Segundo año en la universidad de California en Berkeley. Algo que no esperaba, si soy sincera; creía que el primer año me consumiría. Al parecer soy más fuerte de lo que parezco.

Bien, Sienna.

Hola, hermosa— me dice en un tono "seductor" una voz que conozco muy bien.

Abriendo mis ojos y girando mi cabeza a mi derecha, diviso a Cara, mi muy jodidamente hermosa mejor amiga/hermana no adoptiva pero adoptiva.

—Hola, sexy— imito su tono y le palmeo el trasero. —¿De donde vienes?— digo al tiempo que comienzo a caminar en dirección al estacionamiento.

—Medidas interiores— dice siguiéndome el paso.

—¿No es esa la clase del profesor que está demasiado joven y bueno para serlo? ¿Se puso los pantalones y camisa ajustados? ¿Tienes alguna foto para mi? Di que si—.

—Eh. Uno: si es su clase. Dos: siempre usa pantalones y camisas ajustados. Tres: No tengo fotos—.

—¿QUE DEMONIOS, CARA? ¿Como no le tomaste ninguna foto para tu pobre mejor amiga? No te crié así—.digo, haciéndome la ofendida.

Cara pone los ojos en blanco, empujándome de lado, haciendo que casi choque con alguien.

—Lo siento— le digo al pobre infeliz a través de dientes apretados. Me volteo hacia ella, con mis manos en posición para hacerle lo mismo. Se para en seco, con los ojos muy abiertos, llenos del conocimiento de que pasará si la empujo.

Break me while i fix you. || Rómpeme mientras te reparo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora