𝐷𝑖́𝑎 5/ 𝐹𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 / 𝐴𝑑𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑜𝑟 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜.

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Cooper: 35 años.
Jace: 25 años.

Ignoren el collage todo kk, solo lo puse pa' que se den una idea de los regalos jajaja.

—Wow, están muy bonitas esas flores, ¿Las compraste para tu novia?— pregunto su compañera de trabajo, Riele.

—Oh no, sabes que ya no tengo novia, solo llegué y ya estaban en mi lugar— respondió Jace examinando las lindas rosas blancas en vueltas en papel negro.

Agarró la nota que había en ellas la abrio y la leyó.

Unas hermosas rosas blancas, para una hermoso hombre.

"Tu admirador(a) secretx"

—Quien sea que haya sido, sabe muy bien tus gustos.

—Lo se, las rosas blancas son mis favoritas, huelen bien— olió las hermosas rosas, estás tenían un olor como a perfume, no tan fuerte, pero tampoco tan suave, era agradable.

¿Quién podrá haberle dejado las rosas?

—Buenos días compañeros— Saludo un alegre y formal maestro, quien venía acompañado de su amigo Sean.

—Buenos días Cooper ¿Que tal va tu mañana?— pregunto Riele acercándose a abrazar y besar la mejilla de sus dos amigos.

—Muy bien, gracias preguntar, ¿La tuya como va?— correspondió al abrazo y también beso la mejilla del morena.

—Igual, gracias.

—Que tal Jace— saludo con una enorme sonrisa el mayor.

—Oh que tal Cooper— se levantó de asiento e hizo lo mismo que su amiga hace unos minutos.

—¿Cómo estás?

—Oh, bien, muy bien, gracias, ¿Tu cómo estás?

—Bastante bien.

—Me alegra.

—Si, ¿Y esas rosas tan bonitas?.

—Oh, cuando llegue ya estaban en mi lugar— tomo las rosas con delicadeza y se las enseño a su amigo.

—Oh, ¿En serio?, Están realmente hermosas— las examinó y las olió, vaya que eran hermosas, se las devolvió al rubio y sonrió.

—Lo se, no sé quién fue, pero me encantaron.

—Que bien— mostró su perfecta y blanca dentadura.

[•••]

Cuando todos los maestros fueron a dar sus clases, Jace se quedó solo, el todavía no tendría que dar alguna clase.

De su mochila saco uno chocolates amargos con un bonito moño blanco, puso una notita y los puso en en lugar de su compañero.

Salió de sala de maestros y fue hacia el comedor, pronto sería la hora del almuerzo.

Tocaron el timbre que avisaba que los alumnos podían tomarse un descanso, los maestros guardaron sus cosas y fueron a sala de maestros.

Habían ya algunos maestros ahí, entre ellos Riele y Sean que se encontraban hablando, después llegó Cooper, quien se dirigió por un café y llegó a su lugar, dónde ví sus chocolates favoritos, confundido dejo su café de lado y agarró la caja junto con la nota, la leyó, una pequeña curva se formó en sus labios.

𝑯𝒆𝒏𝒓𝒂𝒚 𝑾𝒆𝒆𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora