CAPÍTULO 7

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La noche estaba entrada y JungKook llevaba aproximadamente dos horas dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Las palabras y la expresión de TaeHyung todavía muy presentes en su mente.

Se mantuvo viendo hacia la ventana, tratando de distraerse, pero sin obtener resultados. La habitación se sentía tan vacía sin TaeHyung con él a su lado siendo un lindo bulto adormilado para esas horas.

Así que, sin más dudas, se levanto y salió de la habitación sin hacer mucho ruido, dirigiéndose hacia la sala donde suponía estaría el pelinegro durmiendo. Efectivamente, TaeHyung se encontraba boca arriba en el sillón grande con uno de sus brazos tras su cabeza siendo un soporte y su otro brazo dejado sobre su abdomen. JungKook se quedo unos segundos parado frente a el tan solo observándolo, mirando detenidamente cada pequeño detalle que la poca luz se colaba por la ventana dejaba ver.

Opto por ponerse de cuclillas a su lado y observo su rostro desde cerca, tomándose el tiempo de admirar cada parte. Desde sus cejas y sus ojos pequeños, hasta sus labios rosados y delgado, sus orejas cubiertas a medias por su cabello castaño.

Entonces JungKook tuvo miedo. Miedo porque ahí se percato de que su corazón latía acelerado con tan solo mirar aquel chico mecánico que descansaba en su sillón. Sintió miedo porque sabia que era lo que le esperaba a TaeHyung y miedo de no poder tenerlo a su lado para siempre. Miedo porque él se había dado cuenta de manera tardía que si lo quería y no había mas nada que hacer. El destino ya estaba sentenciado para ambos.

[ * * * ]

Cuando agosto inicio JungKook sentía que el fin del mundo se acercaba. Sentía que la vida era un juego contrarreloj en el cual iba perdiendo. Este es el mes, se repetía cada mañana como un recordatorio y una motivación a si mismo de ser quien debió ser desde el primer instante en que TaeHyung llego a su vida. Desde que el mes de septiembre tocó a su puerta el presionó el botón de Reiniciar y su actitud cambio para mejor, dejando a TaeHyung algo desconcertado a los primeros días. Sin embargo, todo este cambio era lo mejor para ambos.

-Tae -llamó JungKook desde dentro del probador, el castaño alzó el rostro cual suricato tan pronto escucho la voz del pelinegro- ¿Puedes darme una mano?

TaeHyung se levantó del pequeño asiento en el pasillo y se acerco al probador donde JungKook se encontraba, removió un poco la cortina pidiendo permiso y en cuento su novio se le dio, entro, encontrando a JungKook con el cierre de la chamarra atascado a medio camino. JungKook miro a TaeHyung con preocupación en los ojos, con miedo de haber roto la prenda que ni siquiera había pagado.

-Tranquilo -le dijo nada más, poniendo sus manos, una en el cierre y otro en la tela para intentar zafar lo que los dientes del cierre habían atrapado.

Forcejeo un poco, de arriba abajo sin mucha fuerza para no dañar la prenda, pero tampoco obteniendo algún resultado favorable. JungKook miraba hacia abajo con un ligero puchero involuntario, moviéndose conforme los forcejeos pareciendo que no ponía mucha resistencia.

- ¿No tienes superfuerza o algo así? -pregunto de pronto el menor, alzando la mirada y chocándola con la de TaeHyung, sus rostros siendo cercanos, pero nada de qué preocuparse. TaeHyung esbozo una sonrisa ladina y alzo una ceja ligeramente.

- ¿Súper fuerza? Creo que has visto demasiadas películas, cariño. Pero lo intentare, esta cosa esta muy atascada.

Unos cuentos forcejeos más y TaeHyung jalo con fuerza de pronto, haciendo que JungKook perdiera el equilibrio y diera un paso al frente, pegándose realmente al castaño.

JungKook se sorprendió ante la fuerza aplicada y alzo la mirada nuevamente, quedando anonado por la cercanía que ahora ambos tenían. Sin embargo, TaeHyung tenia la vista fija en el cierre, que, gracias al tirón, ahora estaba subiendo. Una vez la chamarra se cerro por completo. TaeHyung llevo sus ojos a los del menor que aun lo miraban impresionado.

ROBOTIC BOYFRIENDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora