Missing [Boku no hero academia x OC]

Capítulo 7

—Shoto... —Nai lo vio con ojos brillantes, y su voz tembló.

—Menos mal... —El chico se acercó a ella, y la rodeó entre sus brazos, dejando un pequeño beso en su coronilla —Estoy tan aliviado.

—También estoy feliz de estar de vuelta —La fémina le regresó el abrazo, apretandolo cariñosamente.

—Bueno, es un momento muy conmovedor, pero otras personas también queremos abrazarla —Shinso se adentró a la habitación, dando su opinión sin ningún filtro.

—Sí... —Shoto sorprendentemente se vio reacio a soltarla, pero al final terminó por hacerlo.

Luego de que todos hablaran con Nai, llegó el doctor a cargo junto a dos oficiales y Aizawa.

No había que ser muy listo para saber de lo que iban a hablar, y luego de que la pelimorada explicara la historia de principio a fin, llegó el momento de hablar de su kosei.

—Entonces, ¿no puedes activar la invisibilidad? —Preguntó el profesor pelinegro.

—No, lo he intentado antes y nada... Pero, si es verdad lo que él me explicó, cuando me recupere totalmente regresaré a la normalidad.

—Entonces tendremos que confiar en eso por ahora... Hasta que te den de alta te quedarás aquí, estuvimos hablandolo con tus padres y es mejor que te quedes en la U.A sin salir por un tiempo, para evitar que el chico venga a buscarte; y creo que está más que decidido ahora que tu kosei está inactivo.

—Entiendo completamente lo que dice —Nai no objetó nada, después de todo, la U.A sí la hacía sentir más segura que las delgadas paredes de su casa. Además, no sabía que podría llegar a hacer ese chico, y tal vez su familia no corra tanto peligro si ella no está allá con ellos.

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Varios días habían pasado luego del regreso de Nai. Sus compañeros de clase se habían puesto eufóricos cuando oyeron la noticia de su aparición, tanto que fueron vetados del hospital debido al escándalo que montaron.

—¡No! ¡Aléjate de la cocina, Hashimoto-san! —Uraraka se interpuso en el camino de la nombrada, evitando su paso.

—Oh, vamos... Déjame pasar, solo quiero comer algo —La pelimorada dio un paso adelante, pero la castaña la hizo retrocederlo.

—No, sabes que tienes prohibido entrar.

—Pero solo tomaré una galleta, o t-tal vez un jugo... ¡Por lo menos déjame tomar agua! —Nai intentó esquivarla, pero la chica tenía buenos reflejos.

—Si sigues lastimandote tu kosei no regresará. Ahora ve a la sala —Uraraka vio como Todoroki se acercaba a ella, luego se adentraba a la cocina; y luego salía con una galleta en una mano y un vaso de agua en la otra.

—Toma —Le extendió la comida a la chica.

—¡Gracias, Shoto! —Nai tomó lo ofrecido y se dejó guiar por su novio al sillón de la sala común.

—Vieron que está más cerca de Hashimoto-san.

—¡Lo noté! Nunca pensé ver a Todoroki-kun en modo sobreprotector y romántico.

—Ni yo-kero. Creí que siempre sería una roca.

Varias chicas de la clase 1-A cuchicheaban entre ellas a una distancia prudente de la pareja.

Todas concordaban en el "sutil" cambio de actitud que presentó el varón luego que apareciera la chica.

El bicolor intentaba disimularlo también, pero si prestabas un poco de atención a sus movimientos; podías ver claramente como este siempre salía de una habitación si la pelimorada también lo hacía, como se iba a dormir justamente cuando su novia lo hacía, o cuando la esperaba afuera de su habitación en las mañana cuando él no salía de ella.

Ya ambos habían sido visto por varios compañeros saliendo de la misma habitación en las mañanas.

—¿Creen que hayan llegado a otra base ya? —Preguntó Mina bajando aún más su tono.

—No tengo idea... y realmente dejan mucho a la imaginación.

—¿Creen qué por eso aún Hashimoto-san no termina de curarse-kero?

Nadie dijo nada más y solo se sepultaron en un silencio tenso... Nadie podía afirmar o negar algo, porque después de todo, no tenían idea alguna.

—Creo que me iré a dormir ya... —Dijo Nai de pronto, antes estaba acostada en el hombro de Todoroki, por lo que muchos creían que ya estaba dormida —Nos vemos mañana.

—Duerme bien, Hashimoto-san.

Todos se despidieron de ella y el chico, y vieron como ambos subían las escaleras.

—Jamás lo sabremos, ¿verdad? —Preguntó de pronto Hagakure.

—No —Todas en el círculo negaron decepcionadas.

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—¿Puedes dormir hoy aquí también? —Preguntó Nai tumbandose a su cama.

—Claro... —Todoroki elevó la comisura de sus labios, formando una dulce sonrisa.

El heterocromático se había quedado a dormir en la habitación de la chica cada vez que esta se lo pedía. Luego de que esta tuviera una pesadilla en donde Suzuki Hideki aparecía, y llegara transpirando a su habitación, él decidió acompañarla cada vez que lo necesitara.

—Entonces me acostaré de una vez, dejaré las puerta abierta para que puedas entrar —Nai se levantó de su cómodo colchón para cambiarse de ropa, viendo a su novio salir de la habitación.

Cuando estuvo lista, volvió a lanzarse a su mullida cama, recordandose mentalmente dejarle un espacio al bicolor.

—Buenas noches... —Murmuró Nai a pesar de estar sola.

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—Que sed... —Una delgada voz se escuchó levemente en la habitación —Quiero agua.

La ojimorada iba a disculparse por lo bajo cuando notó que era la única en la cama —Parece que no volvió.

Se sintió un poco dolida al principio, pero rápidamente dejó de lado aquel sentimiento.

—Tal vez se quedó dormido en su habitación... —Se colocó sus pantuflas sin tomarle mayor importancia al asunto y abrió la puerta de su habitación lo más silencioso que pudo.

Debía ser cuidadosa, no quería despertar a alguien y menos que supieran que había bajado a meterse en la cocina. Tenía totalmente prohibido hacerlo; ya que antes se había lastimado y quemado cocinando mientras hablaba con Uraraka, por lo que aún su kosei no había aparecido.

—Será solo un segundo, sólo tomaré mi vaso con agua y regresaré rápido a mi habitación.

Todo estaba sucediendo según lo planeado, hasta que oyó el sonido característico que tiene una cámara digital al tomar una foto.

—Oh, no —Al principio creyó que había sido descubierta, por lo que sé quedó estática unos segundos imaginando que podía haber sido —Que no haya sido Mineta, que no haya sido Mineta... —Rezó las oraciones en su cabeza mientras tomaba el coraje de voltear.

—Esto realmente no es lo que-

La voz de la fémina se detuvo al ver quien estaba al frente de ella.

—¿Qué haces aquí? —Pronunció fríamente aquellas palabras en un intento de no verse asustada. —¿Cómo entraste aquí, Suzuki?