Un día normal: Donde todo comienza

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Yo solía ser una chica común y por común no me refiero a una chica de estas que pasan por la vida sin ser notadas, de esas que tiene el típico y raro sueño de construir una familia y de trabajar largas horas para mantenerles, mientras solo logra ver a su pareja un par de horas al día y eso solo si tiene suerte.




Yo quería ser alguien especial, por eso la gente me veía raro, sabia que no encajaba en los ideales del resto, mis padres por todo lo contrario se encontraban felices y dichosos de tener una hija como yo, mi hermana menor, por lo contrario, siempre les daba unos dolores de cabezas como un universo completo, mientras que yo solo quería mantenerme al margen de todo, solo me quedaba en mi cuarto, estudiando como toda una nerd.




Mi vida la consideraba buena, correcta y centrada, hasta que llegó esa noche que lo cambió todo, nunca culpe a mi hermana por querer ir a esa maldita fiesta, ni tampoco culpe a mis padres por hacerme salir de mi cuarto, de mi comodidad, de lo que en era mi vida, ellos me obligaron a acompañar a mi hermana ese día en el que todo comenzó, pero ninguno de ellos nunca fue culpado por mí, porque a pesar de que a partir de ese día mi vida cambio, a pesar de que a partir de ese día todo se fue a la mierda, a pesar de eso nunca me sentí mal o culpable de conocerlo, porque en un final eso, solo me hizo sentir más viva, hizo que despertará y me diera cuenta de que no importa cuanto planifiques todo, siempre va a haber un jodido inconveniente que lo mande todo al carajo, algo que te haga cambiar y que forje tu futuro.




Mi nombre es Olivia, soy una joven de 18 años, apática y resentida en parte con la humanidad, no se como seguimos con la oportunidad de pisar tierra cada día, la humanidad es jodida, casi tan jodida como aguantar a aquellos que se burlan de mi mientras avanzo por el comedor de la escuela con mi bandeja en mano, tratando de ubicar el lugar más apartado y solitario posible, no me gusta que me molesten, odio esas personas que fingen falsas amistades mientras se muestran objetos que con su valor podrían darle comida a medio mundo, esas chicas plásticas que se sonríen con falsedad mientras lucen últimos modelos de ropa comprados en su viaje de fin de semana a París, odiaba todo eso y este lugar estaba lleno de mentes vacías como esas. Yo asistía a esta escuela que era muy importante ya que mi familia era millonaria, pero eso no significaba nada para mí, yo quería hacerme de mi propio nombre, sin influencia alguna.




Mi hermana Kathy por su parte parecía totalmente encajar en este ambiente, ella pertenecía a ese grupo de chicas plásticas que lucían conjuntos escandalosos esperando captar la atención de los chicos, aunque aquello la había convertido en un objeto de usar y tirar conocido por media escuela, yo amaba a mi hermana a pesar de las formas que tenía, después de todo era mi sangre, aunque se esforzaban ser la primera en criticarme y avergonzarme delate de todos.




Mire a la mesa donde se encontraba Kathy y mientras la observaba a lo lejos, podía ver como su próxima “conquista” metía su mano bajo su falda, esta noche sin dudas habría nuevamente problemas en casa debido a Kathy, aparte mi vista y mis pensamientos de donde se encontraba ella, al final, ¿porque tendría que afectarme aquello a mí? Y ahora que lo pienso me doy cuenta de cuan equivocada estuve a pensar eso, ese fue mi primer error del día.




























Hola, si volví y vuelvo con nueva historia, ya se que tengo dos en proceso, pero algunas cosas ocurren sin planificación y esta historia solo saltó a mi mente y no me dejó en paz, espero la disfruten.💜😊✌

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