Fiesta

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Y allí estaba yo, impulsada por mis padres, porque resultaba ser que la hija modelo tenía que acompañar a su hermana menor, el desastre mundial, odiaba que me hubiera arrastrado aquí, pero más la odié cuando se perdió entre la multitud apenas llegamos, dejándome allí plantada con un simple “nos vemos después” y eso fue todo, frente a la multitud se la tragó y se hizo cómplice de su desaparición y en ese momento comencé a preocuparme de forma creciente, sentía que la gente me miraba como “ahí va la nerd” a pesar de que todo estaba en mi cabeza ya que todos estaban lo suficientemente borrachos y drogados hasta las trancas, como para notar mi presencia, yo aquí era como un  maldito fantasma, mañana nadie recordaría ni con quien se acostaron, pues menos iban a recordar que alguien como yo estaba aquí, así que eso me hizo relajarme un poco.




Me fui a la parte de afuera de la casa y me senté en el pasto, suave y verde, perfectamente recortado ya que nos encontrábamos en la casa de uno de esos niñitos ricos que eran tan vacíos que su vida se basaba en hacer fiestas como estas para invitar al resto de descerebrados, me senté afuera ya que suponía que por lo menos mi hermana iba a tener la decencia de salir por la puerta y también porque aquí solo se sentía un ligero bullicio de la música estridente que se escuchaba dentro, no había absolutamente nadie afuera de la casa, solo me acompañaba una agradable y fresca brisa, de esas que sientes cuando te sientas en la arena frente al mar, de las que invaden tus pulmones y te traen tanta calma como puedas respirar.





Se que se preguntan, ¿porque Olivia? ¿qué haces, porque no fuiste tras tu hermana?
La verdad es que era en vano, apenas nos habíamos bajado del coche me había asegurado que solo había venido conmigo porque nuestros padres le habían dejado en claro que de no ser así no vendría y se esforzó bastante recalcándome (no se te ocurra acercarte a mi, nerd) de ser así, dejaré en claro que tu no eres nada mío y la gente aquí no necesita muchos motivos para golpear a alguien como tú.




Si, lo no la odien, yo solo creo que es así porque en el fondo solo busca más atención y piensa que la gana llevándose a la cama a todas sus “conquistas” la gran mayoría no pasa de una noche, en donde ella se a creído previamente todas sus promesas de amor eterno, sabía que mañana despertaría como ya era costumbre, hecha polvo, tanto por las cosas que consumiría seguramente en la fiesta, como porque para mañana en la mañana cuando despertara habría un mensaje en su celular, igual que los de siempre, ese chico con él que se encontraba no iba a ser la diferencia, iba a ser uno más de esos que le escribían un simple, “no me vuelvas a llamar” y ella lloraría igual que siempre y en la noche ya estaría radiante, un auto se parquearía frente a casa y ella se perdería de vista junto a otro chico.
Si, odiaba que hicieran eso con ella, pero de cierto modo algo me decía que al menos ella aprendía algo de la vida, no como yo, que lo máximo que había conocido de los chicos se ceñía estrictamente a los libros de biología.




Era extremadamente penoso el pensar que nadie nunca había encontrado nada especial en mí.




Estaba sumida totalmente en mis pensamientos, cuando sentí que alguien se aproximaba, me puse a la defensiva, quien fuera que se acercara estaba lo suficientemente lucido como para salir y apreciar la noche al igual que yo había hecho.






Mi cuerpo se tensó en respuesta al miedo que comenzó a crecer en mi y si alguien me había seguido y venia a burlarse. Pero fue peor que eso, en mi campo visual apareció Kathy con un vaso en la mano y se sentó a mi lado con una expresión extremadamente rara en ella, era, como si yo, le “agradara” se veía raro y forzado en ella.





- ¿Qué haces aquí afuera Olivia?



-Sabes que ese no es mi lugar.



-Te he traído algo.


Le miré extrañada, había algo en ella que no encajaba - ¿Qué me has traído? dije curiosa.






-Se que no te gusta este lugar y se que al igual que a mi no me agrado que vinieras conmigo, a ti tampoco te agradaba venir, así que solo quiero ser buena por un segundo: dijo mostrando el vaso que traía en sus manos y acercándolo a mí. -No es veneno, es un refresco, sé que no bebes.






Si, definitivamente estaba rara mi hermana, a ella nunca le interesaba lo que tenía o no que hacer yo para que ella pudiera disfrutar de su vida, ya la había sacado de unos cuantos embrollos, pero a ella nunca parecía bastarle. Me pensé un poco el tomar la bebida, pero terminé aceptándola, la olí un poco, solo para asegurarme que fuera refresco realmente. No es que pensara que era arsénico ni nada por el estilo, solo quería asegurarme que no fuera alcohol y no lo era. -Gracias.






-Ahora que he hecho mi obra benéfica del día, discúlpame, pero me voy adentro, porque un chico muy caliente espera por mí, para enseñarme cosas que solo vez en libros.





Hice una mueca de asco, era horrible lo que acababa de decirme, me parecía asqueroso todo lo relacionado con esas cosas que había dicho mi hermana, sin duda ella parecía la mayor. Ella se había llevado la belleza familiar y yo las neuronas, era comprensible ya que, si se llagaran a unir esas dos cosas en una mujer, pues de seguro todos estarían encantados de sumirse bajo su poder, y la naturaleza no podía permitir eso, así que equilibraba a las personas como mi hermana y yo.






Tome un sorbo de refresco, asegurando con mi paladar que si, efectivamente era refresco y estaba delicioso.







Una vez mas me dedique a mirar las estrellas y la belleza de la noche, me comenzaba a sentir animada, me sentía como una niña dando vueltas en un carrusel, las luces brillaban, me sentía mareada pero aún así reía, alzaba los brazos al aire y gritaba mientras me golpeaba la brisa fresca y luego, luego ya no sentí nada.



























Hola😊✌💜 un capítulo nuevo de esta novela tan maravillosa a la cual le agradezco aparecer en mis pensamientos y no dejarme dormir, espero disfruten el nuevo capítulo.

Si te atrevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora