-D es de Diablillo-

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— ¿Por qué precisamente ahora? —preguntó Soul a lo que parecía ser al aire—. ¿No había otro jodido momento, verdad?

El viento y la fina llovizna le azotaban el rostro pero no le importaba. Necesitaba salir del apartamento, de Shibusen, alejarse de Death City tan rápido como pudiera. Cambió de marcha y aceleró a tope, haciendo que la Harley rugiese sobre el asfalto. Sólo cuando estuviera lejos se sentiría seguro, aunque fuera unos minutos.

No podía estar pasando. No era real. No debía serlo, y sin embargo lo había sido. Tan claro como las gotas de agua que caían del cielo. Tan oscuro que lo quiso mantener por más tiempo oculto en lo más profundo y no pudo. Ojalá fuese una pesadilla. Una en las que te retuerces entre las sábanas empapadas en sudor frío, y sientes que una cálida voz te despierta... la de Maka. Como las cientos que ya había tenido y notado alivio por tenerla ahí, cerca de él, para decirle que sólo había sido eso, algo pasajero, producto del miedo.

Ahora no era así.

Ni podía escapar por mucho que lo intentase. Ni despertar porque ya lo estaba. Ni Maka le hablaba, desde hacía unos días.

<< ¿Y de quién es la culpa, Evans? La niña tiene razón. Eres un pervertido. >>

—Cómo me jode que me ignores...

<<Tú llevas más de cinco años haciéndolo, y no por eso estoy menos desaparecido. ¿No crees que iba siendo hora de devolverte la volea?>>

— ¿Qué quieres?

Soul escuchó la risa estridente del diablillo dentro de su cabeza, igual que hace un rato en su apartamento, y sintió una fuerte punzada en la sien derecha.

— ¡HE DICHO QUE QUÉ QUIERES! —se cabreó.

La carcajada cesó, así como el dolor. Estaba dejando atrás el centro de la ciudad y apenas había luces en la tortuosa carretera. El sol se había puesto y las nubes de tormenta amenazaban con una noche cerrada y movida. Aceleró un poco más.

<<Vaya, menudo genio. No has cambiado nada. >>

—Te equivocas.

<< ¿Estás así sólo porque he decidido volver, o porque la tonta de tu amiguita se hizo la estrecha el otro día?>>

—No vayas por ahí. Te lo advierto.

<< ¿O sino, qué? No puedes tocarme. Me necesitas. >>

—Vete al infierno.

<<Ya estoy en él, ¡gracias a ti!>>

Otra risa, más aguda, Y Soul notó que la cabeza le iba a estallar.

—Basta.

<<Siempre tan debilucho...>>

— ¿Cómo coño te oigo si estoy fuera de...?

<< ¿En serio, Evans? La locura te ciega, a niveles insospechados. >>

—No.

<< ¿No?>>

—No —reiteró. Le estaba costando lo suyo pero llevaba mucho manteniéndose cuerdo. No entraría en su juego.

<< ¿No has probado algo y te has quedado con las ganas de más?, ¿no te fastidia haberlo tenido en tus brazos y que te lo haya quitado sin más?>>

La mente de Soul se aclaró, recordando la escena en el aula de música, y no podía estar más asustado.

—Mierda... Maka.

SoMa en el Abecedario 2.0 [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora