Prólogo

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Oigo el sonido de la campana de la tienda, alguien está entrando.
-Perdone, ya estoy cerran.....
Levanté la mirada y me encontré con la persona a la que menos me apetecía ver. Ya tenía suficiente con verle en el instituto todos los días.
-¿Te sorprende mi visita, nena?-dijo sonriendo y pasándose una mano por sus intocables rizos.
-Lo que me sorprende es que todavía no te haya atropellado un camión.
-Vamos, nena, sabes que me amas.
-Me das asco Brooks. Ahora, si quieres comprar algo, rapidito que estoy cerrando.
Se acercó a mi. Sentí mi corazón latir rápidamente.
-Sabes que lo quieres al igual que yo.
-¿El qué, que te vayas? Oh sí, lo estoy deseando.-dije resoplando mientras le empujaba hacia la salida y le alejaba de mi.- ¿Vas a comprar algo imbécil? Tengo prisa.
-Sí.-dijo con una sonrisa pícara para más tarde girarse y que nuestras caras quedasen cerca.
-Pues venga, no se a que esperas idiota.-dije rodando los ojos.
-Te compro un beso preciosa.

Te compro un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora