Mahou Tsukai .. contando historias desde la casa de Elías.

Secretos ocultos

Los días veraniegos están llegando a su fin, las clases en la Universidad mantienen muy ocupada a la aprendiz de mago, Ruth por su parte aprovecha las últimas tardes de sol antes del otoño para pasear en el campo con Stella, esos dos disfrutan de picnics bajo la frondosa sombra de los robles y abetos que rodean la propiedad de Elías, está de más decir que Silky se esmera en preparar deliciosa comida, aunque la pequeña Stella hace lo suyo con galletas de mantequilla y frescas limonadas.

Stella Barklem también debe regresar a clases, los largos días de diversión y relajo para la pareja tendrán que esperar.

Lucy Webster carga unos libros pesados que sacó de la biblioteca y así preparar la tarea que dejaron para el lunes, es viernes por la tarde, la mayoría de los chicos ha retornado a casa con sus familias y los demás regresarán a dormir a sus cuartos cuando anochezca.

Chise está guardando sus cosas para regresar con Elías, los dos se extrañan mucho puesto que en la Universidad apenas se saludan y cada quien a lo suyo, ella no ha tenido tiempo de volver a casa por la semana así que el mago anda algo cabizbajo por no tener a su amada esposa y aprendiz a su lado todo el tiempo.

-oh, pensé ya te habías ido Hatori, como te ví salir tan apresurada por salir al final de la clase.. -comenta Lucy al entrar al cuarto y ver a Chise armando su maleta.

-deseas que te ayude? -Chise se apresura en asistir a la chica que viene con mucho peso a causa de tantos tomos de magia.

-acaso crees que soy una debilucha? -gruñe la muchacha haciéndose a un lado, por moverse rápido se le caen algunos libros que patea en el suelo para abrirse paso -necesito estudiar y preparar la tarea, tú tienes a un mago experto en casa, no tendrás problemas en destacar con tus deberes la semana que viene.

-lo.. lo siento.. yo solo..

-ya olvídalo -Lucy deja caer sus libros con fuerza sobre la mesa -cierra la puerta cuando te vayas..

Chise queda parada en medio de la habitación, apretando las manos.

-solo quiero saber, yo quiero entender..

-no voy a hablarte de mi vida privada si es lo que pretendes Hatori..

-tú también tienes muchos conocimientos, eres poderosa lo sé, ya te he visto, me lo han comentado también..

Lucy se ríe.

-si me hablas de ese manco y tuerto que tienes en casa.. ese niño es mas tonto de lo que parece, no le hace justicia haber vivido tanto si se paraliza como tonto cada vez que lo veo, eso no significa que yo tenga alguna clase de poder, es que me gusta ver su cara de idiota .. nunca he tenido dones, ni talento para nada..

Chise nota que su compañera está intentando abrir sus corazón, con sigilo se acerca a ella buscando poner su mano en el hombro de la muchachita y así darle ánimos.

-claro que tienes poder, es solo que falta confianza en tí.. sé lo que es sentirse solo, deseando la muerte por no haberle importado nunca a nadie yo..

-quiero que te largues de mi cuarto.. -Lucy habla apretando los dientes con rabia -déjame sola, Hatori.

Chise respira profundo.

-está bien, nos vemos el lunes, llámame si necesitas alguna cosa.

Lucy chasquea los dientes haciendo una seña con la mano para que Chise se vaya de una vez por todas.

Mucho tiempo atrás..

-tú jamás serás lideresa de la casa Webster, lo tienes claro no? eres mujer, eres débil y careces de aptitud mágica para controlar a las arañas de grimorios, ese honor lo tendrá tu hermano menor, es lo correcto.

Un hombre de edad avanzada cosecha la tela fina de un montón de arañas que mantiene en una especie de invernadero, todo está plagado de nidos y coloridas arañas que caminan por los rincones o colgando de sus lianas de seda.

Una niña de cabello negro y largo con no más de doce años está aguantando las lágrimas con la cabeza gacha oyendo a su abuelo, quien es una de las cabezas de la honorable familia Webster, grandes artífices de las artes mágicas, pero sus machistas tradiciones son inquebrantables.

-pero tu madre me ha insistido hasta el cansancio que al menos aprendas a leer libros de magia y es que en realidad tu molesta presencia nos es un estorbo, sobretodo para las arañas, así que pronto irás a una facultad de magia permanentemente, si no aprendes nada, no será nuestro problema, será el tuyo, no sé cómo la inepta de tu madre pudo parir a alguien como tú.

La pequeña Lucy solloza en silencio, siente la cara roja y caliente a causa del gran deseo de llorar pero prefiere mantenerse firme lo más que puede ante su abuelo, quien ni se inmuta.

En el presente..

La muchacha arrasa con todos los libros, lápices y cuadernos que tiene sobre la mesa, furibunda arroja todo al suelo yéndose a un rincón de la habitación para llorar. Los recuerdos crudos de hace algunos años atrás le atormentan, desea al menos el cálido abrazo de su madre pero ni una llamada ha recibido de nadie de su familia luego de la gran tragedia familiar.