Espectáculo

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Cuando salió del carruaje, sintió sus zapatos nuevos hundiéndose en el lodo y se le hizo imposible hacer una mueca de disgusto.

— Me arrepentí, me largo— dijo tratando de devolvérse a su carruaje, sin embargo fue detenido por una mano femenina que lo sostuvo del brazo.

— Vamos Al. Lo prometiste— la joven que lo sujeto hizo un puchero y lo miró molesta.

El caballero solamente soltó un suspiro mientras cerraba la puerta del carruaje y le pedía al cochero que esperara.

— Niffty, aunque tengas la altura de un niño de diez años, no significa que actúes como uno— le dijo molesto caminando hacia la gran carpa de un circo que se encontraba a la distancia.

Cómo respuesta, sintió un fuerte apretón en su brazo por parte de la pelirroja. A su alrededor pudo notar que había niños de clase baja corriendo enérgicos hacia el circo, pero la gran mayoría eran personas de alta clase con sus hijos. Algo realmente curioso sabiendo que los circos eran sólo espectáculos callejeros sin orgullo.

— Aún no entiendo como me convenciste para venir— se lamentó en voz alta mientras pagaba las entradas de ambos. No podía creer que realmente estaba gastando dinero en éso.

— Vamos Al. El circo es para divertirse, tienen espectáculos realmente impresionantes y te aseguras que te sacarán muy buenas risas ¡Pero sin duda lo mejor es el acto principal!— la joven lo miró emocionada mientras pasaban por la entrada del circo— Cuando lo veas quedarás con la boca abierta.

Alastor, quién apenas estuvo conciente de lo que decía su amiga, miraba con desagrado los puestos de comida callejera y el personal del circo vestidos de formas ridículas dándole globos a los niños pequeños.

— Éso ya lo veremos querida— atinó a decir mientras se intentaban a la tienda colorida, .

Y a nada más entrar, se topó con varías sorpresas. Si bien ése circo tenía la estructura de uno normal, todo se veía más limpio y elegante, de hecho lo más sorprendente es que habían candelabros de cristal colgando.

— ¿Yy?— al bajar la mirada, se encontró con la sonrisa burlona de Niffty, por lo que vuelve a su postura anterior.

— Está decente— fue lo único que dijo mientras se dirigían a los asientos que tuvieran mejor vista, al mismo tiempo que la chica reía mientras lo seguía de cerca.

Una vez ubicados, lo único que pudieron hacer hasta que empezara el espectáculo, fue hablar de cosas cotidianas y al cabo de unos minutos, las luces del lugar se apagan dejándolos a oscuras. Hubo un momento de silencio y al siguiente momento, una única luz se encendió en el centro del escenario y un hombre de alta figura vestido cómo presentador, hizo una reverencia ante el público.

— Damas y caballeros— empezó a hablar con una voz grave y profunda, con una sonrisa de oreja a oreja— Bienvenidos al circo de Los Tres Hermanos. Mi nombre es Valentino y hoy seré su presentador que los guiará por éste maravilloso viaje lleno de risas e infinita diversión. Y empezaremos con nuestra bella joven lansafuego ¡Cherry Bomb!— y en cuanto lo dijo, una potente llama se elevó hasta lo alto del circo que envolvió al presentador y cuando el juego se extinguió, en su lugar hubo una sonriente joven.

La joven siguió con su presentación dónde lo principal eran trucos respecto al fuego que salía desde sus manos o su boca que hacían jadear al público.

El acto que le siguió fueron trapecistas que dieron piruetas en el aire sincronizados con la canción del fondo, después un espectáculo dónde un joven se dedicó a lanzar cuchillos a unos centímetros de sus asistentes, luego llegó el espectáculo de los payasos que sacaron risas por doquier, posteriormente le siguió un extraño espectáculo dónde había alguien mitad serpiente que hacía una danza con serpientes sobre él, más adelante fue un espectáculo de un domador de bestia que hizo gritar a más de uno por los temibles leones.

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