Café matutino.

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Mi nombre es Guillermo Diaz y... Vale, eso acaba de sonar como un taller, en plan "Hola, me llamo Guillermo y soy alcohólico" lo cuál es una mentira. Una cruel y malvada mentira porque la última vez que intenté beber vodka...

-Willy, Willy levantate. ¡joder Guillermo, levanta ese culo flojo de mi alfombra y largate a tu pieza!- sentí la voz a la distancia hasta que ¡BAM! Samuel me coge del pescuezo y con nada, repito, NADA de delicadeza o cariño me lanza sobre o mas bien contra el sillón de la estancia.

Chillo fuerte al sentirme volar y caer sobre el sofá blanco.

-¡No bebo nunca más!-

Él ríe viéndome desde su puerta. -Eso espero a no ser que quieras que la próxima vez te lance por la ventana.-

Joder, será cabrón. Aún no entiendo como es mi mejor amigo aunque a decir verdad, si no te metes con sus cosas o con su alfombra -puta alfombra- es alguien muy ¿buena gente? Que normal, alguien cabrón y buena gente. Claramente una definición tal cómo esa tan sólo podía corresponder a Samuel.

-¡Willy!- pensando en el diablo. Me levanto perezosamente de mi cama y camino fuera de mi pequeño paraíso de 3 metros cuadrados. -¡Willy!-

-Paciencia. Paciencia. Paciencia.- rezo mi propio y patentado "mantra irrita Samuel", llame ya y adquiera lo en cualquier parte del país y del...

-¡Guillermo, deja tu palacio mental y contesta!- chasquea sus dedos frente a mi ojos tratando de que me "despegue".

-Ya, tranquilo.- sonrío y él me de vuelve el gesto. ¿Comenté qué este pringao' me tiene en la friendzone desde la secundaría? Pues sí, es un cabrón DE PRI-ME-RA.

-¿Qué harás hoy por la noche?-

-Samuel, son las 8, ya es de noche, y tampoco creo que haga gran cosa. Robar tus gominolas y ver series estadounidenses en netflix. ¿Por?- sonrió y lo miro orgulloso de no haberme trabado ni un segundo en mi elaborada y complicada respuesta.

-Pues anda y cambiate de ropa. Ponte guapo que iremos a comer.

-¿Qué? Pero si ya tengo planes.- lo miro desafiante y al segundo me arrepiento, ¿acabo de desafiar a Samuel con la mirada? Joder, no es que le tenga miedo pero, es alguien a quien le gusta tener el control de todo y que todo este a la perfección.

-Vamos, tu plan es desastrozo y solitario, es demasiado tú- frunzo el seno y él levanta una ceja. Me volteo y camino hacia mi cuarto pero siento su mano en mi hombro y me voltea -Willy, perdón ¿Vale? Ya sabes que se me va la olla y...

-Sí, la olla y todo el resto de la vajilla. Además, sé de tu problema de lengua bípeda y asesina pero no por eso tienes chipe libre para decir lo que se ocurra.- espeto serio y me volteo a verlo.

4 chicos & 1 pisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora