10

763 114 6
                                    

Era lunes nuevamente y decidí regresar a mi antigua forma de ser, los anteojos no eran realmente malos y yo no quería usar lentes de contacto de por vida, no, no.

Caminé hacia el casillero de Yoonie como todas las mañanas lo hago, dejé la pequeña nota dentro y me dirigí a la maquina expendedora para sacar una botella de agua que después dejaría frente al casillero de mi Yoonie bonito.

«Espero que tus entrenamientos estén yendo bien, me gusta mucho verte jugar, sigue así, bebe mucha agua y mantente saludable, ¡Fighting!»

Realmente no sé si Yoongi tendrá idea de quién es la persona que suele dejarle notas en el casillero todos los días de la semana e incluso los viernes dejó tres notas, una correspondiente a ese día y las otras dos al fin de semana que no lo veo. Me intriga mucho saber si él tiene idea de quién soy y también me gustaría saber que siente él hacia la persona que le deja notas constantemente.

¡Santa virgen de las guayabas!. Yoongi venía hacia su casillero justo cuando yo iba a dejarle la botella de agua que acababa de comprar, me di la media vuelta tratando de ignorar que él venía hacia acá, aceleré mis pasos pero mi corazón se hizo chiquito al escuchar su bonita voz decir mi nombre. ¡Sonaba tan bonito!, ojalá hubiera tenido mi grabador de voz encendido para reproducirlo todo el día.

«¡Hola!, Seokjin Subaenim» —me habló, haciendo que yo regresara en mis pasos mirándolo fijamente, mis ojos no podían despegarse de los suyos, ¡Santa mía María!, estaba a punto de colapsar, no estaba respirando, estaba seguro de que mis pulmones no contenían nada de aire y estaba a punto de morir, tal vez ya estaba muerto, había un angel frente a mi, un bonito y hermoso angel

«Ho-ho-hola, Yoo-yoon-on-gi-i» —agité mi mano forzando una pequeña sonrisa mientras continuaba mirándolo, de repente me sentí apenado, me sentí mal, alguien cómo yo no merecía siquiera mirarlo y entonces bajé la vista al piso y él sólo continuó sonriendo

«¿Qué hace por aquí?, ¿no debería estar en los edificios de los chicos de tercer grado?» —ladeó un poco la cabeza antes de girarse a abrir su casillero y yo no supe que decir, sólo tragué saliva, junté mis manos jugando nervioso con mis dedos, ¡Piensa como Marinette, Seokjin!

«Vi-vine a esperar a mi a-amigo, él ya se tardó, así que creo que debo irme ya, ¿te-te importa si te dejó la botella de agua?, en la clase de informática no dejan entrar con bebidas, así que creo que sería bueno que te la quedaras» —decir que estaba un poco nervioso era poco, yo estaba en blanco, sin respuestas, comenzaba a hablar muy rápido debido a ello y comencé a temer, pues no sabía si mi Yoonie bonito estaba entendiendo siquiera una palabra de lo que decía.

¡Patético, patético, patético, completamente patético Seokjin!

¡Santa María mía!, ¡no!, olvidé por completo que ya había dejado la nota en el casillero de Yoonie y cuándo regresé mi vista a él, él se encontraba sonriendo y leyendo la nota, yo sólo abrí mis ojos ampliamente, no sabía como reaccionar, él estaba sonriendo mientras leía mi nota, ¿habrá sido así con todas las notas que le he dado?.

¡Bonito Yoonie! | JinSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora