Capítulo 9

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AVISO DE CONTENIDO: leve mención a la posibilidad de sufrir un asalto en un callejón al final del capítulo. También todos los comentarios que hace Clemence sobre Hyun, tratándolo con excesivo cariño y aprecio de modo que parece que quiere tener algo romántico con él.


Cuando despierto, Yeleen no está, igual que todas las mañanas desde que empezamos el curso. A veces me pregunto dónde debe de ir y, lo más importante, cuándo se va, pero esas son preguntas que me guardo para mí misma. La Rebecca que metía las narices en los asuntos de todo el mundo y que quería saberlo todo se quedó en el instituto. Y más si se trata de Yeleen, con cuya actitud pasivo-agresiva no tengo ningunas ganas de tratar.

Ni siquiera me da tiempo a secarme el pelo después de ducharme cuando recibo un mensaje de Clemence.

«Esta tarde necesitaremos ayuda, te esperamos a las 9h.»

Aparentemente para esta señora la tarde empieza a las nueve de la mañana... fantástico. Menos mal que esta mañana no tengo clases y puedo ir sin problema, porque otra actitud pasivo-agresiva que no me apetece nada tener que aguantar es la de Clemence. Termino de arreglarme, cojo el uniforme del café y mi bolso con mis cosas y salgo de la residencia, intentando pensar en positivo sobre la jornada que me espera.

Ni siquiera me da tiempo a alejarme demasiado del campus cuando oigo una voz que me llama.

—¡Hola! ¿Ya en planta?

Me giro a tiempo de ver como Hyun llega a mi lado.

—¡Hola! —le saludo con una sonrisa—. Sí, estaba yendo ya a la cafetería.

—¿Tan pronto? ¿Cómo es eso? Pensaba que te vería solo este mediodía.

—Yo también lo pensaba, pero Clemence me ha enviado un mensaje para que viniese a las nueve, así que aquí estamos.

—¿Ah, sí? ¿Te avisa en el último momento? No es típico de ella...

—¿De verdad? Puede que sea un trato de favor especial que me ha otorgado exclusivamente a mí, me siento halagada —digo con sarcasmo.

—¿Ah? Puede ser —Hyun no parece haber pillado mi ironía— Venga, ven, estoy seguro de que no has desayunado. Ye invito a un café o un chocolate al llegar, nada mejor para empezar el día.

—Que majo, gracias.

Seguimos hablando un poco más de cosas banales hasta que llegamos al café. Hyun es el primero en entrar y en saludar a Clemence, quien no tarda en devolverle el saludo con un tono alegre.

—¡Buenos días, Hyun! ¿Ya estás aquí? Habrás dormido poc...

—Buenos dí...

—Oh, Rebecca, no te había visto —sin embargo, el tono que usa conmigo es más seco que el Sahara.

—Buenos días, señora —la saludo intentando ignorarlo—. He venido más temprano, como me ha pedido.

—Sí, sí, ya lo veo. Muy bien. Espero que hayas traído el uniforme completo... ¡No olvides ponértelo antes de franquear la puerta!

¿Antes de franquear la puerta? Lanzo una mirada rápida a Hyun, que tampoco lo lleva puesto aún.

—Sí, claro, lo tengo aquí. No me lo había puesto aún para no ensuciarlo en la calle.

Clemence solo me dedica una mirada rápida antes de volver a sus quehaceres. Mientras ella sigue colocando los cruasanes en una cesta sobre la barra, yo aprovecho y me pongo el uniforme, sin saber mucho qué más hacer. La cafetería aún no está abierta y es mi primer día entrando a trabajar tan temprano, por lo que no tengo ni una mínima idea.

Game over [cdmu Armin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora