Rastro De Sangre De Alucard

Capitulo 39: Hacer un trato

Alucard comenzó a despertarse cuando el sonido de una discusión llenó la habitación, su cuerpo se sentía como si hubiera recibido una paliza masiva, trató de moverlo pero encontró que sus movimientos estaban restringidos. Como su cabeza todavía estaba caída, vio que de hecho estaba sentado en un banco de piedra, con la cabeza vuelta hacia un lado, lo que vio hizo que sus ojos entreabiertos se agrandaran. Estaba encadenado, sus brazos estaban atados por grandes cadenas oxidadas que conectaban a la pared, lo mismo le había pasado a sus piernas, luego notó que llevaba una máscara que solo le cubría la boca, y que solo estaba usando sus pantalones cortos.

La atención de Alucard se dirigió a la habitación en sí, estaba hecha de piedra, no muy diferente a una celda en la prisión congelada, luego finalmente fue a la gente que discutía, eran Zesshi y Talia. La Novia mantuvo su comportamiento sereno, mientras que el semielfo estaba todo menos tranquilo, en el momento en que decidió intentar volver a ponerse de pie, se inclinaron y volvieron su atención hacia él. Talia no se movió, pero su expresión sugería una mezcla de felicidad y preocupación, mientras que Zesshi, quien obviamente parecía enojado, marchó hacia Alucard y usó su mano derecha para abofetearlo en la cara.

"¡Bastardo egoísta! ¿¡Crees que puedes hacerme esto !? ¡Llévame a este lugar y luego déjame morir !?" Zesshi rugió

Actuando rápidamente, Talia la colocó en un Full Nelson evitando que Zesshi atacara más a Alucard y la arrastrara al otro lado de la habitación, antes de arrojarla contra la puerta metálica cerrada.

"Ya te lo dije, que no te pasará nada, ni a ningún otro ser traído aquí por Alucard-sama. Incluso con la situación dada, todavía estás bajo la protección de Ainz-sama." Talia explicó, con un tono que mostraba que esta no era la primera vez que decía estas palabras.

"¿Cómo puedes estar tan seguro? Él no tiene ningún uso para nosotros ..." gruñó Zesshi, pero Talia habló rápidamente sobre ella.

"Estás aquí porque tanto Alucard-sama como Ainz-sama lo permiten. El hecho de que Alucard-sama esté actualmente fuera de acción, no significa que ya no estés seguro. Mientras Ainz-sama lo desee, nada cambiará para usted o los demás en una situación similar ".

Zesshi miró a Talia, ella estaba absolutamente lívida, ¿cómo se atrevía él, cómo se atrevía Alucard a hacer lo que había hecho? ¿No entendía que él era ella y los demás, la primera línea de defensa contra cualquiera en Nazarick que quisiera hacerles daño? Sí, Ainz estaba allí, pero sabía perfectamente que él tenía otras cosas más importantes de las que preocuparse, y no estaba convencida con la idea de que no pudiera cambiar de opinión. Tal vez en su caso, ya que ella era fuerte y había probado ser útil en el pasado, todo estaría bien, pero los más débiles que habían traído a Alucard, la idea de que fueran desechables no estaba fuera de la mesa en su mente.

"¿Q-qué pasó?" Preguntó Alucard, su voz arrastrada como si no hubiera hablado en mucho tiempo.

"¿No recuerdas lo que pasó, Alucard-sama?" Preguntó Talia, volviéndose hacia él.

"No ... ¿Qué hice?"

"Alucard-sama, entraste en Blood Rage mientras estabas en la Tumba de Adipocere con Shalltear-sama. En la siguiente batalla me lastimaste a mí, a Touka, Nyx, Shalltear-sama y Sebas-sama, Cocytus-sama solo resultó levemente herido. También mataste a dos novias vampiro y algunos torturadores, mientras estabas en esta celda. También hubo daños en el segundo piso, que ya se ha reparado, con la excepción del interior de la bóveda de la tumba ".

"Yo ... no recuerdo nada de eso ..."

Alucard no sabía qué decir, no recordaba nada de eso, lo último que recordaba fue levantar el vaso que le dio la novia de Shalltear, después de eso solo quedó el momento en que despertó.