Capítulo 12

238 22 2
                                    

Diane estaba mirando el techo de su habitación, había sido un día largo. Luego de la presentación de Isabela y Catalina, la conversación con King y la llamada que su padre le había hecho luego de salir de esa casa, estaba cansada tanto física como mentalmente

En la llamada, su padre le decía por décima vez que conocía a un chico "simplemente encantador" y le sugería salir a conversar una tarde con ese chico, y por décima vez Diane había dicho que no tenía tiempo, causando que su padre le diera el clásico sermón de "tienes casi 30 años, busca un marido", amaba a su padre pero cuando empezaba con su charla de buscar un hombre simplemente le estresaba

Por todo su departamento se oia la canción "soy mujer" del dúo "Ha ash". Esa era una de sus canciones preferidas porque decía que una mujer era libre y eso la alegraba de manera impresionante

El sonido de una llamada se escuchó y luego de agarrar su teléfono contestó la llamada de su otra hermana mayor

Diane: Hola Matrona

Matrona: Hola hermanita ¿cómo estas?

Diane: Podría estar mejor ¿y tú?

Matrona: Igual, llamo para decirte que papá quiere cenar con nosotras

Diane: ¿ósea tú, Dolores y yo?

Matrona: Si, quiere una cena familiar

Diane: ¿a qué hora tengo que llegar?

Matrona: En dos horas

Diane: Nos vemos allí

Matrona: Adiós

La llamada terminó y Diane se levantó de su cama, caminó por todo su departamento y se sentó en el sillón de su sala, se froto los ojos y caminó de regreso a su habitación, comenzó a alistarse para la cena y una hora y media después ya estaba subiendo a su auto vestida con un pantalón negro, una camisa celeste, un saco negro y unas botas altas negras, tenía el cabello suelto y sólo un poco de brillo labial

Veinte minutos después llego a la casa de su padre, estaciono el auto, caminó hasta la puerta, tocó tres veces y su padre abrió la puerta. Drole Gigant era un hombre ya mayor, de cabello castaño y de ojos morados

Drole: Diane, pasa nena

Diane: Hola papá

Se dieron un abrazo y entraron en la casa donde sus hermanas ya la esperaban, le dio un abrazo a Dolores y se acercó a Matrona, una rubia alta de piel clara, la abrazo y todos fueron al comedor de la casa. La comida ya estaba servida en cada uno de los puestos, así que se sentaron y comenzaron a cenar

Drole: Matrona ¿cómo están Sol y Dela?

Sol y Dela eran los hijos de Matrona y su esposo Zalpa, Dela era una chica castaña bastante tierna y Sol era un rubio adorable

Matrona: Están muy bien, en la escuela estan planeando un viaje al Museo para fin de mes

Drole: Me alegro, Dolores ¿cómo te va en la revista?

Dolores era escritora en una revista virtual muy reconocida y amaba su trabajo

Dolores: Muy Bien, este mes haremos un artículo de animales en vía de extinción para concientizar a las personas

Drole: Eso es maravilloso, Diane ¿cómo vas con tu libro?

Diane: Lo estoy iniciando

Drole: Eso es increíble, pero quiero decirte algo y se que no te lo tomaras muy bien...

Diane: Si vas a hablarme de un hombre puedes deshacerte de la idea

La castaña continuó comiendo la pasta que tenía en su plato mientras sus hermanas se miraban entre si, sabían que ese tema que su padre quería hablar era uno muy delicado para su hermana menor

Drole: Hija, tienes casi 30 años, conseguirte una pareja no está de más

Las dos rubias entendían que esa conversación no iba a llegar a nada bueno

Dolores: Que rica está la cena

Diane: ¿en qué momento vas a entender que no necesito un hombre para ser feliz?

Drole: Se que no lo necesitas pero un hombre te ayudaría a mantener tu vida de una mejor manera

Diane: ¿Que tiene de malo la manera en que llevo mi vida?

Matrona: ¿Que especias dices que le pusiste a la pasta?

Drole: La manera en que llevas tu vida no es mala pero tener un hombre a tu lado la haría mucho mejor

Diane: ¿y yo sola no puedo hacer mi vida mejor?

Drole: Nena, ya lo has intentado y tú sola no has conseguido hacer tu vida mejor

Diane: ¿Que tratas de decir? Yo sola estoy haciéndome una vida increíble

Drole: Tu vida es maravillosa pero ¿recuerdas cuando salías con King? Siempre sonreias, hacías cosas diferentes y casi tenías una familia con él y sus hijas

Le había contado a su padre y a sus hermanas de su encuentro con King pero no pensaba que le diría algo como eso

Diane: Yo sonrió cuando quiero, un hombre no tiene que ver, segundo, si no hago cosas diferentes es por que no quiero y tercero, yo ya tengo una familia pero lamentablemente sólo quieren que busque un hombre

Drole: Hija, Piénsalo ¿porque no le das otra oportunidad a King?

Diane: Porque no y ya

La castaña se levantó de la mesa y todos se quedaron mirándola

Diane: Gracias por la cena pero tengo que irme

Drole: Diane, no te vayas, quédate y hablemos

Diane: No, me voy a ir porque tú no entiendes que no soy el tipo de mujer que necesita un hombre sino el tipo de mujer que un hombre necesita

La castaña salió de la casa y subió a su auto, agarró su teléfono y llamo a Merlín mientras comenzaba a conducir

Merlin: Hola

Diane: Hola Merlín ¿sabes si la tienda de tatuajes está abierta?

Merlin: Emm si ¿porque?

Diane: Curiosidad

Merlin: Vale, adiós

Diane: Adiós

La llamada terminó y Diane siguió conduciendo, al hacerlo se decidió a hacer algo que quería hacer desde hace mucho. Condujo hasta la tienda de tatuajes de un amigo y estaciono el auto frente a la tienda, entró al edificio de dos pisos y se encontró con la secretaria del tatuador

Diane: Hola Gerheade ¿como estas?

Gerheade Wing era una chica de la misma edad de Diane, de cabello miel y ojos morados, además era la esposa del dueño y tatuador de la tienda, quien se llamaba Rou Fox

Gerheade: Hola Diane, Bien ¿y tú?

Diane: Bien, gracias

Gerheade: ¿quieres otro tatuaje?

Diane: Así es ¿Rou está libre?

Gerheade: Creo que si, ve a la sala de siempre y ahí debe estar

Diane: Gracias

La castaña se acercó a la sala en la que le habían hecho el tatuaje que tenía en la pierna, abrió la puerta y entró. Las paredes estaban llenas de dibujos de todos los tatuajes que Rou había hecho, Rou era un chico alto de cabello rubio bastante amable que llevaba trabajando como tatuador un poco más de cuatro años. Esperaba encontrar al que se había vuelto uno de sus amigos pero se encontró con una persona diferente

Diane: ¿Ban?¿Que haces aquí?

Ban: Hola Diane, eso podría preguntarte yo a ti, está es la tienda de mi hermano mayor

Diane: Lo había olvidado

Ban: ¿otro tatuaje?

Diane: ¿sabes hacer uno?

Ban: Desde hace dos años aprendí

Diane: ¿me harías uno?

Ban: ¿Que quieres que haga? Se hacer animales, monumentos del mundo, letras japonesas ¿Que quieres?

Diane: Una frase

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora