Te amo

Capítulo 13

Una hora después, Diane salía de la tienda con un nuevo tatuaje, iba muy feliz, subió a su auto, lo encendió y comenzó el camino a su casa. Al llegar se recosto en su cama y miro su brazo izquierdo, cerca de la muñeca estaba la frase que su madre siempre le repetía

"Soy una mujer que si quiero la luna me la bajo yo solita"

Sin poder evitarlo sonrió, el ruido de una videollamada la sacó de sus pensamientos, eran sus amigas así que contestó

Diane: Hola guapas

Merlín: Hola bella

Elizabeth: ¿cómo están lindas?

Elaine: Holi mis loquitas

Merlin: ¿Que tienes en el brazo Diane?

Diane: Mi nuevo tatuaje

Elizabeth: Soy una mujer que si quiero la luna me la bajo yo solita, me encanta

Elaine: Que buena frase

Diane: Mi madre siempre la decía

Elizabeth: Pues tenía razón

Merlin: Amo esa frase

Diane: Y adivinen quien me la tatuo

Elizabeth: Ni idea

Elaine: ¿Rou no fue?

Diane: No, fue Ban, resulta que aprendió a hacer tatuajes y como no estaba Rou, él me lo hizo

Merlin: Pues le quedo genial

Diane: ¿y ustedes que me cuentan?

Elizabeth: Me encontré con Meliodas en la cafetería junto a mi casa

Merlin: ¿en serio?

Elaine: ¿y que pasó?

Elizabeth: Hablamos un poco y dijimos que nos daríamos otra oportunidad de ser amigos

Diane: Pues si estas segura de eso supongo que está bien

Elizabeth: No lo se, supongo

Elaine: A mi me parece que es buena idea y yo les tenía que contar que Ban me llamo, hablamos un poco y quedamos en vernos mañana al medio día

Diane: Suena bien

Las cuatro chicas continuaron hablando durante casi una hora en la que hablaron de todo lo que habían hecho en todo el día, al acabar su charla, Diane se fue a dormir mucho más tranquila que varias horas antes

A la mañana siguiente se levantó con energía, se preparó el desayuno, comió y salió a correr mientras escuchaba música en sus audífonos, corría por el parque junto a su casa y cantaba la música que escuchaba

Diane: Comprar un boleto hasta la luna cuesta para que me ganes no alcanza una apuesta más te vale que a mi no me quieras convencer

Durante una hora estuvo corriendo hasta que se detuvo en la sombra de un árbol a beber agua y recibió una llamada de su padre