17

663 102 6
                                    

Últimamente me veía más guapo, ¿qué estaba sucediendo conmigo?, ¿la pubertad ya me estaba premiando?, no lo sé, pero me gustaba y era agradable.

«Ten un buen día, si algo malo te llega a suceder y tienes ganas de llorar, o simplemente te sientes muy mal contigo mismo, recuerda que aquí hay alguien que te quiere, realmente te amo, Yoonie bonito»

Esa fue la nota del día de hoy, había notado a Yoongi un poco desanimado desde hace unos días y sólo quería ayudarlo un poco. Me dirigí a mi salón como cada mañana y algo realmente importante llamó mi atención.

¡Mi Yoonie bonito estaba llorando!. Él sollozaba, lo sabía, sus hombros estaban agitándose, quise ir a dónde él para apoyarlo, pero dudé en hacerlo, yo no merecía siquiera consolar a Yoonie, yo no merecía siquiera verlo.

Finalmente decidí hacerlo y me acerqué, Jimin tenía razón, si no me acercaba, realmente nunca conseguiría nada.

«Yoo-Yoonie» —lo llamé despacio, no quería espantarlo, no sé porque lo llamé así, tal vez la costumbre de decirle así en las notas fue lo que me hizo decirle aquello, temí por un momento, él pudo haberse dado cuenta de quien era quien le enviaba las notas. Sin embargo, me puse de rodillas frente a él para encararlo, aunque él estuviera cubriendo su rostro con sus manos. «¿Te encuentras bien?, ¿qui-quieres que le llame a la enfermera?, ¿quieres agua?, ¿un refresco?, ¿café?, ¿te duele la cabeza?, ¿la pancita?, ¿el corazón?, ¿el sistema límbico?» —le pregunté un poco alterado, él realmente me estaba preocupando mucho. Me tomó por sorpresa cuándo tomó mi mano y de sus labios esbozó una pequeña sonrisa dirigida hacia mi, ¡Tan bonito!.

Sus ojitos estaban rojos, no hinchados, al parecer no había llorado por mucho tiempo y eso me aliviaba, él continuaba sonriendo, casi riendo, como si lo que hubiera dicho hubiera sido un chiste, y en efecto, ese era el motivo por el que me acerqué, quería hacerlo sentir mejor.

Sonreí de igual manera, sacando un pañuelo de uno de mis bolsillos del pantalón, lo estiré hacia él y lo tomó, sacudiendo su nariz, ¡Se limpiaba la nariz tan bonito!.

«¿Está todo bien?» —le pregunté tratando de no lucir nervioso, mis manos estaban sobre sus muslos, y nuestros rostros estaban un poco cerca, él no lo notaba pero yo si, y me aparte un poco de él.

Él volvió a su salón de clases porque así se lo pedí, ninguno de los dos podía perder clases, ¡Santa mía María!, ahora me encontraba corriendo a mi aula, no me di cuenta en que momento me quedé sentado ahí pensando en lo que acababa de ocurrir y salí corriendo en cuanto regresé al mundo real.

¡Bonito Yoonie! | JinSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora