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Sienna

Hablar con Sebastian es como hablar con una pared. 

Ha pasado una semana desde que me dormí con él acariciando mi cabello y el muy imbécil no deja de molestarme. Le dije explícitamente que no significaba nada, pero ahora cree que somos mejores amigos. La cantidad de veces que he considerado golpearlo es celestial, pero no lo he hecho porque no quería hacerle daño.

Ahora, sin embargo, me vale mierda hacerle daño.

No porque me moleste, sino por lo contrario. Hoy ha estado... apagado. Incluso Parker parece preocupado. No es mi problema, pero no dejo de preguntarme si esto tiene que ver con su padre. Me estoy debatiendo en si preguntarle o no, aunque supongo que si quisiera hablar del tema lo haría. 

Estamos almorzando en una cafetería que queda cerca de la universidad y Sebastian se encuentra sentado a mi lado, comiendo en total silencio y con la mirada perdida en la ventana a nuestro costado. 

—¿Cuántas clases te quedan hoy, Seb?—pregunta Cara.

El parpadea y la mira un segundo antes de responder.

—Solo una— responde. No está sonriendo. Bass siempre sonríe. Mi preocupación crece cada vez más y, luego de salir del lugar y encaminarnos a la universidad, decido acercármele. Vamos a pie, lo que permite privacidad debido a que Cara y Parker van algunos pasos por delante de nosotros.

—¿Qué pasa?— inquiero, haciéndolo suspirar.

—Nada— murmura. Frunzo el ceño y lo tomo del brazo para girarlo hacia mí.

—No me gustan las mentiras, Sebastian. Querías ser mi amigo, que te ayudara. Lamento informarte que para ello necesito honestidad de tu parte, así que habla.

Me mira por un largo minuto antes de asentir.

—Bien. Pero me gustaría hablar de esto cuando no estemos caminando hacia clases. Aparte casi no tenemos tiempo, así que, ¿puedo pasar por tu casa más tarde?

Lo pienso un segundo antes de aceptar e indicarle que vaya a las 6.

******

Al terminar mi última clase me dirijo al apartamento y, con tan solo llegar, me arrojo en mi bella cama y me quedo dormida al instante.

Tocan la puerta sacándome de mi sueño y levanto la cabeza para ver a Cara en el umbral. 

—Hey— dice suavemente antes de entrar y sentarse a mi lado. Me incorporo estrujándome los ojos y tomo mi teléfono para ver la hora: 5 pm.

—Hola— le digo a Cara luego de bostezar. 

—Así que... estuve pensando. Creo que debería dejar de esperar a Mark. - mi shock debe ser más que evidente porque me lanza una mala mirada. —No te sorprendas tanto.

Suelto una carcajada negando con la cabeza.

—¿Qué esperas? Claro que me voy a sorprender. Mis esperanzas de que te creciera un cerebro ya se encontraban extintas, amiga.

—Oh wao— resopla. —El punto es que un chico me invitó a salir y pues diré que sí. No había aceptado una cita seria en mucho tiempo debido a él— no tiene que decir el nombre para saber a quién se refiere —y ahora tiene novia, así que me dije, ¿por qué diablos no? Y aceptaré.

—Me alegra, Cara, de verdad. Mereces a alguien que te valore, no como ese hijo de puta, imbécil crónico turbo x.— hago una pausa antes de agregar—Pendej-

—Si, ya entendí— me interrumpe. 

Suspiro, mirándola y el entusiasmo me golpea.

—¿Cuándo es la cita? ¿Cómo se llama? ¿Dónde y cómo se conocieron?— suelto.

Break me while i fix you. || Rómpeme mientras te reparo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora