͟Te͟ ͟Es͟c͟r͟i͟b͟i͟ ͟Mi͟ ͟Al͟m͟a͟ ͟En͟ ͟Fr͟e͟b͟r͟e͟r͟o͟

Febrero 2

Tweek corría apresurado a la escuela, el día anterior se había quedado hasta tarde investigando quien podría ser el autor de la carta que encontró en su casillero junto a su termo de café -es seguro que el que lo hubiese hecho, debió ser durante la primera hora, así que...- se durmió sobre su escritorio, era lógico, el rubio llevaba más de 3 días sin pegar el ojo debido a su adicción al café, aunque claro que este nunca lo aceptaría. Tweek paró un momento para respirar debía llegar lo antes posible para ver quienes entraban tarde a clases, eso le ayudaría a ir borrando sospechosos, jadeante se decidió a seguir corriendo, cuando un BEEP BEEP le jodió los oídos, el chico molesto se dió la vuelta dispuesto a gritarle a quien quiera que le hubiese sacado tan groseramente de sus pensamientos.

-¡Hola Tweek!- Gritó Token mientras que Clyde le mostraba una sorisa, su amigo afroamericano al llorón de los tacos en su auto. -¿Necesitas un aventón?-Si, gracias Token. Dijo mientras abría la puerta trasera para meterse en el cómodo transporte propiedad del chico Black. Clyde se giró en su asiento para ver mejor al rubio, -Hey dude, luces cansado, ¿Qué te ha pasado?- ¡¿EH?! ¡Gah! es solo... A-alguien me dejó una carta ayer, decía que es mi admirador secreto y-y, que tengo hasta el 28 para encontrarlo. Clyde y Token se miraron y rieron de manera cómplice, sabían el culpable del desvelo y apuro de Tweek, aunque nunca pensaron que fuese enserio cuando lo escucharon por primera vez.

-Ey Token, Clyde, voy a confesarme. El negro dejó de inmediato su celular en la mesa, mientras que el castaño conmenzó a atragantarse con la comida. -Oh, por fin, ¿Cuando lo harás? El del cullo azul miró a su amigo directo a los ojos. -En febrero. -Uh, ¿Febrero? Amigo, ¿Lo vas a hacer el 14 para que te rechazen y termines llorando en tu cama? Dijo el llorón, ganándose por respuesta inicial la mítica seña de Craig Tucker. -Vete a la mierda Clyde, no lo haré el 14, empezaré el primero. Token alzó una ceja confundido y Clyde imitó su gesto. -¿Empezarás? Craig le regaló una sonrisa rápida. -Si, empezaré, lo haré por la tradicional forma de la carta de amor, solo que esto serán cartas, 28 en total, dejaré pequeñas pistas de quién soy, si Tweek no lo descubre para el 28, no sabrá quién soy y me ahorro el posible rechazo. Token soltó una pequeña carcajada. -Bien pensado Craig, pues, suerte. Clyde asintió mientras se metía un taco a la boca. -Chi, shuefe. 

Tweek bajó del vehículo, ingresando con prisa después de despedirse y agradecer el viaje, dejándo a sus amigos ahí, probablemente esperarían a Craig, así que los eliminó mentalmente, aunque dejaría al del chullo azul, por alguna razón, esperaba que su escritor anónimo fuese él y nadie más, y con esa idea en mente y una sonrisa boba estampada en el rostro entró a la escuela, corriendo a dejar sus cosas dentro del casillero, él recorrió todo el pasillo para llegar ahí, abrió la puerta y sonrió con una sorpresa inmensa al ver que la carta de ese día ya estaba allí, colocada minuciosamente sobre su cuaderno de álgebra, el cuál necesitaba para su primera clase del día, quien fuese sabía su horario, por lo cuál resumió que compartía sus mismas clases. Ansioso tomó la hoja de papel cuidadosamente doblada y la guardó en su bolsillo, dispuesto a leerla durante la hora restante. 

Caminó un poco más tranquilo al salón, abriendo la puerta e ingresando, fijó su vista en todos los sitio ya ocupados e hizo una lista mentalmente de quienes estaban allí. Kyle, Stan, Butters, Bebe, Wendy, Kenny, Craig, Token y Clyde que recién entraban, este suspiró y se dirigió a su sitio, sentándose inmediatamente, dejó con cuidado su cuaderno y su primer termo cuyo contenido era obvio encima de la banca. Suspiró tratando de tranquilizarse por completo y miró hacia atrás, para asegurarse de que Craig estuviese distraído, y solo una vez que pudo comprobarlo abrió la carta.

𝓗𝓸𝓵𝓪 𝓣𝔀𝓮𝓮𝓴, 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓸 𝓼𝓾𝓹𝓸𝓷𝓮𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓮 𝓱𝓪 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸 𝓵𝓪 𝓲𝓭𝓮𝓪 𝓭𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓮 𝓹𝓮𝓺𝓾𝓮ñ𝓸 𝓳𝓾𝓮𝓰𝓸 𝓼𝓲 𝓮𝓼𝓽á𝓼 𝓵𝓮𝔂𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪, 𝓱𝓸𝔂 𝓽𝓮 𝓱𝓪𝓫𝓵𝓪𝓻é 𝓾𝓷 𝓹𝓸𝓬𝓸 𝓭𝓮 𝓶í 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓯𝓪𝓬𝓲𝓵𝓲𝓽𝓪𝓻 𝓮𝓼𝓽𝓸, ¿𝓓𝓮 𝓪𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸? 𝓑𝓲𝓮𝓷, 𝓽𝓮𝓷𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓵𝓪 𝓶𝓲𝓼𝓶𝓪 𝓮𝓭𝓪𝓭, 𝓷𝓪𝓬í 𝓮𝓷 𝓢𝓸𝓾𝓽𝓱 𝓟𝓪𝓻𝓴, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓼𝓲𝓮𝓻𝓪 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓭𝓮 𝓪𝓺𝓾í 𝓮𝓷 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓼𝓮 𝓶𝓮 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓸𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭, 𝓪𝓶𝓸 𝓪 𝓵𝓸𝓼 𝓪𝓷𝓲𝓶𝓪𝓵𝓮𝓼, 𝓼𝓸𝔂 𝓾𝓷 ''𝓷𝓲ñ𝓸 𝓹𝓻𝓸𝓫𝓵𝓮𝓶á𝓽𝓲𝓬𝓸'', 𝓽𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓬𝓲𝓮𝓻𝓽𝓪𝓼 𝓪𝓯𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 𝓪𝓼𝓹𝓲𝓻𝓪𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓼𝓸 𝓮𝓼 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓽á𝓻𝓽𝓮𝓵𝓸 𝓸𝓽𝓻𝓸 𝓭í𝓪, 𝓪𝔂𝓮𝓻 𝓽𝓮 𝓿𝓲 𝓹𝓸𝓻 𝓵𝓪 𝓽𝓪𝓻𝓭𝓮 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓯𝓾𝓲 𝓪 𝓬𝓸𝓶𝓹𝓻𝓪𝓻 𝓬𝓸𝓼𝓪𝓼 𝓬𝓸𝓷 𝓶𝓲 𝓶𝓪𝓭𝓻𝓮, 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓫𝓪𝓼 𝓹𝓪𝓰𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓫𝓻𝓸𝓬𝓱𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓬𝓪𝓫𝓮𝓵𝓵𝓸... 𝓪𝓵 𝓹𝓪𝓻𝓮𝓬𝓮𝓻 𝓮𝓼𝓬𝓾𝓬𝓱𝓪𝓼𝓽𝓮 𝓶𝓲 𝓼𝓾𝓰𝓮𝓻𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪, 𝓶𝓮 𝓹𝓸𝓷𝓮 𝓯𝓮𝓵𝓲𝔃 𝓮𝓼𝓸, ¿𝓢𝓪𝓫𝓮𝓼? 𝓔𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓶𝓾𝔂 𝓮𝓶𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓪𝓭𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓮𝓼𝓽𝓸, 𝓱𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸 𝓪ñ𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓵𝓵á𝓷𝓭𝓸𝓶𝓮𝓵𝓸 𝔂 𝓪 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓻 𝓿𝓮𝓻𝓭𝓪𝓭, 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓾 𝓶𝓮 𝓼𝓲𝓰𝓪𝓼 𝓮𝓵 𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓮𝓼 𝓵𝓲𝓷𝓭𝓸, 𝓫𝓲𝓮𝓷, 𝓭𝓮𝓫𝓸 𝓲𝓻𝓶𝓮, 𝓽𝓮 𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓫𝓲𝓻é 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓾é𝓼.

 𝓐𝓽𝓽𝓮: 𝓣𝓾 𝓯𝓾𝓽𝓾𝓻𝓸 𝓫𝓮𝓫é ;)

 𝓟.𝓓. 𝓠𝓾𝓲𝓼𝓲𝓮𝓻𝓪 𝓼𝓮𝓻 𝓹𝓪𝓷𝓪𝓭𝓮𝓻𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓰𝓵𝓪𝓼𝓮𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓮𝓼𝓸𝓼 𝓫𝓸𝓵𝓵𝓸𝓼. 𝓓𝓮𝓳𝓪 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓹𝓸𝓬𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓭𝓸 𝓮𝓵 𝓬𝓪𝓯é, 𝓽𝓾𝓼 𝓸𝓳𝓮𝓻𝓪𝓼 𝓼𝓸𝓷 𝓭𝓮𝓶𝓪𝓼𝓲𝓪𝓭𝓸 𝓸𝓼𝓬𝓾𝓻𝓪𝓼.

El rubió sonrió avergonzado, sintiendo sus mejillas enrojecer en demasía al leer la última parte, con satisfacción por haber recibido otra de esas cartas y se dispuso a seguir la rutina diaria, solo con un mínimo cambio, se dedicaría a cambiar sus dudas existenciales y teorías conspirativas por investigar a su misterioso pretendiente, aquella información realmente no le decía mucho, había muchos con ese perfil exacto, así que aún no podía decantarse por pensar en alguno, pero no se iba a rendir fácil, aún quedaban 26 días para llegar a su conclusión. EL chico garabateó la lista de sospechosos que se había hecho la noche anterior y después fingió durante los  30 minutos restantes de clases, escuchando las bobadas que llegaba a decir Mr. Garrison, después de haber dejado la oficina oval y regresar a ser maestro de todos ellos parecía aún más imbécil y loco, pero ¿Qué más daba? Siempre que no se metiese en problemas todo estaba bien.         

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Hola, ¿Qué tal? he subido el capitulo 2 antes de lo anticipado por mi, porque, lo tenía y, mejor subirlo ahora que puedo jeje, espero que haya gustado, ¡adiós!

Atte: La tuercas